CASTLE 6X23 FOR BETTER OR WORSE

(contiene spoilers)

No se ni por dónde empezar a resumir el episodio, porque aún sigo impactada por el final y eso que hace un rato que lo he terminado de ver.

Episodio bastante flojo de Castle esta semana, tratándose del episodio final de temporada. Han sido cuarenta minutos de relleno y dos minutos de drama innecesario, metido con calzador y totalmente cruel.

En fin, el episodio empieza con Martha y Alexis muy nerviosas intentando cuadrar todos los detalles de la boda.

Tienen muchísimos invitados y no saben qué van a hacer con ellos. Por lo pronto, Alexis manda a su padre a que recoja el certificado de boda.

Pare ello, Castle pasa por la comisaría para recoger a Beckett, que les dice a Ryan y Espósito que no quiere ser molestada en las tres semanas que va a durar su viaje de bodas.

Castle y Beckett llegan al registro y se puede ver lo muy emocionados que están con su inminente boda.

La empleada del registro les pide los papeles del divorcio cuando le entregan la solicitud. Castle le da los suyos y la empleada se queda esperando ya que por lo visto Beckett también le tiene que dar los suyos. Beckett le dice que eso no es posible porque ella no está casada.

Pero para sorpresa de Beckett, resulta que si lo está, ya que cuando tenía 19 años y estaba en la universidad, un día de borrachera se casó con un antiguo novio, Rogan O'Leary, con el que rompió enseguida porque se veia que ya apuntaba maneras criminales. Pero ninguno de los dos se acordó de que se habían casado por lo que Beckett lleva quince años casada sin saberlo. Si, es tan absurdo como parece.

Entonces empieza una carrera contra el reloj para encontrar al marido y darle a firmar los papeles del divorcio para poder casarse con Castle en la fecha acordada.

Utilizando los recursos de la comisaría, Beckett encuentra a su Rogan, que resulta tener un curriculum criminal un tanto extenso y que actualmente vive en un pueblo cercano a Nueva York.

Beckett le dice a Castle que él se quede organizando la boda mientras ella va a que "su marido" le firme los papeles.

Al llegar al pueblo, la vecina de Rogan le dice que es una buena pieza y que no se moleste por él pero si quiere encontrarle, vaya al bar donde trabaja.

Cuando Beckett llega al bar, se encuentra a la dueña del bar y novia de Rogan poniéndole a éste de patitas en la calle por algo que le ha hecho (más tarde nos enteramos de que ha perdido un dinero que ella le dejó montando un negocio y es posible que pierda el bar por eso).

Al ver a Beckett, Rogan enseguida la reconoce y dice no sabe qué estaban casados. Pero se niega a firmar los papeles hasta que Beckett le haga un favor. Que se cuele en casa de la madre de su exnovia para coger unas cosas que se ha dejado allí.

Beckett llama a Castle para contarle el panorama y le dice que va a hacer lo que Rogan le pide, éste le va a firmar los papeles y van a poder casarse sin problemas.

Beckett consigue robar lo acordado en casa de la exnovia pero cuando va a ver a Rogan para dárselo y que le firme los dichosos papeles, se encuentra con que un par de matones le han secuestrado. Y lo peor no es eso, lo peor es que los papeles siguen sin estar firmados.

En cuanto Beckett llama a Castle para contarle todo, éste se ofrece a ir a acompañarla a arreglar el problema ya que todo va viento en popa en los preparativos de la boda.

Como era de suponer, nada más pronunciar esa frase Castle, las cosas empiezan a torcerse también con los preparativos. Los dueños del restaurante les avisan de que no van a poder utilizar el lugar que habían pensado para celebrar la boda debido a un problema que han tenido.

Tras un primer momento de agobio, Alexis le dice a su padre y a su abuela que pueden trasladar la ceremonia a su casa de los Hamptons sin problema. Parece que el primer escollo se ha solucionado.

Castle llega al pueblo donde está Beckett y entre ambos empiezan a ver que hay unas cuantas personas candidatas a ser los secuestradores de Rogan, porque digamos que el muchacho va haciendo amigos por allá donde pasa.

Para empezar una banda de moteros les reclama a Castle y Beckett un dinero que Rogan les debe por robarle el teléfono a una stripper.

El teléfono resulta ser la clave, ya que Castle encuentra allí unas fotos comprometedoras del reverendo del pueblo con dicha stripper y se descubre que Rogan hacía chantaje al reverendo. Pero pronto tienen que descartar también a este sospechoso ya que estaba dispuesto a pagar sin problemas por el silencio de Rogan y no necesitaba recurrir al secuestro.

A todas estas, Beckett llama a Lainey para que vaya a su piso a recoger su vestido para que se lo lleve al lugar de la boda, porque no le va a dar tiempo a ir a Nueva York.

Pero entonces nos encontramos con el escollo númeo dos. Ha habido un problema con las cañerías del vecino de Beckett y su piso se ha inundado y su vestido ha quedado destrozado.

Finalmente se descubre que el verdadero secuestrador de Rogan era un antiguo capo mafioso, desaparecido desde hacía diez años tras provocar una matanza y que llevaba escondido en el pueblo desde entonces.

Resulta que el mafioso era el amante de la stripper y en el teléfono que Rogan le pidió a los moteros que robara, había fotos suyas que podían delatar su paradero.

Hablando de los moteros, éstos son los que finalmente ayudan a Castle, Beckett y Rogan, cuando el mafioso les tiene secuestrados, tras comentarle Beckett que si detenían al mafioso y lo entregaban al FBI les darían una recompensa.

Finalmente Rogan firma los papeles y todo parece que se ha solucionado y la boda se va a celebrar.

El problema el vestido lo solucionan reciclando el vestido de novia de la madre de Beckett (que por cierto era mucho más bonito que el que había elegido ella). Beckett está guapísima, al igual que Lainey y Martha.

Hablando de Martha, ésta le regala unos pendientes azules a Beckett y le agradece que haya hecho tan feliz a su hijo, en una escena muy emotiva (mi favorita del episodio).

Beckett llama a Castle, que ha ido al juzgado a formalizar todo el asunto de los papeles del divorcio de Beckett y que va conduciendo en el coche. Le quedan veinte minutos para llegar. Ambos se dicen que se quieren y Castle cuelga el teléfono.

Mientras conduce, Castle ve un coche que le sigue y que va realizando maniobras sospechosas cerca suyo.

Ha pasado más de media hora desde que Beckett habló con Castle y éste aún no ha dado señales de vida. Beckett se está empezando a preocupar.

Justo entonces, Beckett recibe una llamada que la deja pasmada. La siguiente escena es una horrorizada Beckett, todavía con el vestido de novia puesto,  entrando en un cordón policial, tras el que se encuentra el coche en llamas y destrozado de Castle. Y aquí termna la temporada, ¡feliz cliffhanger!!

Horrorizada me encuentro ante semejante escena final. Hay que tener mala idea para dejarnos con semejante cliffhanger durante todo el verano.

En cuanto al resto, para empezar, los cuarenta primeros minutos del episodio me han parecido una tomadura de pelo teniendo en cuenta de que se trataba de un final de temporada. Parecía un episodio de relleno de mediados de enero.

Me parece perfecto que hayan querido hacer un episodio ligero con toques de humor (por lo menos hasta los últimos dos minutos), pero lo podrían haber hecho sin que el argumento hubiera resultado tan completamente absurdo.

Sin contar con que Marlowe parece que no ve su propia serie. Que Beckett empezó la temporada trabajando para la oficina del fiscal general, para lo que tuvieron que revisar exhaustivamente su vida personal y profesional. Si tenía un marido criminal y poco recomendable ese dato hubiera salido a la luz y se lo hubieran dicho a Beckett.

Por no hablar que en quince años, supongo que Beckett habrá tenido que pedir algún papel para hacer gestiones oficiales (¿ingresar en la academia de policía?) y ese dato tenía que haberlo conocido.

Pero claro, los guionistas sacrifican la coherencia por meter una trama que complique las cosas a Castle y Beckett en el último momento, porque ¿cómo iban a dejarles tener su boda tranquilamente y sin contratiempos?

Sin contar con la ginkana de problemas relacionados con la boda que han ido apareciendo. De repente pierden el lugar donde celebrar la boda, el vestido de Beckett se estropea...

Otra cosa que me ha fastidiado enormemente ha sido la escasa participación del resto de personajes, sobre todo de Ryan y Espósito en el episodio.

Y después de todo, cuanto parece que la boda se va a producir, nos dan ese final. ¿En serio? ¿Asi terminas el episodio después de estar diciéndonos toda la temporada que Castle y Beckett iban a casarse? ¿Es que no les pueden dejar a estos pobres ser felices? Al menos les ha dejado decirse que se quieren, que ya es algo. Pero desde luego tienen delito.

Después del maravilloso episodio de la semana pasada, ¿nos dan esto y nos dejan esperando todo el verano para ver qué ha pasado con Castle? ¿Es que no pueden ser originales por una vez y no hacer que a Castle y Beckett les pasen siempre cosas horribles simplemente por darse el gusto de sorprender a la audiencia?

Claro está que Castle no ha muerto y que todo esto tendrá que ver o con una venganza del senador Bracken o con algo relacionado con el padre de Castle. Bueno también nos pueden introducir con esto a un nuevo villano, aunque me inclino más porque haya sido una venganza de Bracken contra Beckett por haber arruinado sus posibilidades de ser elegido presidente y haberle metido en la cárcel.

En otro orden de cosas, Beckett y Lainey estaban guapísimas.¡Qué vestidos más bonitos!

Pues nada, ahora a esperar cuatro meses para ver a dónde conduce todo esto. Desde luego, el amigo Marlowe se ha lucido. Un par de muñequitos vudú se merece por habernos dejado así.


LO MEJOR: La escena Beckett/Marta

LO PEOR: Parecía más un episodio de relleno que un episodio final de temporada, mejor ni comentar el final

PUNTUACIÓN: 7/10