domingo, 1 de febrero de 2015

EL MENTALISTA 7X09 COPPER BULLET



(contiene spoilers)

Muy buen episodio de El Mentalista esta semana. Para mi, el mejor de la temporada hasta el momento (vale que parece que digo lo mismo todas las semanas, pero es que después de un inicio un tanto titubeante, los últimos episodios han estado realmente bien).

El equipo ha dado la sensación de equipo en todo momento (me daba la sensación de estar viendo un episodio antiguo de la serie, con el equipo del CBI), Jane y Lisbon han vuelto a intentar resolver sus diferencias de forma adulta, Abbott sigue siendo el mejor jefe que ha tenido esta serie, Wiley y Vega son adorables y ¡han ascendido a Cho!

El episodio empieza con Peterson (Dylan Baker), el antiguo jefe de Abbott en la DEA desenterrando un cadáver. Enseguida asociamos que ha ido a México a cumplir la amenaza que hizo contra Abbott y que el cadáver es el del narcotraficante que Abbott asesinó. Su objetivo, extraer la bala del cadaver para inculpar a Abbott en la muerte.

Por otro lado vemos a Lisbon y Jane que siguen discutiendo acerca de lo que hizo Jane en el último episodio (mandar a Lisbon a una planta diferente de dónde estaba el asesino que buscaban para protegerla). Jane mantiene que lo hizo porque le preocupaba su seguridad.

En ese momento suena el teléfono de Jane. Es Wiley para informarle que Peterson (al que Jane había pedido que vigilara ante el temor de que cumpliera su amenaza contra Abbott) hace dos días se fue a México, de acuerdo con el extracto de su tarjeta y que había mentido a sus superiores acerca de a dónde iba. Jane le pide a Wiley que revise el registro de llamadas de Peterson para ver si hay algo sospechoso.

Ya en la oficina, Wiley le dice a Lisbon y Jane que lo único que le ha parecido relevante entre las llamadas de Peterson es una que realizó a las oficinas del congresista de San Antonio, Jules Black.

Lisbon dice que ese congresista es nuevo y sin peso. Pero Jane piensa que precisamente por eso Peterson quiere utilizarle para que torpedee la confirmación de la mujer de Abbott. El consigue lo que quiere y el congresista obtiene notoriedad.

Mientras están hablando aparece Abbott y al preguntarles qué pasa, todos se callan de forma repentina. Muy sutil chicos, muy sutil.

Jane va al despacho de Abbott y le informa de lo que está pasando y de que le había pedido a Wiley que vigilara a Peterson. A Abbott no le hace mucha gracia que hubieran involucrado a Wiley pero Jane afirman que Wiley se presentó voluntario cuando se enteró de que Peterson quería causarle problemas a Abbott.

Jane le pregunta a Abbott sobre Peterson ya que él es quien mejor le conoce. Abbott le dice a Jane que Peterson es cuidadoso y antes de decir nada, intentará conseguir una prueba. Esto es, las balas que mataron al narcotraficante y que pertenecían a la pistola de Abbott.

Al salir del despacho, Jane le cuenta a Lisbon lo de la bala. Según Lisbon eso es grave, ya que no solo impediría la confirmación de la mujer de Abbott sino que él acabaría en la cárcel. Jane le dice que no se preocupe, que lo van a evitar, aunque todavía no sabe cómo. ¿En cuatro días? pregunta Lisbon, pero Jane la tranquiliza diciéndole que algo se le ocurrirá.

Lena, la mujer de Abbott llega a las oficinas y su marido le cuenta todo lo que está pasando. Lena le ofrece a Abbott retirar su candidatura. No quiere el trabajo si eso implica destrozar la vida de su marido. A Abbott no le parece bien. Piensa que lo mejor es seguir con lo que estaban diciendo hasta el momento, que se estaban separando.

En ese momento, Jane llama a la puerta y entra en la oficina. Abbott le dice que lo que quiera que sea que quiere puede esperar. Pero Jane no cree lo mismo.

Jane adivina lo que está pasando en la oficina y les dice a los Abbott que ninguno de los ofrecimientos que han hecho para salvar la carrera del otro va a servir porque Peterson no se va a detener. Además, ellos sabían que antes o después Peterson actuaría y ahora es el momento en que lo hagan ellos.

A Lena le parece que hay muy poco tiempo (sólo tienen tres días). Jane afirma que cree que se le ocurrirá algo. Abbott no está demasiado convencido de todo esto. Pero Lena le corta para decirla a Jane que su marido le ha dicho que Jane tiene una de las mentes más agudas con las que ha trabajado. Además, también le ha dicho que Jane es su amigo y que le confiaría su vida (me encanta la relación Abbott/Jane, ya lo he dicho muchas veces pero es que este episodio me lo ha confirmado aún más).

Lena le pregunta a Jane si realmente les puede ayudar. Jane le dice que cree que si. Esto hace que Dennis termine cediendo y le pregunte a Jane qué es lo que ha pensado hacer. Jane le dice que no se lo puede decir. Que necesita que sus manos estén limpias para que pueda negar haber participado. Abbott, tras una mirada de su mujer, le dice a Jane que vale, que lo harán a su manera.

Mientras tanto, Lisbon va a hablar con Wiley que la informa de que Peterson está de vuelta en San Antonio y que no ha vuelto a tener contacto con el congresista Black.

En ese momento aparece Cho y les dice que ha escuchado que hay problemas. Wiley le confiesa a Lisbon que no es bueno guardando secretos. Menos mal que estás en el FBI, le dice Jane un tanto molesta.

Lisbon les dice a ambos que van a saltarse unas cuantas leyes y que quizá sería mejor que se pensaran si participar en el asunto. Cho le comenta que una vez ayudaron a Jane a matar a un hombre y le pregunta a Lisbon si se van a saltar tantas leyes como aquella vez. Lisbon le dice que no. Cho comenta entonces que cuenten con él y Wiley interviene para decir que con él también. Me encantan Cho y Wiley en esta escena.

Los tres se reunen con Jane en un sala de reuniones para revisar la información que Wiley ha recopilado sobre Peterson. Tiene 55 años, lleva 27 años en la DEA, estuvo casado brevemente pero ya no lo está. No tiene hijos ni parientes cercanos.

Jane le pregunta a Wiley qué es lo que le gusta hacer y este responde que principalmente trabajar y también jugar al tenis.

Además, según Wiley, le gusta el vino caro. Esto hace que Jane afirme que esa es la prueba de que Peterson es corrupto. Cho no lo entiende. Jane le explica que alguien al que le gusta viajar, el tenis y el vino caro es que no piensa retirarse con la pensión del gobierno sino que tiene dinero guardado.

Jane les dice que el se ocupa de la bala y que ellos investiguen a Peterson.

Según Lisbon, después de tantos años como agente de la DEA tiene que haber un montón de maneras en las que haya podido robar dinero. Jane les dice que se centren en eso, que mientras él tiene que ir a hablar con un viejo amigo.

A todas estas, la pobre Vega ve que algo pasa pero nadie, en concreto Cho, le deja ni acercarse a la investigación.

Por otro lado, vemos como Jane se encuentra con su amigo Pete en un hotel. Parece que Jane les ha pagado una estancia en uno de los mejores hoteles de Austin a él y a su mujer.

Jane le pregunta a Pete como van las cosas. El dice que como siempre y al preguntarle qué tal le van a él, Jane confiesa que está saliendo con alguien. Pete adivina que se trata de Lisbon y le dice que lo sabía, que se veía que a ella le gustaba.

Pete le dice a Jane que se alegra, que ya es hora de que tenga alguien. Se merece ser feliz y quizá sea el momento de que se quite el anillo y no se avergüence. Que Angela lo habría querido así.

Jane le dice a Pete que necesita un favor. Tiene un amigo que está teniendo unos problemillas con la ley y necesita que le ayuden. A Pete le parece divertido y acepta participar. Jane le explica en qué consiste el plan.

Después de su visita a Pete, vemos como Jane va a ver a Peterson al club donde éste juega al tenis.

Jane le dice que no va a dejar que le destroce la vida a Abbott. A Peterson le da igual Abbott. El ha visto una oportunidad para él y si de paso le estropea la vida a Abbott, mejor que mejor. Antes de irse, Jane aprovecha y le quita el móvil a Peterson.

Sin embargo, después de estar trabajando toda la noche en la información del teléfono, Wiley no ha conseguido nada que pueda relacionar a Peterson con los cárteles de droga. Lisbon y Cho tampoco han encontrado nada.

Lo único que a Wiley le ha llamado la atención es que dos o tres veces al mes, Peterson va con su equipo a pequeñas redadas.Lisbon entonces comenta cómo funcionan las redadas. Una vez que detienen al traficante, es el agente al mando el encargado de registrar la droga y el dinero que se encuentran en el lugar. Esto hace que le sea muy fácil a Peterson guardarse parte de la droga o el dinero para él.

Jane, Wiley y Lisbon piensan que lo que sea que oculte, Peterson lo tiene en su casa. Sobre todo teniendo en cuenta el sistema de alarma super sofisticado que tiene instalado. A Wiley no le parece nada sencillo que se puedan colar allí. Jane le dice a Wiley que no sea pesimista y que saque la planificación del sistema de alarma para que puedan verla.

A todas estas, Vega les ve de lejos que están trabajando en algo y no está nada contenta de haber sido excluida.

Mientras tanto vemos como una mujer que dice ser la jefa de asuntos políticos del congresista Black (pero que nosotros sabemos que es Sam, la mujer de Pete), llama a Peterson diciendo que le llama para devolverle su llamada de unos días atras.

Peterson le dice que quiere hablar con el congresista sobre la confirmación de Lena Abbott para el puesto de comercio. La mujer le dice que el congresista está en Washington pero que puede hablar con ella y que pueden verse esa noche en un restaurante para hablar.

Por otro lado, Wiley les explica a Cho y a Lisbon el sistema de alarma de Peterson (17 cámaras, 16 sensores de movimiento). Además tiene un gato. A Cho no le gustan los gatos. Por lo visto siempren intentan saltarle encima (esta frase les ha quedado muy graciosa, jejeje).

Wiley dice que puede hackear el sistema de alarma y hacer que Peterson piense que no pasa nada en su casa. Pero alguien tiene que ir a su casa y conectarle a la alarma porque no puede hacerlo desde las oficinas.

En ese momento, Vega se harta de que la excluyan, llama a la puerta y pide hablar con Cho. Vega quiere participar en lo que sea que estén haciendo (supone que tiene que ver con Abbott). Cho no quiere porque se siente responsable de Vega. Si la operación sale mal acabará con su carrera en el FBI antes de que haya empezado. Vega dice que acepta el riesgo.

Abbott le pide a Jane que le cuente que está pasando. Pero Jane sigue sin querer decirle nada. Abbott supone que están saltándose todas las normas del FBI y no quiere que lo hagan. El aceptará lo que venga. ¿Y tu mujer? le pregunta Jane. Abbott piensa que puede mantenerla al margen, pero Jane le dice que él sabe que no podrá.

Jane le dice a Abbott que él mató a un asesino que habría matado a mucha más gente si no le hubiera parado. Abbott es un buen hombre y Peterson no. Si no hacen nada, Abbott acabará en la cárcel, la carrera de su mujer terminará y Peterson llegará a director de la DEA. Y Jane no va a permitirlo. Bueno ni él, ni el resto del equipo.

Mientras tanto, Peterson se reune con la que él cree que es la responsable de asuntos políticos del congresista, ante la vigilancia de Vega.

La mujer le hace creer que está de acuerdo con Peterson en todo lo que dice y le pide que lleve la bala a su oficina al día siguiente.

Esto hace que Vega llame al equipo para decirles que lo que vayan a hacer, lo tienen que hacer ya.

Jane, Lisbon y Cho van a casa de Peterson cuando él se va. Wiley les dice que puede mantener una imagen estática en las cámaras durante hora y media, en caso de que Peterson compruebe su sistema de vigilancia desde el móvil. Sin embargo, el equipo no encuentra ningún rastro de dinero ni de drogas.

Pero Jane termina descubriendo la caja de seguridad de Peterson, que éste tenía escondida en la chimenea. Sin embargo no pueden abrirla, ya que solo se abre con la huella dactilar de Peterson.

Esto hace que Jane cambie el plan y le pida a Wiley que entre en la sala de pruebas y saque un millón de dólares, bueno casi mejor dos. Si no pueden usar el dinero de Peterson, utilizarán el de ellos. Esto hace que a Wiley no le quede más remedio que implicar a Abbott, ya que él no tiene autorización para eso.

Mientras ellos están en la casa, Vega vigila a Peterson para avisarles de cuando sale Peterson de su reunión con la empleada del congresista.

Wiley llama a Vega para decirle que tiene que ir a San Antonio, que tardará unos cuarenta minutos y que si Peterson sale del despacho en la siguiente media hora, le retenga como pueda.

Como era de esperar, Peterson sale antes de tiempo de la reunión y a Vega no le queda más remedio que improvisar un accidente de tráfico con Peterson para retrasarle.

Esto le da a Wiley tiempo suficiente para llegar a la casa de Peterson con el dinero que le ha pedido Jane.

Cuando llega a su casa, Peterson no nota nada raro.

Abbott va a Washington a ver a su mujer justo antes de la vista de confirmación.

En el edificio se encuentra con Peterson que se regodea ante el hecho de que la mujer de Abbott no va a ser confirmada. El congresista Black le ha puesto en la lista de testigos para que presente sus pruebas contra Abbott.

Pero Abbott no parece demasiado asustado. De hecho, Abbott le dice que él también tiene pruebas y le enseña unas fotos de dinero con el gato de Peterson encima.

Peterson arrastra a Abbott a una sala vacía. Piensa que lleva un micrófono. Tras registrarle y no encontrar ninguno, decide que puede hablar con libertad. Peterson acusa a Abbott o a su gente de haberse colado en su casa. Según él han cometido un acto ilegal. Abbott le dice que él ha estado robando durante los últimos veinticinco años y que si se lo dice a sus superiores van a mirar con lupa todas sus redadas y encontrar las pruebas.

Peterson le ofrece a Abbott 800.000 dólares para que se quede callado. En ese momento aparece Vega con una grabadora. Estaba detrás de la puerta y lo ha grabado todo.

Sin embargo, a Peterson no le importa. Con las pruebas que tiene y que va a presentar en la vista, es suficiente para que Abbott vaya a la cárcel y su mujer pierda el trabajo.

En ese momento, Jane y Lisbon se acercan y les presentan a Abbott y a Peterson a la verdadera responsable de politica del equipo del senador Black. Evidentemente Peterson no está en la lista de testigos y Jane se ha encargado de hacer desaparecer la bala.

Jane entonces aprovecha para explicarle a Peterson y de paso a la audiencia cómo se ha desarrollado el plan, sobre todo cómo pudo Peterson reunirse con Sam en el despacho del congresista. Resulta que Pete y compañía,  sacaron a la gente de la oficina del congresista con la excusa de que tenían que fumigar y la sustituyeron por Pete, Sam y más gente de confianza. Así, cuando Peterson llegó, no notó nada raro.

Antes de irse, Sam le dice a Jane que no estropée lo que tiene con Lisbon.

Una vez que Lena ha sido confirmada, todo el equipo regresa a Austin y se van a una feria a celebrarlo.

Como Abbott se va a ir con su mujer a Washington, le dice a Cho que el va a ser el siguiente jefe de la unidad, algo que emociona lo suficiente a Cho, para reirse.

Abbott y su mujer por un lado y Wiley y Vega por otro van a bailar, dejando a Cho con Lisbon y Jane en la mesa.

Cho se excusa y se va. Una vez solos, Lisbon y Jane retoman la conversación del principio del episodio. Aunque Lisbon no parece tener muy claro los motivos por los que Jane la saco de la zona de peligro en el episodio anterior. Ella piensa que tiene celos de su trabajo, a pesar de que Jane le vuelve a repetir que tiene miedo de que le pase algo (y visto lo que le paso a su primera mujer, no me extraña).

El episodio termina con Lisbon y Jane uniéndose al resto en la pista de baile.

El episodio me ha gustado mucho. Por fin la dinámica del equipo me ha recordado a la antigua dinámica que tenían en el CBI con Rigsby y Van Pelt. Además el caso de la semana ha sido super entretenido y la forma de pillar a Peterson muy ocurrente y muy típica de los primeros episodios de la serie.

Ha sido emocionante ver a todo el grupo ofreciéndose a ayudar a Abbott y también escuchar a Lena decirle a Jane lo que Abbott piensa de él. Jane se ha emocionado bastante y se ve que la admiración es mutua.

Es una lástima que los guionistas no hayan introducido antes el personaje de Abbott porque entre lo estupendo que es Rockmond Dunbar (y la química que tiene con el resto de actores) y lo bien que ha encajado el personaje en la serie, es una pena que hayamos podido disfrutar de el tan poco. Además, su relación con Jane ha sido una de mis partes favoritas de la versión 2.0 de la serie. Por fin han dado con la tecla del jefe que es capaz de hacer que Jane se comporte sin amenazarle.

Wiley y Vega me han gustado mucho también en este episodio. Me resultan adorables juntos y por separado, además de bastante graciosos. Toda la parte de Wiley corriendo para llevarles el dinero a Lisbon, Jane y Cho y de Vega fingiendo el accidente para retener a Peterson ha sido muy divertida.

Otra cosa que me ha encantado es que hayan decidido hacer jefe a Cho. Si hasta han conseguido que se ria y todo, jejejeje.

Lo que no termino de ver es que Lisbon no comprenda que Jane tiene miedo de que la pase algo. A ver Lisbon, que su mujer y su hija fueron asesinadas, tú lo sabes y ¿no entiendes que lo pase mal pensando que te puede pasar algo? Esto es lo único que no me ha gustado del episodio porque hasta un ciego se daría cuenta y más ella, que ha vivido todo el proceso con Jane y que se supone que era su mejor amiga antes de ser su novia.

Por cierto, la mención al anillo de Pete parece presagiar que se lo va a quitar pronto.

LO MEJOR: El plan para atrapar a Peterson, las relaciones entre todo el equipo, sobre todo entre Abbott y Jane

LO PEOR: Que Lisbon no entienda que Jane tiene miedo de perderla

PUNTUACIÓN: 9.5/10

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