miércoles, 14 de septiembre de 2016

DOWNTON ABBEY - TEMPORADA 2


(contiene spoilers)

En esta segunda temporada de Downton Abbey pasa básicamente de todo (sorprendida me tienen de que les de tiempo a tanto con sólo nueve episodios, aunque algunos sean bastante largos): muertes, tramas relacionadas con la guerra, fugas, dramas románticos arrebatados (lo de Mary y Matthew es para nota, con Mary sufriendo mucho muchísimo toda la temporada y Matthew ganando el premio al personaje más melodramático de la serie) y sufrimiento, mucho sufrimiento (sino que se lo digan a los pobres Bates y Anna que parece que se les ha cruzado un gato negro o algo de la mala suerte que tienen.

En esta temporada nos cuentan cómo la Primera Guerra Mundial está haciendo estragos entre los habitantes de Downton, tanto entre los que van al frente (Matthew, Thomas, William) como en los que quedan en la mansión.

Una mansión que pasará a ser en parte casa de convalecencia gracias a la insistencia de Isobel y del doctor Carlson y que presenciará una dura lucha por el control de la situación entre Isobel y Cora (asistida por la condesa viuda), trama en la que también estará involucrado Thomas que tras ser traído de vuelta debido a una herida en la mano (que él mismo provocó que le hicieran para volver) y gracias a las intrigas de la señorita O'Brian, terminará siendo nombrado una especie de supervisor del hospital durante los periodos en los que el doctor Carlson no puede estar allí, algo que Thomas disfrutará mucho, principalmente para fastidiar a Carson.

Por cierto que este interés de Cora por sentirse útil le hará a Robert sentirse desplazado y estar a punto de tener una aventura con una nueva doncella de la casa llamada Jane que es viuda de guerra con un hijo al que Robert le consigue una plaza en una escuela mejor que a la que va.

Sin embargo no todos los habitantes de Downton son llamados a filas desde el principio ya que la condesa viuda maniobra para que el doctor Carlson mande al ministerio de guerra un informe sobre William y Moseley (ambos hijos únicos) para que les dispensen del servicio para que no dejen solos a sus padres.

Esto a William no le hará ninguna gracia (que tiene muchas ganas de servir, su padre no le deja presentarse voluntario y encuentra raro que no le llamen a filas) y finalmente la condesa le dirá a Carlson que no interceda por él ni por Moseley, aunque éste último será el mismo quien le diga a Carlson que si tiene una enfermedad para no tener que ir.

Al final William será llamado a filas y acabará como ayuda de cámara de Matthew. Sin embargo la cosa no tendrá un final feliz ya que después de un primer susto en el que ambos son dados por desaparecidos en una misión para finalmente regresar sanos y salvos, los dos serán heridos en una batalla, con William interponiendo su cuerpo para proteger a Matthew, lo que hace que William sufra un daño irreparable en los pulmones que le terminará provocando la muerte.

Gracias a la intercesión de la condesa viuda y de Edith, William será llevado a Downton (que es un hospital para oficiales) para que pueda morir rodeado de los suyos. Por cierto, antes de morir William se casa con Daisy para que ésta pueda recibir la pensión de viudedaz y también para que su padre no se quede sólo (como el padre de William le dirá más adelante a Daisy).

Durante todo el proceso, Daisy lo pasa fatal porque lo que empezó como una mentira inocente para animar a William (el decirle que le quería y que sería su novia), termina convirtiéndose en algo más serio porque la señora Patmore le dice que siga con la historia hasta el final de la guerra para que William tenga algo por lo que luchar. Es por esto que Daisy se siente culpable por seguirle la corriente a William y por casarse con él y por lo que, en un principio, no quiere aceptar la pensión de viudedaz. Sin embargo, una charla con el padre de Daisy, que ha decidido adoptarla como hija le hará darse cuenta de que gracias a su mentira William fue feliz y que gracias a ella, el padre de William y ella han encontrado alguien al que querer.

Por su parte, Matthew al caer, se golpeará en la espalda. Golpe que le dejará paralítico y sin la posibilidad de engendrar hijos al tener, según el doctor Carlson, la espalda rota y estar su lesión en la zona donde se controlan tanto el funcionamiento de las piernas como la actividad sexual.

Sin embargo, el doctor Carlson se equivocará en su diagnóstico (algo que ya sospechaba un especialista al que trajeron de la ciudad y cuya opinión Carlson no compartió con la familia) y Matthew podrá volver a caminar ya que en realidad no tenía la espalda rota sino un hematoma que al irse descompriendo hizo que Matthew recuperara la parte inferior de su cuepo.

Todo el asunto de la parálisis dejará a Matthew muy deprimido y taciturno y hará que rompa con Lavinia, la chica con la que se había prometido durante el tiempo que ha estado separado de los Crawley. Según Matthew, el no puede obligar a Lavinia a casarse con alguien con el que no va a poder mantener relaciones y que no le va a poder dar hijos.

En paralelo, y viendo que Matthew ha rehecho su vida, Mary (a pesar de que sigue enamorada de Matthew, algo por lo que la vemos pasarlo fatal) se ha prometido con un rico empresario dueño de múltiples periódicos llamado Richard Carslile, hombre implacable que no le gusta nada de nada a la familia ya que es rudo y abrupto y tiene un cierto resentimiento hacia los Crawley por ser gente a la que se ha dado todo mientras él se ha hecho a si mismo.

Richard llevará muy mal la evidente predilección de Mary por su primo, algo que se evidenciará cuando éste quede paralítico y Mary se convierta en su enfermera honoraria y se pase las horas muertas con el por los rincones de Downton mientras Matthew se queja amargamente de su destino.

Pero Lavinia terminará volviendo a Downton, en parte por la intervención de Richard y Cora y ocupará el puesto de Mary como cuidadora de Matthew, para alegría de Richard y tristeza de Mary, tristeza que aumentará cuando Matthew vuelva a caminar y reanude su compromiso con Lavinia.

Es entonces cuando la condesa viuda toma cartas en el asunto y va a hablar con Matthew para informarle de que Mary sigue enamorada de él y pedirle que case con ella y no con Lavinia, algo que éste le dirá que es imposible ya que después de que Lavinia se comprometió a cuidar de él a pesar de la dura vida que llevaría cuando estaba enfermo, ahora él no puede darle la espalda. Esta respuesta hará que la condesa viuda acepte que Matthew se case con Lavinia aduciendo que él es un hombre de honor y que no esperaba menos de él (aunque tenía que intentarlo).

Esta conversación es el último intento de la familia para que Matthew y Mary estén juntos después de que lady Violet y su hija Rosamund averigüen un turbio asunto de espionaje que involucraba a Lavinia y a Richard Carslile y del que informaron a Mary para que se lo contara a Matthew y éste rompiera el compromiso y que Mary no fuera capaz de hacerlo después de hablar con Lavinia y de que Carson animara a lady Mary a decirle sus sentimientos a Matthew para que ésta nuevamente cambiara de opinión tras hablar con Lavinia y sus sentimientos por Matthew.

Sin embargo, esta conversación con lady Violet removerá tanto a Matthew que, días más tarde, terminará hablando con Mary del tema y ambos terminarán besándose con Matthew confesándole que si pudiera, haría lo que su abuela le pide pero que le debe a Lavinia casarse con ella.

Pero Matthew no escoge nada bien el momento ya que no sólo se está produciendo un estallido de gripe española en la casa (con Cora y Carson cayendo enfermos) sino que Lavinia les termina viendo y oyendo y tras caer ella también enferma, habla con Matthew para insinuarle que deberían romper el compromiso.

Lavinia termina muriendo y Matthew está convencido de que es por culpa de él, bueno de él y de Mary, ya que después de verles Lavinia perdió las ganas de vivir. Es por esto que se obstina en que Mary y él no deben estar juntos ya que no se merecen ser felices (algo que Isobel piensa que es una pésima decisión según le hace saber a su hijo en varias ocasiones).

En vista de la decisión de Matthew y también de que Richard le hace insinuaciones cada vez menos sutiles acerca de lo mal que lo pasará sino hace lo que él dice, Mary decide seguir adelante con la boda a pesar de que nadie de su familia le gusta y ella se ve cada vez más incómoda con él.

De hecho, después de un incidente especialmente desagradable en el que Richard agarra a Mary por el brazo en el comedor de forma bastante poco amistosa delante de Matthew y Robert, Robert va a hablar con Cora sobre el tema y se pregunta si Carslile tiene algo que obligue a Mary a casarse con él cuando parece claramente no soportarle.

Es entonces cuando Cora decidirá que por fin ha llegado el momento de contarle la verdad a Robert sobre el asunto del diplomático turco muriendo en la cama de Mary, algo que Robert se tomará bastante mejor de lo esperado, la verdad. De hecho, hablará con su hija para decirle que no tiene que casarse con Richard si no quiere, que soportarán el escándalo, recomendándole irse a Nueva York con su abuela materna hasta que se pase todo y que se busque un vaquero americano.

En paralelo a esto, después de la escena con Richard, Matthew va a hablar con Mary para preguntarle qué está pasando y decirle que no tiene por qué casarse con Carslile. Sin embargo Mary, insiste en que debe hacerlo porque sino, Richard sacará algo a la luz que haría que él la despreciara.

Mary no quiere entrar más en el tema y da la conversación por concluida pero más adelante, Matthew le volverá a preguntar y Mary terminará contándole todo. Esto deja a Matthew bastante conmocionado aunque sigue insistiéndole a Mary para que, a pesar de todo, no se case con Carslile, ya que según él, Mary es fuerte y puede aguantarlo todo.

Entre lo que le dice su padre y lo que le dice Matthew, Mary termina decidiendo dejar a Carslile, que no se tomará demasiado bien la noticia y volverá a amenazar con hundirla. Al oir los gritos, Matthew entra en la sala y después de que Carslile le dijera que Lavinia siempre supo que no la quería, terminan liándose a puñetazos hasta que Robert entra en la sala y más o menos invita a Richard a irse al día siguiente.

Finalmente, y después de mucha indecisión, Matthew llegará a la conclusión de que Lavinia no habría querido verle infeliz y termina proponiéndole matrimonio a Mary (en una escena muy cuqui) después del baile que los Crawley organizan todos los años para los sirvientes. Y sólo les ha costado ocho años llegar a este punto, angelitos..

En otro orden de cosas, dentro de las tramas relacionadas con la primera guerra mundial, también veremos como una de las doncellas de Downton, Ethel, empieza una relación con uno de los oficiales que están ingresados en la casa. Esta relación será descubierta por la señora Hughes y despedirá a Ethel a causa de ello.

Eso si, meses más tarde, Ethel volverá a Downton para hablar con la señora Hughes, ya que el oficial la dejó embarazada y a pesar de que le ha escrito numerosas cartas para que se haga cargo de su hijo, él no quiere saber nada de él. Ethel quiere que la señora Hughes la ayude, hablando con Cora para que ella a su vez hable con el oficial para que reconozca a su hijo.

Sin embargo, el oficial ha muerto en la guerra y lo máximo que puede hacer Cora es invitar a sus padres a Downton para hablar con ellos y mencionarles la existencia de Ethel y su hijo.

El día que los padres del oficial llegan a Downton, la señora Hughes le pide a Ethel que vaya con su hijo a la casa pero deberá esperar a las cocinas y sólo se mostrará ante los padres del oficial si ella va a buscarla.

Pero Ethel no le hace caso a la señora Hughes y se presenta de sopetón ante el matrimonio, que se enfadará mucho al verla (bueno, en realidad se enfadará el hombre porque la mujer es evidente que si está receptiva al caso de Ethel) y se irán de Downton muy ofendidos.

Más adelante, la mujer consigue convencer a su marido para ir a hablar con Ethel y el hombre le ofrece un trato. Su hijo, Charlie, se criará con ellos y será educado como un miembro de la alta sociedad, como su heredero. Pero Ethel no podrá tener contacto con él. Para el niño, tanto su madre como su padre habrán muerto.

Aunque el trato parece bueno para el niño, Ethel después de pensárselo un tiempo, rechaza la oferta del matrimonio aduciendo que su hijo con quien mejor estará es con su madre.

En cuanto a la trama de Bates y Anna, esta temporada han pasado muchas, muchas cosas y tristemente la mayoría malas. Qué pena me dan estos dos, con lo buena gente que son y la mala suerte que tienen.

Primero Bates se tiene que ir de Downton cuando su mujer Vera aparece por allí (cortesía de la petarda de la señorita O'Brian que la escribió para informarle de que Bates estaba en Downton porque claro lo de dejar de intentar fastidiar a Bates no entra dentro de su código ético. Vamos, que hasta Thomas la dijo que dejara el tema y ella erre que erre) y le chantajea para que se vaya con ella (y el dinero de la madre de Bates con ellos) a cambio de no revelar el secreto de Mary y el señor Pamuk (desde luego esta escena es una mina generando tramas en esta serie) del que se ha enterado mientras trabajaba como doncella en una casa de Londres.

Más tarde Bates se enterará de que Vera le ha sido infiel lo que le da la posibilidad de poder divorciarse por lo que se volverá a separar de Vera e irá a trabajar a un pub cerca de Downton para poder estar cerca de Anna, ante la que no quiere presentarse hasta que no haya obtenido el divorcio.

Pero Bates cometerá un error de cálculo cuando Anna le ve en el pueblo uno de los días que baja a hacer recados (días que Bates conocía perfectamente y que aprovechaba para intentar verla a lo lejos) y no para hasta averiguar donde está Bates.

Unas cosa llevan a otras y todo el mundo se termina enterando de que Bates está trabajando en el pub, llegando incluso a oídos de Robert que va personalmente a convencerle para que vuelva a la casa a trabajar para él (Robert se sentía muy avergonzado de cómo había dejado que Bates se fuera).

Bates volverá a la casa y cuando, una vez más, las cosas parece que les van a salir bien (el divorcio es casi un hecho y Anna y Bates ya están pensando en su boda), Vera se enterará de que Bates está nuevamente en Downton y como venganza va a hablar con el juez para informarle de que Bates le dio dinero para que se divorciaran, lo que provocará un parón en el proceso de divorcio.

Esto enfada mucho a Bates que va a Londres a hablar con Vera y tiene el poco juicio de emitir palabras amenazantes sobre ella ante algunos de los otros criados antes de marcharse. Además, cuando vuelve, tiene la cara marcada como si se hubiera estado peleando con alguien.

Al día siguiente de su vuelta, Bates recibe un telegrama informándole de que Vera ha muerto. Aparentemente se ha suicidado. Pero evidentemente, teniendo en cuenta la mala relación entre Vera y Bates, tanto Anna como él piensan que sólo es cosa de tiempo antes de que la policía se presente allí para hacerle unas preguntas o incluso acusarle de asesinato.

Es por esto que deciden casarse para que Anna tenga todos los privilegios de una esposa en caso de que pase lo peor, que como estamos hablando de Anna y Bates evidentemente se da y Bates termina acusado de asesinato y encarcelado.

Durante el juicio, la acusación llama a declarar a la señora Hughes y a la señorita O'Brian mientras que por la defensa presta declaración Robert (al que han acompañado al juicio Mary, Matthew e Isobel para apoyar moralmente a Anna y a Bates). Pero ninguno de los tres ayuda demasiado Bates que termina siendo declarado culpable, aunque finalmente conmutarán la pena de muerte por cadena perpetua.

Por otro lado, vemos a Sybil convertirse en enfermera (entre otras cosas gracias al apoyo de Isobel y sorprendentemente de la condesa viuda) y trabajar en el hospital del pueblo durante la guerra, acostumbrándose a una vida que no es capaz de dejar después de terminada la guerra.

Además, en paralelo, Sybil se ve correspondiendo los sentimientos de Tom y planeando una fuga que se verá abortada por la intervención de sus hermanas, que la hacen volver a casa aduciendo que es mejor que lo hable con sus padres, aunque lo acepten mal, antes de que fugarse a traición por la noche.

Lógicamente la conversación no irá muy allá pero al menos Sybil le expone su caso a su padre, que aunque no es que esté entusiasmado ante la idea de ver casarse a su hija con un antiguo chofer (ahora metido a periodista) y que se vaya a vivir a  Dublín, terminará asimilando la noticia, haciendo que la marcha de la pareja sea menos traumática de lo que en un principio podría parecer. Eso si, mucha culpa de esto la tiene la condesa viuda, que convence a su hijo para que al menos los escuche si no quiere perder a su hija.

Por otro lado, Edith por fin encontrará una ocupación que la hace sentirse realizada: ayudar a los oficiales acogidos en Downton durante la guerra, escribiéndoles cartas y proporcionándoles libros y otras cosas que necesiten para sentirse menos desgraciados.

Aunque Edith, para no perder la costumbre, también sufrirá un desengaño, cuando un oficial totalmente desfigurado se presente en la casa como Patrick, el heredero de Robert que supuestamente se ahogó en el Titanic y del que Edith estaba completamente enamorada.

Edith será la única que crea la historia del supuesto Patrick (con Mary totalmente en su contra ya que amenazaba los derechos a heredar de Matthew) y aunque Robert (que ni se lo cree ni tiene intención de creérselo porque a estas alturas quiere a Matthew como si fuera su hijo) envía el caso a su abogado de Londres para que verifique la historia de Patrick, éste se terminará yendo dejando la duda de si de verdad se trataba de Patrick Crawley o si en realidad era un amigo suyo canadiense que podría perfectamente estar haciéndose pasar pór él para timar a la familia.

La temporada me ha gustado mucho, mucho (teniendo en cuenta que soy una romántica empedernida eso era fácil). Eso si, con mucho sufrimiento en todos los frentes.

Por un lado, me ha encantado todas las tramas relativas a la Primera Guerra mundial. Me ha parecido que han reflejado hechos muy interesantes: la vida de los soldados en las trincheras y el miedo que en ellas padecían, la vuelta a casa de los soldados, heridos o no, con todos los traumas que acarreaban, la muerte de seres queridos, la situación de las mujeres que quedaban en casa esperando la vuelta de sus novios/maridos...

En este sentido la trama de William/Daisy creo que ha sido la que más me ha gustado, aunque hubiera veces que Daisy me desesperara porque no entendía lo que la señora Patmore o la señora Hughes le intentaban decir cuando le pedían que fingiera quererle para que William fuera feliz.

La muerte de William ha sido posiblemente uno de los acontecimientos más tristes de toda la temporada sino el que más. Era un amor de chico y además hijo único (su pobre padre me ha dado mucha, mucha pena), lo que acentuaba más el drama pero era evidente que alguno de los personajes de la serie tenía que morir para darle más sensación de realidad a las tramas de la  guerra.

Muy bonito ha sido que Daisy aceptara "ocupar" el puesto de William y que el padre de éste (que era igual de amor que su hijo) no se quedara tan solo.

Además, esta trama también ha servido para  que me guste aún más la condesa viuda que no sólo intentó interceder para que no se llevaran a William por ser hijo único sino que cuando le hieren, ella y Edith mueven cielo y tierra para conseguir llevarle a Downton a pesar de no ser oficial para que pueda morir allí rodeado de los suyos.

Otro aspecto interesante de la guerra que nos han mostrado ha sido la situación de los heridos (y sus familias) al volver a casa con Matthew quedando paralítico. Vale que la resolución de esta trama ha sido uno de los suspensions of desbelief más grandes que yo he visto en una serie (eso de pasar de no puedo andar, a siento un cosquilleo a levantarme ha quedado muyyyyyyyy forzado. Al menos luego lo han intentado mitigar haciendo que Matthew llevara un bastón) pero toda la parte previa de la depresión de Matthew y su cambio de carácter me ha gustado mucho.

En este sentido también me ha gustado cómo han tratado la parte de las heridas no físicas sino mentales con Lang y el estrés post-traumático, trama que además ha servido para humanizar un poco a la señorita O'Brian (que ha mejorado esta temporada porque al menos ha empezado a arrepentirse de las cosas chungas que ha hecho pero a la que sigo sin perdonar lo de la pastilla de jabón).

También interesante me ha parecido el papel de Thomas en estas tramas (un Thomas que sin ser bueno, buenísimo creo que ha dejado de ser el malvado oficial de la serie). Encontrarse en el frente de sopetón cuando pensaba que en el cuerpo médico estaba a salvo para terminar forzando una herida que le deja desfigurada la mano para salir de allí porque ya no podía más. Me gustó su pequeña escena con Matthew (dos personajes que no interacionarían normalmente) y que más adelante los guionistas mostraran continuidad y le viéramos diciendo que Matthew era un buen hombre al recordar ese encuentro.

Siguiendo con Thomas, no es que le hayan redimido pero al menos esta temporada ha dejado de meterse en los asuntos de los demás para ocuparse de los suyos propios, aunque eso si, sin perder su mala baba habitual (el comentario a William sobre su madre fallecida demostró muy mal gusto).

Desde luego, Thomas es un trepa que se busca muy bien la vida. Sólo hay que ver cómo se las apaña para que le dejen a cargo de la intendencia de Downton cuando la casa se convierte en una casa de convalecencia, aunque fuera con ayuda de O'Brian o cómo consigue que le vuelvan a readmitir en la casa a pesar de que prácticamente nadie (sir Robert, Carson, Bates, la señora Hughes y hasta Mary) se fía de él.

Además, a Thomas los guionistas también le han utilizado para tratar el asunto del racionamiento y el mercado negro lo que me ha parecido muy inteligente por su parte porque Thomas es un personaje al que le va meterse en esas historias y pega mucho con el periodo histórico que traten el tema.

En otro orden de cosas, los guionistas parecen disfrutar haciendo que Bates y Anna lo pasen mal, con lo majísimos que son los dos. Desde luego en esta temporada se han enseñado pero bien. Primero les hacen separarse con Bates yéndose de Downton (haciendo que le viéramos poquísimo en los primeros episodios de la temporada) y Anna pasándolo fatal. Y luego, cuando esto se soluciona y parece que las cosas ya les van a salir bien, Vera muere, detienen a Bates por su muerte y le condenan a cadena perpetua. Vale que también nos han dado una boda muy bonita y una noche de bodas muy romántica gracias al regalo de lady Mary a Anna (de vez en cuando Mary nos sorprende con detalles de estos que no le pegan nada), pero casi que no compensa. Quiero que les dejen ser felices que los pobres se lo merecen, que son demasiado buena gente los dos para que les pasen tantas desgracias.

Por otro lado en esta temporada por fin han desarrollado la trama de Tom y Sybill, que ha terminado quedándoles muy bien (Tom y Sybill molan mucho y eso ayuda). Vale que al principio veía el acoso y derribo de Tom un poco forzado y me daba la sensación de que Sybill quería más la libertad de poder trabajar y vivir su vida sin interferencias que a Tom, pero al final me han terminado convenciendo.

Me han resultado ambos muy maduros y con las ideas muy claras de cómo querían vivir su vida (lo que comparado con el melodrama de indecisión de Mary y Matthew resultaba refrescante). Al principio no me entusiasmó que Mary y Edith interrumpieran su fuga, aunque me encantó que Edith cogiera el coche para poder alcanzarles, pero al final se ha demostrado que tenían razón ya que Sybill ha podido hacer las cosas en condiciones, quedando bien con su familia sin renunciar a casarse con Tom.

Por cierto, que mucha culpa de que las cosas se arreglaran la ha tenido la condesa viuda, siendo capaz de escuchar y de que su hijo escuchara las razones de Sybill aunque no la entusiasmaran. Ese momento en el que le cuenta a su hijo las relaciones de Tom que se va a inventar para darle más fuste a la boda, ha sido muy grande.

En esta trama el que peor ha quedado ha sido Robert, aunque su papel fuera comprensible. Lo de ofrecer dinero a Tom para que se fuera con Sybill ha sido lógico y bajuno a partes iguales. También un poco tonto, las cosas como son, teniendo en cuenta que Robert conoce las ideas de Tom y que eso debería haberle dado una pista sobre que no solo no cogería el dinero sino que se vería insultado por esa acción.

Siguiendo con Robert, hay que reconocer que en esta temporada no ha estado especialmente fino, sobre todo en lo relativo a Jane (besarse con ella mientras Cora estaba muy grave ha sido muy, muy feo), aunque se haya redimido en parte por su apoyo incondicional a Matthew, incluso cuando éste estaba paralítico y se creía que no podría tener hijos (algo que por ejemplo Cora no ha hecho) y su reacción a la historia de Mary y Pamuk.

Por cierto, que una de las cosas que menos me han gustado de esta temporada es que se "comieran" escenas que podrían haber sido interesantes como la conversación entre Robert y Cora sobre Pamuk o la de Matthew y Mary sobre el mismo tema. Vale que la serie es muy, muy rápida y cuentan muchas cosas por episodio y hay que dar por entendidas determinadas escenas para que esto suceda, pero hay veces que echo en falta más detalles. Lo de la historia de Pamuk me ha llamado especialmente la atención porque le han dado tanta importancia durante las dos primeras temporadas que tenía muchas ganas de ver enteras esas conversaciones y me han dejado un poco chafada.

En otro orden de cosas, la trama de Isobel y Cora (con Violet de fondo) luchando por el control de Downton cuando la casa estaba convertida en un hospital me ha gustado (me ha parecido que ha habido unas cuantas escenas muy, muy inteligentes como por ejemplo cuando la condesa viuda se las apaña para sutilmente cambiar los intereses de Isobel hacia otra causa pero claro es que la condesa viuda es lo más) pero me ha terminado cansando un poco porque han alargado la misma historia  durante demasiados capítulos (cosa rara en esta serie).

Isobel me cae bien y es muy buena mujer pero hay veces que es demasiado intensa y metementodo. Cora es la señora de Downton y me ha parecido un tanto fuera de lugar que Isobel quisiera mandar tanto (si hasta Matthew le ha hecho algún comentario al respecto).

Otra trama que me ha gustado mucho ha sido la de la señora Hughes y Ethel, que me ha dado mucha, mucha penita, aunque en cierto modo Ethel se buscara lo que le estaba pasando.

También me ha resultado muy tierno Carson en su amor incondicional por Mary, aunque resulte poco entendible teniendo en cuenta cómo es Mary, tal y como le dice la señora Hughes. Eso si, la escena en la que Carson le cuenta a la señora Hughes la anécdota de cuando Mary era pequeña me ha parecido preciosa. Esta temporada ha habido veces que me han dado ganas de darle un abrazo al pobre Carson, tan sobrepasado por los acontecimientos debido a la falta de personal por culpa de la guerra.

En cuanto al triángulo, cuadrángulo, melodrama de Mary y Matthew, pues a ver, parto de la base de que Matthew es, junto con la condesa viuda, mi personaje favorito (aunque Tom ha ganado muchos puntos conmigo esta temporada) y que la historia de Mary y Matthew me encanta (creo que Mary es infinitamente más soportable cuando está Matthew presente), pero esta temporada les hubiera dado de collejas a los dos, sobre todo a él (Matthew es adorable, honesto y encantador pero es MUY melodramático) porque de verdad qué manera de sufrir de forma tan tonta han tenido y sobre todo durante cuánto tiempo (¡¡se supone que en tiempo de la serie han sido 8 años!!).

Para empezar Matthew la fastidió cuando permitió que su orgullo se interpusiera y retirara su oferta de matrimonio a Mary cuando era evidente que los dos se querían y luego la fastidió más buscándose una novia sosísima y con la que no tenía química (Lavinia me parecía un encanto pero Matthew no se acercaba a ella ni por casualidad. Vamos, que los guionistas se han esforzado en crear el personaje más insulso ever para que no nos encariñáramos con ella).

A todas estas tenemos a Mary intentando hacer lo correcto (cosa rara en ella, más le hubiera valido que hubiera sacado la mala baba que destila en sus interacciones con Edith) intentando no interponerse entre Matthew y Lavinia, incluso intentando hacerse amiga de ella, sufriendo en silencio y buscándose un prometido completamente insoportable y aborrecible (me costó reconocer al Jorah Mormon de "Juego de Tronos", Iain Glenn no parecía el mismo), al que la audiencia iba a odiar si o si.

Sin embargo, a partir de que a Matthew le hieren, Mary se vuelve muy, muy obvia (la escena de la discusión sobre la aparición del falso Patrick y la defensa encendida de los derechos de Matthew por parte de Mary es un absoluto canteo) y todo el mundo se da cuenta (si no lo sabía ya) de que sigue enamorada de Matthew, empezando por su propio prometido (tampoco ayuda que cada vez que aparezca Matthew, Mary deje a quien sea con la palabra en la boca para irse a hablar con él). Bueno, todo el mundo no, porque Matthew vive en la inopia y es el único que no se da cuenta hasta que la condesa viuda (que está metida en todos los fregados) se lo hace saber.

Pero no hace nada hasta que a dos días de la boda y cuando media casa está enferma de gripe española (si, un momento estupendo.. *modo irónico off) decide besar a Mary y contarle lo que su abuela le había dicho y que querría hacerlo pero que le debe a Lavinia casarse con ella después de que ella estuviera dispuesta a renunciar a todo por él después de que él la echara de su lado aduciendo que no quería hacerla infeliz (bonito detalle en consonancia con el espíritu de mártir y de autoflagelación propio de Matthew).

La muerte repentina de Lavinia, después de haberles visto y oído, y el sentimiento de culpa de Matthew harán que decida que él y Mary tienen que ser infelices por temas de justicia kármica y se autoprohiba estar con ella (Matthew Crawley, rey del drama, si hasta su madre piensa que eso son chorradas).. hasta que de repente decide que ya ha pasado el periodo de pasar de Mary y empieza a interponerse entre ella y Richard porque éste no le gusta un pelo. Vamos, ni come ni deja comer.

Menos mal que en la escena de la proposición de matrimonio y cuando Mary por fin le cuenta la historia del turco, Matthew vuelve a su ser adorable y encantador porque de verdad soy yo Mary y le pego dos collejas (y repito que Mary no es santo de mi devoción) porque qué manera de marear a la pobre chica.

Matthew mola y es amor, pero esta temporada ha estado poco fino, las cosas como son. Tampoco le han ayudado los guionistas que le han dado unos diálogos y unas escenas un poco vergüenzajenantes. Muy fan de Dan Stevens vendiendo el personaje porque ese dramón había que venderlo.

Eso si, desde el punto de vista emocional y por poco creibles que resulten algunas cosas, shippeo a muerte a Matthew y Mary y durante todo el episodio de la temporada y sobre todo con la escena final, se me ha quedado una sonrisa de tonta impresionante.

En fin, veremos qué nos depara la próxima temporada, si el pobre Bates consigue demostrar su inocencia, si Mary y Matthew por fin se casan y cómo les va a Tom y Sybil en su nueva vida de casados.

LO MEJOR: Maggie Smith y su condesa viuda  son lo más grande de la serie, los actores, lo cuidado que está todo

LO PEOR: Que los guionistas hicieran tan sosa a Lavinia y tan chungo a Richard para que resultara aún más evidente que Mary y Matthew son almas gemelas

PUNTUACIÓN: 9.5/10

4 comentarios:

  1. Hola, puck!!!

    Magnífico resumen de la segunda temporada. La serie es maravillosa, con una gran ambientación, preciosos decorados y unos diálogos muy cuidados.

    Coincido en que lo de Matthew y su "curación" fue muy forzado, Lavinia daba pena y veía a la legua que ese personaje no duraría mucho. Richard cae fatal, una de las mejores escenas es precisamente su "despedida" :
    Richard Carlisle: “Me voy por la mañana Lady Grantham. Dudo que nos volvamos a ver”.
    Respuesta de Violet: “¿Lo promete?”.

    Bates y Anna me dan pena porque lso guionistas no les dan tregua, siempre ocurre algo que les impide ser felices. La condesa es total, el mejor personaje, recuerdo que volví a ver las primeras temporadas para apuntar sus frases.

    Me gustó la declaración de Matthew y me resultó curiosa la fiestas donde los señores bailan con el servicio.

    Esperando ver tu comentario-resumen-critica de la tercera temporada con escenas muy esperadas y algún mazazo.

    Me ha encantado,como siempre. Saludos y gracias por el tiempo que dedicas a estas entradas.

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    1. ¡Hola Silvia!

      ¡¡Gracias!! Me alegro de que te haya gustado. Al final me salió muy largo pero es que mientras lo escribía se me iban ocurriendo más y más cosas que contar.

      La segunda temporada me ha encantado. Me ha parecido muy bonita y muy romántica (la declaración de Matthew bajo la nieve es tan pero tan bonita..). Además, ver a la prima Violet en plena forma siempre es un placer.

      ¡¡Siiii!! Yo también me quedé con ese detalle de la despedida de Richard, jejeje. ¡Pero qué grande es Violet!

      Lo de la curación de Matthew es un aceptamos pulpo como animal de compañía tremendo pero Matthew es tan majo y adorable que se lo perdono al guionista. Eso si, lo de hacer que Lavinia fuera tan sosa y Richard tan desagradable le quitaba gracia al asunto de si Matthew y Mary volverían a estar juntos. Era evidente que pasaría.

      Te doy la razón, a los guionistas parece divertirles fastidiar a Bates y a Anna porque no les dan un respiro a los pobres.

      Estoy terminando ya la tercera temporada, a ver si me da tiempo pronto a publicar mi comentario, aunque últimamente ando justa de tiempo.

      Como siempre, muchas gracias por leerme. Siempre es un placer leer tus comentarios.

      Un saludo

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  2. Lavinia muere del mal de la época.decían que murió mucha gente joven.en Inglaterra no paso lo de la revolución francesa por que tenían otro sistema pero pasaba que un criado debía Seguir siendo eso.así como su padre lo habría sido.por eso la gente se fue a Estados Unidos y a otros países a prosperar.

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    1. Me parece muy interesante lo que dices. Creo recordar que en un documental que vi sobre la primera guerra mundial escuché justo eso. Que al acabar la guerra mucha gente, sobre todo joven, murió por culpa de la gripe.

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