(Contiene spoilers)
Buen capítulo de Castle esta semana, con un caso bastante interesante (el asesino me ha resultado bastante sorprendente) y abriendo un tema muy interesante para el capítulo final de temporada de la semana que viene.
El episodio empieza con nuestra víctima de la semana, que va andando por la calle mirando a todos lados como si tuviera miedo de que alguien le siguiera. El hombre parece que se relaja al llegar a su coche, justo en ese momento el coche vuela por los aires.
Mientras tanto, Castle está jugando con un tanque teledirigido en su apartamento, aprovechando la cámara que tiene el juguete escondido para espiar a Beckett mientras se viste (si, es un poco absurdo puesto que son pareja y ya la habrá visto mil veces, pero es Castle y sus cosas). En el momento en que Beckett descubre que Castle le espía, les llaman para avisarles del asesinato.
Al llegar a la escena del crimen, Espósito y Ryan les informan de que no tienen víctima, ni escena del crimen, ni restos, ni nada. Unos agentes de seguridad nacional bastante antipáticos les dicen que se vayan, que se se ocupan ellos y que como se queden les acusarán de obstrucción a la justicia. Junto a los agentes de seguridad nacional hay otro hombre siniestro rondando la escena del crimen (ey es Carlos Bernard, el gran Tony Almeida de 24. Esta es la semana de las apariciones especiales de actores de 24 en otras series. Carlos Bernard en Castle, Mary Lynn Raskjub en New Girl..).
Ryan descubre un carnet de identidad abandonado con el que consiguen identificar a la víctima y Beckett y Castle van a ver a la viuda y a su hijo. Allí descubren que la víctima era el dueño de una página web que se dedicaba a descubrir conspiraciones del gobierno y empiezan a pensar que el gobierno puede estar detrás del asesinato.
Investigando en la página web descubren que la víctima había expuesto un escándalo de una empresa que estaba perdiendo millones de dólares a causa de ello. Tirando del hilo llegan a una investigadora, contratada por la empresa para espiar a la víctima, fingiendo una relación con ella. Incluso había dejado a su mujer por la chica.
A pesar de tener poco con lo que trabajar, nuestros chicos demuestran lo buenos investigadores que son descubriendo que el coche no voló a causa de una bomba sino debido a que un misil lanzado por un avión no tripulado impactó contra él.
Castle y Beckett van a hablar con los militares para preguntarles por sus aviones, pero éstos, aunque les reciben se niegan a darles ningún tipo de información. Sólo hablaron con ellos para averiguar qué es lo que sabían. Al volver a la comisaria, Castle y Beckett descubren que los militares han confiscado lo poco que les quedaba.
Siguiendo con la investigación, Beckett descubre al ayudante de la víctima, que se estaba manteniendo oculto por miedo. Mientras está hablando con el, aparece el hombre siniestro de la escena del crimen, pero Beckett le detiene y se lo lleva a comisaria.
Una vez alli se niega a decir nada y Beckett recibe una llamada del fiscal general para que le libere. Ella acepta pero a cambio exige respuestas. Resulta que el hombre siniestro, llamado Stack, trabaja como invesigador para la fiscalía general. La víctima era una persona de interés para distintas agencias y al fiscal general le interesaba mantenerle controlado. Por eso ha mandado a su agente para que investigue su muerte.
Stack comparte parte de lo que sabe con el equipo. Resulta que el avión no tripulado que mató a la víctima, fue hackeado mientras hacía pruebas y les pone sobre la pista de un genio informático que antes trabajaba para los militares pero que ahora se opone a sus planes.
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| Castle y el agente Stack (Carlos Bernard) |
Atando cabos, el equipo piensa que el que está detrás de la muerte de la víctima es su ayudante, ya que sólo el y la víctima disponían del software que les pasó el informático. Pero cuando van a detenerlo el ayudante ha salido del pais en dirección a Beirut.
No obstante, Stack avisa al fiscal general, que hace unas cuantas llamadas y en menos de lo que se imaginan, Beckett y compañía tienen al ayudante de la víctima en la comisaria.
Al final resulta que tampoco fue el quien mató a la víctima, sino que en un giro inesperado se descubre que fue su hijo, que estaba enfadado con su padre por haber dejado a su madre y haberse portado mal en general con ellos.
Finalmente antes de irse, Stack le ofrece a Beckett un trabajo en la fiscalía general, trabajando como investigadora (y a Beckett se le iluminan los ojos cuando Stack le dice que tendrá todo tipo de recursos para sus investigaciones. Vamos que lo de hacer dar la vuelta a un avión en el aire debe ser cosa de todos los días en la fiscalía general..). Pero el trabajo es Washingtong DC. Beckett le dice que se lo pensará.
El episodio termina con Beckett quedándose pensativa, reflexionando sobre qué es lo que debe hacer.
Y así ya tenemos tema para el episodio final de temporada, ¿qué hara Beckett? ¿Se quedará con Castle o se mudará a Washintong?
Hay que decir que la pregunta tampoco parece tan determinante. Castle, con el trabajo que tiene puede irse perfectamente a vivir con ella allí, más ahora que Alexis está en la universidad.
El caso ha estado bien, quizá un poco rocambolesco. He terminado un poco agotada siguiendo todo el curso de la investigación.
Me ha gustado Carlos Bernard en su papel.
Poquísima participación de los secundarios. Sólo han salido Ryan y Espósito y de refilón. Se echa de menos a Martha, a la capitán, a Laney, cuando no están.
A ver qué nos depara la semana que viene el final de temporada.
LO MEJOR: El caso ha tenido ritmo, el asesino ha sido inesperado
LO PEOR: He echado de menos a los secundarios
PUNTUACIÓN: 8,5/10
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