(contiene spoilers)
La segunda temporada de "Unbreakable Kimmy Schmidt", además de casi batir el record guiness de actores invitados (Lisa Kudrow, Jeff Goblum, Josh Charles, David Cross, Fred Armissenn, Jon Hamm, Tina Fey) nos ha traído un mayor desarrollo de todos los personajes y una mayor profundidad en los traumas provocados en Kimmy por el bunker, algo que la serie pedía a gritos desde la temporada pasada.
De esta forma vemos cómo Kimmy va admitiendo a lo largo de la temporada, gracias a la psicóloga Andrea (estupendo personaje que se ha autoregalado Tina Fey) que todavía ni ha superado ni ha asimilado lo que sucedió en el bunker (evidenciado por su incapacidad para llorar o su necesidad casi patológica de ayudar a la gente).
Además, gracias a Andrea, Kimmy también descubre que no todos sus traumas tienen su origen en el bunker sino que muchos de ellos son culpa de su madre. Una pseudo hippy que no se preocupaba lo suficiente antes de que Kimmy fuera secuestrada (ni siquiera le había enseñado a hacerse la lazada de los zapatos y por ello Kimmy siempre llevaba zapatos con cierres de velcro, lo que le ha hecho sentir un odio casi visceral por este material) y que no había sido capaz de comunicarse con su hija una vez que ésta fue liberada.
Poco a poco, Kimmy irá recuperando su estabilidad emocional (y una vida normal) hasta que el último minuto de la temporada, el reverendo la llama para soltarle una bomba. Ha conocido a alguien y se quiere casar, motivo por el cual, ellos no pueden continuar casados.
¿Kimmy casada con el reverendo? Reconozco que eso no me lo veía venir aunque si eso significa que en la próxima temporada volveremos a disfrutar de Jon Hamm y su chaladísimo y grimosísimo reverendo (hay que ver los personajes tan chungos que le suelen tocar a este hombre), por mi perfecto. Eso si, espero que a Tina Fey y compañía no se les vaya tanto la mano dándole protagonismo como la temporada pasada.
Otro que también ha madurado ha sido Tituss, al que por fin parece que le van las cosas bien. Por un lado, ha conseguido encontrar una pareja estable en la persona del mega encantador y majísimo Mickey (que no puede ser más amor aunque se lo propusiera) y por otro, por fin parece que le sonrien las cosas desde el punto de vista profesional ya que a la buena acogida de un monólogo creado por él, se une que ha conseguido un papel en un musical que se va a representar en un crucero y en el que la protagonista es Dionne Warwick.
Por su parte, Jackeline también ha madurado, ya que después de darse cuenta de que a pesar de que sus padres la quieren mucho realmente no encaja en su ciudad natal, su vuelta a Nueva York viene acompañada de un mayor interés en temas diferentes de encontrar un nuevo marido rico. A ver, Jackeline es Jackeline y por supuesto que intentará casarse con otro millonario para mantener su estatus social, pero su nueva perspectiva acerca de las cosas que realmente importan, hará que se termine enamorando de un abogado filántropo (y bastante feo), al que en un principio quería simplemente por ser rico y del que terminará descubriendo que lo que realmente le interesa de él, es el interés de éste en las causas justas.
A la que sin embargo no le están sentando nada bien los cambios, en concreto los cambios que está experimentando el vecindario, es a Lilian, que ve horrorizada cómo lo que en un principio era un barrio "chungo", se ha terminado convirtiendo en un vecindario lleno de hipsters y tiendas cool.
Esto hará que se encadene a una de las excavadoras de la obra en la que trabaja Mickey (que es obrero de la construcción) para construir nuevos edificios en el barrio. Pero el intento de boicot de Lilian resultará un fracaso absoluto, lo que hará que decida vender el edificio.
Pero, su intento de boicot no ha sido pasado por alto por todo el mundo, ya que en el último episodio de la temporada vemos como un hombre llama a su puerta para preguntarle si nunca ha pensado en dedicarse a la política.
Personalmente, esta segunda temporada me ha gustado más que la primera porque, siendo ésta una serie eminentemente surrealista y que no puede ser tomada demasiado en serio, el hecho de que trataran la experiencia traumática de Kimmy en el bunker de forma tan ligera, no me terminaba de convencer.
A ver, "Unbreakable Kimmy Schmidt" es una sitcom buenrollera y no espero que traten en el asunto como si fuera una dramedy de la HBO, pero me ha gustado que al menos reconocieran que Kimmy tiene secuelas a causa de ello. Secuelas que necesita tratar y que no está ni asimilando ni asumiendo.
En este sentido, me ha gustado mucho el personaje de Tina Fey (a pesar de que se les ha ido un poco la mano con el tema del alcoholismo) porque ha hecho ver a Kimmy que tiene problemas y no sólo debidos al bunker sino también a su madre.
Por cierto, Lisa Kudrow y Ellie Kemper no se parecen absolutamente en nada como para interpretar a madre e hija y eso me ha sacado bastante de la trama. Eso si, siempre es un gusto volver a ver a la mítica Phoebe en cualquier cosa.
Por otro lado, también me han gustado mucho el "crecimiento" que ha experimentado Tituss (y que también ha tenido mucho que ver con cerrar la etapa de su vida relacionada con Vanda) y no podría caerme mejor Mickey. Me parece que sólamente alguien con la paciencia de Mickey podría aguantar a Tituss en una relación.
En otro orden de cosas, Jackeline también ha madurado y aunque, su enamoramiento de Russ me ha resultado un tanto repentino, realmente pegaba con la experiencia vital del personaje esta temporada. Jane Krakowski ha estado estupenda y no me cabe en la cabeza que hayan nominado a los emmy a Ellie Kemper y a Tituss Burguess (que por otro lado también están muy bien y sus nominaciones son merecidas) y a ella no.
En fin, veremos qué nos depara la próxima temporada. Si la relación de Tituss y Mickey sobrevive a la distancia, si Jackeline y Russ boicotean los Red Skins y sobre todo qué narices es eso de que Kimmy está casada con el reverendo.
LO MEJOR: Un mayor desarrollo de personajes que la temporada anterior, los actores siguen estando estupendo, el tono buen rollero general
LO PEOR: Demasiados actores invitados que terminaban distrayendo más que otra cosa
PUNTUACIÓN: 9/10
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