jueves, 11 de agosto de 2016
HOMELAND 5X12 A FALSE GLIMMER
(contiene spoilers)
Buen episodio de Homeland que, sin ser tan anticlimático como el final de la temporada pasada, ha sido mucho menos intenso de lo que en un principio podría haberse esperado.
Que Carrie evite el ataque terrorista en los primeros quince minutos del episodio y que Saul "elimine" a Allison de esa forma tan sosa, le ha quitado bastante gracia al asunto, las cosas como son.
Por cierto, me parece fatal que para Carrie el pobre Quinn, esté en el estado en el que esté, sea siempre lo último. Vale que intente arreglar su relación con Jonas pero, ¿irse a cenar a casa de Otto? Eso no pegaba absolutamente nada (por no hablar que ha provocado la escena más raruna de todo el episodio).
El episodio empieza donde terminó el anterior, con Carrie corriendo detrás de Qaasim por los túneles del tren.
Carrie alcanzará a Qaasim e intentará convencerle para que participe en su plan para detener a Bibi. Pero como este plan incluye que Qaasim dispare a Bibi y son familia (a pesar de la amenaza que hizo Bibi contra la madre de Qaasim en el episodio anterior), Qaasim se negará a disparar a su primo. Eso si, le dice a Carrie que intentará convencerle para que desista de llevar a cabo el ataque.
Lógicamente, y como ya nos esperábamos conociendo a Bibi, esta charla no surtirá ningún tipo de efecto y sólo servirá para que Bibi dispare a su primo y ambos se enzarcen en una pelea, que terminará Carrie disparando a Bibi.
Qaasim, al que Carrie ha identificado como la persona que le inyectó la atropina a Quinn para evitar que muriera, morirá en los brazos de Carrie, algo que la dejará bastante traumatizada y que hará que reniegue de todo halago cuando Saul acude a felicitarla. Qaasim es el verdadero héroe.
Una vez evitado el ataque terrorista, Carrie irá a la casa que comparte con Jonas, esperando hablar con él, pero como no le encuentra allí y está agotada, se meterá en la cama y se quedará dormida hasta que Jonas llega, mucho más tarde.
Jonas y Carrie se acostarán, algo que hace que Carrie piense que todos sus problemas se han resuelto. Opinión que no comparte Jonas, que no tiene ganas de pasarse toda su vida mirando por encima del hombro por si les acecha algún peligro. Jonas no quiere eso ni para él ni para sus hijos (recordemos el secuestro que sufrió su hijo cortesía de Quinn).
Carrie se tomará esto muy mal y es entonces cuando se acordará de que tiene a un amigo al borde de la muerte y decide ir a ver a Quinn. Pero al llegar al hospital, Carrie se encuentra su habitación vacía y con signos evidentes de que al paciente que la ocupaba le había ocurrido algo muy grave.
Al ver la habitación, Carrie se pondrá bastante histérica y una enfermera tendrá que tranquilizarla al tiempo que le informa de que Quinn sufrió un infarto que le provocó daños importantes en el cerebro y lleva un par de horas en el quirófano.
Carrie le pedirá a la enfermera que le indique donde está la capilla y allí esperará noticias de la operación de Quinn hasta que el médico con el que Saul y ella hablaron en el episodio anterior se acerca y le informa de que Quinn ha sobrevivido la operación pero su función cerebral está muy dañada.
El médico lleva a Carrie a ver a Quinn y su estado le impresionará mucho. Tanto, como para echarse la culpa de que se encuentre así (hombre, desde luego lo de despertarle del coma inducido seguro que no ayudó).
Un letrero nos informa de que han pasado cuatro días y Carrie se encuentra a Dar Adal dormido en un sillón cuando entra en la habitación de Quinn (desde luego, con el drama de Quinn estamos viendo a un Dar mucho más emocional que en temporadas anteriores).
Carrie no le despierta y en su lugar procede a aplicarle crema a Quinn en las manos y en la cara. Quinn tiene bastante mala pinta aunque al menos ya no está intubado.
Dar terminará despertándose y preguntándole a Carrie cuál es el pronóstico, que no es muy esperanzador ya que Quinn aún no ha despertado y a medida que pasa el tiempo sin hacerlo, disminuyen sus posibilidades de supervivencia y sobre todo aumentan las de daño cerebral.
Esto hará que Dar se ponga sentimental y le cuente a Carrie la historia de Quinn de cómo le encontró cuando tenía 16 años en Baltimore en una casa de acogida porque estaban buscando un adolescente para una misión de infiltración concreta. Dos años más tarde, Dar le patrocinó para que empezara su entrenamiento en la CIA, convirtiéndose en el agente más joven en hacerlo.
Antes de irse, Dar le dirá que Quinn la había hecho beneficiaria de todos sus bienes y le entrega la famosa carta que le vimos escribir la temporada pasada que tenía que ser entregada en caso de que muriera.
Una vez se ha ido Dar, Carrie empieza a leer la carta pero será interrumpida por Saul, que quiere ofrecerle otra vez un trabajo en la CIA, algo que Carrie rechazará pese a los intentos de Saul por convencerla aduciendo que la necesita. Según Carrie ella ya no es esa persona.
Más tarde, vemos como Carrie le cuenta la conversación a Otto, con quien ha ido a cenar a su casa y que le hará la proposición más rara y ambigua ever ya que no se sabe a ciencia cierta si le ofrece dirigir la fundación con él o además de eso, matrimonio. Desde luego, Carrie se quedará tan perpleja como la audiencia.
Finalmente, la trama de Carrie esta temporada se cerrará con un voiceover de Quinn leyendo lo que le había escrito en su carta a Carrie, mientras vemos a ésta andando por los pasillos del hospital en dirección a la habitación de Quinn.
En la carta, Quinn le dice que finalmente la oscuridad ha podido con él y que, por mucho que lo ha intentado dejar, siempre ha vuelto a ella. También le confiesa que la quiere, algo que a estas alturas Carrie tendría que estar ciega para no saber (a ver maja, que Quinn se quería suicidar para salvarte la vida, eso tendría que haber hecho que te dieras cuenta si no lo habías hecho ya con todas las cosas que Quinn había hecho previamente por ti a lo largo de la serie). De todas formas, ahora ya no puede negarlo (como tiene toda la pinta de que estaba haciendo hasta ahora).
Al llegar a la habitación, la intención de Carrie es clara, atrancando la puerta y bajando las persianas: acabar con el sufrimiento de Quinn. Sin embargo, no queda nada claro que lo haga ya que cuando está a punto de hacerlo, una luz entra por la ventana en plan místico y Carrie parece tener una revelación.
Espero que si Quinn sobrevive en unas condiciones minimamente dignas, los guionistas le traten bien la próxima temporada (o por lo menos si le tienen que torturar, que al menos le dejen hacer cosas, que esta temporada Quinn se la ha pasado prácticamente toda en una camilla herido) y que Carrie sea clara de una vez con él. Si no está interesada (como parece ser el caso), que se lo diga claramente para que el pobre pueda intentar superarlo de una vez por todas.
En otro orden de cosas, Saul sigue enfadado con el mundo y su nueva misión es pillar a Allison (a la que los rusos van a sacar del país después de curarla a través de un médico ilegal, en una casa en la que claramente se estaba produciendo trata de blancas. Desde luego, los guionistas de Homeland se están cebando pero bien con el servicio secreto ruso).
Para ésto, Saul hace un trato con Iván al que ofrecerá una nueva vida en EEUU. En un principio, Iván se resistirá pero terminará aceptando y Saúl y un equipo de la CIA interceptarán el coche en el que va escondida Allison, al que acribillarán a balazos matando a sus dos ocupantes y a Allison, que iba oculta en el maletero.
En otro orden de cosas, Astrid tiene la desagradable tarea de lidiar con Laura en este episodio. Una Laura, que se verá obligada a retractarse en público en el mismo programa de entrevistas al que acude siempre y acusar al pobre hombre que se suicidó de ser parte de la célula que iba a atentar en Berlín para salvar la cara de los servicios secretos alemanes, a cambio de que Alemania no deporte a Numan (al que han detenido) a Turquía donde seguramente sería ejecutado.
El episodio ha estado bien pero no me ha terminado de convencer que emplearan tan poco tiempo en cerrar la trama del ataque terrorista y sobre todo que lo hicieran en los quince primeros minutos. Como decía anteriormente, me ha resultado anticlimático.
De la misma manera, tampoco me ha gustado cómo han eliminado a Allison. En cierta manera es lógico que la CIA en general (y Saul en particular después de que Iván le contará por qué le habían elegido para que Allison fingiera una relación con él), quisieran hacerla desaparecer con el menor escándalo posible. Pero se merecía haber sido desenmascarada como traidora y juzgada por sus crímenes. De esta manera, ha continuado siendo la mejor agente doble ever cuando en realidad lo hacía fatal. Miranda Otto ha estado estupenda pero el personaje de Allison era sumamente desagrable, egoista en grado sumo y sin que le importara nada salvo el dinero que tenía en sus cuentas en Rusia.
Volviendo a Carrie, la verdad es que tampoco me ha convencido el final de su trama. Ese suplicar a Jonas que vuelva con ella no me parece que vaya con ella. Entiendo que quiera recuperar la sensación de normalidad que había tenido durante esos dos años con él y con Frannie pero era totalmente evidente que, como decía Jonas, lo suyo no iba a funcionar.
Además, tampoco entiendo las reacciones ambivalentes de Carrie con Quinn. Parece que sólo se acuerda de él cuando no tiene otra cosa mejor que hacer y una cosa es que no esté enamorada de él y otra que no sea posiblemente su mejor amigo (y él único que le es leal incondicionalmente) el que esté al borde de la muerte.
Supongo que al final Carrie reconsiderará su intención de desconectar a Quinn y le veremos la próxima temporada, pero a estas alturas y después de lo que le han hecho sufrir al pobre esta temporada, prefiero que no vuelva y descanse en paz, a que le vuelvan a estar torturando cada dos por tres. Y por favor, que Carrie le deje claro a Quinn que no está interesada para que el pobre pueda continuar con su vida de una vez por todas.
Por cierto, espero que Carrie no acepte la oferta de creepy Otto (al que deberiamos haber visto venir después de sus intentos de desprestigiar a Carrie delante de Jonas durante toda la temporada). Ni la de trabajo, ni por supuesto la de matrimonio.
Eso si, muy fan de que Carrie rechazara la oferta de un Saul, que se ha portado fatal con ella durante toda la temporada y que está francamente desquiciado e insoportable.
A estas alturas me cae mejor Dar, que por lo menos ha sido capaz de expresar sentimientos ante lo que le ha pasado al pobre Quinn. Desde luego, Carrie y Saul han estado poco listos, ya que si le hubieran insistido a Dar en el papel que las maquinaciones de Allison habían tenido en que el pobre Quinn hubiera terminado así, igual hubiera puesto más cuidado en la vigilancia de Allison.
Por otro lado, el final de Laura me ha resultado bastante amargo porque, por una parte se lo ha estado ganando a pulso durante toda la temporada por sus aires de superioridad y por poner en peligro cientos de vidas por sus intereses personales pero por otro, el pobre hombre que se suicidó no se merecía que mancharan su imagen así ni tampoco Numan que estuvieran a punto de deportarle a su país donde pendía sobre él la pena de muerte.
En resumen, la temporada me ha gustado aunque he echado de menos que Quinn hiciera más cosas a parte de sufrir como un descosido y me han sobrado muy mucho los ataques de ira de Saul y la aparente incompetencia de Dar Adal. De hecho, lo mejor de la temporada ha sido lo centrada que ha estado Carrie para ser ella.
En fin, veremos qué nos depara la próxima y si Quinn vuelve o no.
LO MEJOR: Que Carrie por fin haya leido la carta, que Carrie haya mandado a pastar a Saul con su oferta de empleo
LO PEOR: El incierto futuro de Quinn, que Allison no sufriera la humillación de ser descubierta, los ataques de ira de Saul
PUNTUACIÓN: 9/10
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