Nueva vuelta de tuerca al ya utilizadísimo recurso de Sherlock Holmes. En esta ocasión, Sherlock Holmes se traslada a la época actual (punto en común que tiene esta serie con la muy exitosa versión de Moffat con Benedict Cumberbatch y Martin Freeman que se emite actualmente en la BBC).
Holmes (Johny Lee Miller) es un detectitve inglés adicto a las drogas. que se traslada a vivir a Nueva York para someterse a una cura de desintoxicación. Al salir de rehabilitación su padre le asigna una cuidadora, Joan Watson (Lucy Liu), que pasará 10 semanas conviviendo con Holmes para verificar que su desintoxicación se ha realizado de forma satisfactoria.
Holmes, trabaja como consultor para la policía de Nueva York gracias al capitán Gregson (Aidan Quinn), al que conoció en una estancia de este en Londres para colaborar con Scotland Yard, con quien por entonces colaboraba Holmes.
La serie está bien. Es un procedural al uso, caso de la semana mientras se desarrolla la relación entre Holmes y Watson, al principio de desconfianza mutua para alcanzar un punto de entendimiento y colaboración.
Johnny Lee Miller está muy bien en el papel (consigue ponerte de los nervios, cosa imprescindible en todo actor que interprete a Holmes). Lucy Liu, sin ser santo de mi devoción (siempre me ha parecido una actriz especialmente inexpresiva) cumple con el papel. La química entre ellos es aceptable y mejora con el paso de los episodios. Los casos no están mal y Aidan Quinn, en lo poco que tiene que hacer con su "Lestrade" americano está muy bien.
No es una serie especialmente buena, ni especialmente mala, es entretenida y se deja ver, sobre todo si te gustan los procedural. Quizá lo más original sea el explorar un Watson femenino y su punto de vista en las historias.
Muy recomendable su cabecera de entrada, de las mejores que he visto este año.
LO MEJOR: Johnny Lee Miller, la química holmes-watson, la cabecera de entrada
LO PEOR: no aporta nada nuevo ni destacable al género.
PUNTUACIÓN: 7.5/10
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