(contiene spoilers)
Buen episodio de "El Ministerio del Tiempo" esta semana, con mayor protagonismo de Alonso (lo que siempre es bueno) pero con un "caso histórico" más flojito de lo normal, algo que normalmente tiende a disminuir el nivel de los episodios. Muy fan de Nancho Novo, que ha estado estupendo con un personaje completamente desagradable.
En este episodio (que nos cuentan en forma de flashback) nos vamos de boda, concretamente a la de Natalia y Ortigosa y todo el ministerio está invitado y va a ir en un minibús fletado por Salvador (bueno, más bien por el Ministerio), al castillo en el que se van a casar.
Bueno, todo el ministerio no porque Ernesto se queda en el Ministerio por si se presenta alguna emergencia (y porque no le gustan las bodas) y Angustias aprovecha los moscosos que todavía no ha disfrutado para ir a visitar a sus amigas las monjitas de Tordesillas (bueno, en realidad parece que a Angustias le seducen más las yemas que ver a las monjas, pero bueno, la cosa es que va a ir a verlas).
Eso si, antes de salir, Salvador les adoctrina acerca de cómo tienen que comportarse ya que la familia de la novia no sabe nada acerca del Ministerio y además a Alonso le va a acompañar Elena (que al final va después de decirle a Alonso que si, luego decirle que no para finalmente volver a cambiar de opinión). Vamos, que tienen que evitar meter la pata a toda costa.
Por cierto, el ministerio le ha comprado como regalo a los novios un castillo de fuegos artificiales que tienen intención de prender después del banquete.
En otro orden de cosas, Velázquez les ha dicho que va por su cuenta (algo que, como era de esperar horroriza a Salvador que no está nada convencido de las capacidades de Velázquez para no perderse en esta época) y Julián se queda literalmente con la boca abierta al ver a Amelia que se ha puesto muy guapa (con escotazo incluido) para la ocasión.
Además parece que estamos de suerte y Amelia ha dejado aparcada, al menos por este episodio, su bordería y se muestra bastante maja y comprensiva con Julián, al que le dice que si necesita hablar, ahí la tiene (por los recuerdos de Maite que la boda le pueda traer).
Esto, lógicamente sorprende mucho a Julián y se lo hace saber a Amelia. Bien por Julián por dejarle caer a Amelia que últimamente no es que esté precisamente receptiva y/o comunicativa con él. Muy diplomático ha sido el muchacho, pudiendo perfectamente decirle que llevaba un tiempo bastante borde con él.
Una vez en el castillo, la wedding planner (que es muyyyyyyy insoportable) nos pone un poco en antecedentes acerca de una leyenda que se cuenta sobre algo que ocurrió en el castillo y que más tarde van a representar unos actores después del banquete.
En el siglo XIII, el que por entonces era el señor del castillo, un hombre llamado Fadrique, famoso por sus acciones heroicas en la batalla de la Navas de Tolosa, se encaprichó de una campesina llamada Constanza y el padre de ésta la obligó a casarse con Fadrique en lugar de con su verdadero amor, un pobre pastor.
Fadrique les descubrió cuando planeaban su fuga y detuvo el pastor que le pidió la oportunidad de poder defenderse en un duelo. Fadrique aceptó, mató al pastor y desposó a Constanza, que la misma noche de la boda se lanzó por el torreón.
Y parte de la historia que la wedding planner les cuenta ya la habíamos visto porque el episodio empieza con un flashback y con Constanza encontrando una puerta en el castillo de su época que la lleva directamente al castillo en el presente.
Por otro lado en el banquete conocemos al cuñado pesado de Ortigosa (ese cuñado que no puede faltar en ninguna boda) que no para de acosar a todas las mujeres, especialmente a Irene y a una chica llamada Rocío con la que Irene ha tenido un flechazo, hasta que Irene le deja muy clarito lo que le va a pasar como no las deje en paz. Bueno, en realidad no escuchamos lo que le dice exactamente pero casi que uno se lo puede imaginar.
Más adelante veremos como Irene y Rocío terminan liándose en el baño, motivo por el que no se enteran de todo el follón que se monta.
También en el banquete, vemos como Salvador está al borde del colapso por culpa de Velázquez, que se presenta tarde, con resaca y que para combatirla no para de beber bordeando la metedura de pata durante toda la cena.
Finalmente, cuando termina el banquete y empieza el baile, Julián sale del salón, Amelia le sigue y ambos terminan bailando muy juntitos con Amelia a punto de confesarle sus dramas.. hasta que ésta ve a alguien que está a punto de tirarse del torreón.
Como Amelia y Julián están curados de espanto, enseguida lo asocian a la chica de la leyenda y los espectadores lo asociamos al flashback con el empezó el episodio.
Amelia y Julián suben al torreón a hablar con la chica y ésta les dice que está decidida a tirarse. Además, la pobre está muy confusa por verse en una época extraña cuando lo único que ha hecho es cruzar una puerta (esto les confirmará a Julián y Amelia que, efectivamente, es Constanza, la chica de la leyenda y que viajado desde el pasado).
Finalmente, Julián y Amelia conseguirán convencerla para que no se tire aunque al mismo tiempo se darán cuenta de que si Constanza ha podido atravesar una puerta del tiempo, los hombres que le siguen (encabezados por don Fabrique) pueden hacer lo mismo.
Sin embargo, a esta conclusión llegan demasiado tarde ya que mientras estaban hablando, don Fadrique y sus hombres han llegado al banquete de boda y han tomado el lugar (aunque los invitados que no son funcionarios del ministerio piensan que son los actores de la representación que la wedding planner les había prometido antes de ser noqueada por uno de los minions de don Fadrique).
Es entonces cuando Julián y Amelia idean un plan muy molón que básicamente consiste en Julián haciéndose pasar por una suerte de mago/darth vader/señor oscuro que amenaza una lluvia de fuego (los fuegos artificiales) como Fadrique no libere a los invitados a la boda. Eso si, antes de todo esto, Amelia se las ha apañado para llamar a Ernesto al ministerio y pedirle refuerzos en forma de Spinola.
El plan en un principio parece guay, pero termina saliendo regular porque Amelia tarda la vida en encender la mecha de los fuegos artificiales y el pobre Julián pierde el factor sorpresa y don Fadrique y sus minions pasa un poco de él, hasta que Amelia consigue prender la mecha y al ver los fuegos divinos prometidos por el misterioso encapuchado (aka Julián Vader), Fadrique y sus minions escapan por la cocina llevándose a Elena como rehén.
Alonso saldrá detrás de ellos y tras un duelo de lo más molón con el impresentable de don Fadrique, termina derrotándole y liberando a Elena, aunque la cosa parece que va a traer cola porque Elena no está dispuesta a dejar pasar todo el asunto y el episodio termina para ellos en el piso de Alonso con más o menos un tenemos que hablar de Elena. Y como dijo Julián en el anterior episodio, un tenemos que hablar es mal rollo seguro.
De todas formas, aunque Alonso ya se habían encargado de reducir a Fadrique y sus minions, Spinola termina apareciendo enviado por Ernesto. Un Spinola al que no le hace ninguna gracia que le hayan sacado de un acto importante para básicamente no hacer nada.. Aunque eso no es del todo cierto porque Spinola será quien se lleve la gloria de noquear al cuñado pesado, algo que éste llevaba pidiendo a gritos durante todo el episodio.
Por cierto, que al pobre Ernesto la llamada de Amelia le fastidia bastante un plan estupendo con el que se había encontrado sin comerlo ni beberlo. Resulta que Marisa, su ex, ha sido nombrada como enlace entre presidencia y el ministerio (vamos, el antiguo puesto de Torres) y va a comunicárselo a Salvador.
Cuando Ernesto le comenta que todos menos él se han ido a una boda, Marisa y él terminarán hablando (Marisa le pregunta por su hijo) y descorchando una botella de champán pero justo cuando la cosa se empezaba a poner interesante, Ernesto recibe la llamada de Amelia y la magia se rompe.
Siguiendo con el tema parejil, Julián y Amelia consiguen por fin hablar tranquilamente y Amelia le cuenta tanto lo de la foto (llega incluso a enseñársela) como que se ha acostado con Pacino, algo que deja a Julián con la boca abierta, sin saber que decir. Y como el episodio termina aquí, los pérfidos guionistas nos dejan con la intriga hasta el próximo episodio (que además es el final de temporada y supongo que tendrán algo especial preparado).
El episodio me ha gustado bastante. No me ha parecido de los mejores de la temporada, pero tampoco de los peores. Eso si, todo capítulo en el que Alonso tiene mucho protagonismo y Amelia actúa de forma normal sin soltarle borderías a nadie, tiene ya mucho ganado (por lo menos para mí).
Como decía antes, Alonso ha sido lo más grande del episodio (algo bastante habitual por otra parte) tanto en sus momentos de duda sobre su relación con Elena (hay que ver lo monísimo que resulta Alonso en estos casos) como en sus momentos de héroe molón pateándole el trasero al malo, maloso de turno.
Eso si, parece que su relación con Elena va a verse afectada y no de forma positiva (gracias trailer.. *modo irónico off) y la verdad es que no me extraña.
Por otra parte, parece que definitivamente Julián ha cambiado el chip porque, incluso en una situación en la que se le aceptaría que estuviera "intenso" (ir a una boda no teniendo superado del todo lo de Maite), no lo ha estado tanto como yo me esperaba. Con este Julián no tengo problemas y hasta resulta gracioso y sus ideas bastante ocurrentes (lo de convertirse en una suerte de Darth Vader y aprovechar en su beneficio el castillo de fuegos artificiales ha estado muy bien).
Hasta Amelia (que estaba guapísima en este episodio), ha vuelto a ser la de siempre y ha conseguido por fin comunicarse con Julián y hablarle sin soltarle ninguna bordería. Eso si, sutil, sutil, lo que se dice sutil la chica no es, porque la forma en la que le suelta a Julián que ha cambiado su futuro porque se ha acostado con Pacino no podía ser más abrupta. Pobre Julián, hasta me ha dado pena porque le ha dejado a cuadros.
Me ha resultado intrigante la melancolía de Salvador con respecto a su mujer. Hasta ahora sabemos que es viudo pero me gustaría que nos contaran algo más de su vida como cuando nos enteramos de que había sido un niño de San Ildefonso.
La pareja cómica Salvador/Velázquez sigue siendo lo más. Bueno, más bien Velázquez sigue siendo lo más. Quiero misión conjunta de estos dos más pronto que tarde.
En otro orden de cosas hemos vuelto a ver a Irene ligando y también el lado seductor de Ernesto con Marisa (que me cae bastante mejor que Torres y que tiene pinta de que ella si que va a ayudar al ministerio, no como Torres). Ernesto con Marisa me ha producido ternura y me parece que forman una pareja bien maja (a ver si les dura porque el resto de parejas de la serie tienen bastante mala pinta).
En cuanto a los personajes episódicos, como siempre en esta serie lo han clavado con los actores. Nancho Novo ha estado estupendo como el odioso don Fadrique. Qué gran villano nos ha dado y la chica que interpretaba a Constanza también me ha encantado. El único pero que yo le pondría en este apartado al episodio es el no haber aprovechado a Patrick Criado, cuya participación se me ha quedado un poco escasa.
Bueno, también me ha saturado un poco Raul Cimas como el cuñado pesado porque lo poco agrada y lo mucho enfada (aunque quizá ese era precisamente el objetivo del personaje). Al final, todos éramos Spinola cuando le ha dado el puñetazo porque se les ha ido un poco la mano con los gags. Por cierto, hay que ver lo que mola Spinola, a ver si le sacan más a menudo.
Y según lo visto en el avance (que como siempre ha sido demasiado), el próximo episodio pinta chulo, chulo, con Felipe II (Carlos Hipólito que últimamente aparece en todas las series españolas) y la armada invencible, casi nada. Además, a ver si avanzan algo todo el asunto Amelia/Foto/Julián, que digo yo que algo tendrá que pasar con eso después de todo el protagonismo que le están dando en esta última parte de la temporada.
MEJORES FRASES/MOMENTOS
- Julián en modo Mago Oscuro/Darth Vader pidiendo que se haga el fuego para terminar saliéndose del papel con el "Cojones, que se haga fuego" echando totalmente a perder la magia del momento.
- Velázquez borracho besando a Salvador que se contenía a duras penas para no soltarle un sopapo. Bueno, en general todas las escenas de Velázquez borracho.
- La entrada super molona de Spinola y su puñetazo al cuñado pesado aplaudido por todos los invitados de la boda (y los miembros de la audiencia)
- La cara de Julián cuando Amelia le dice que se ha acostado con Pacino. Si majo, te han adelantado por la derecho por culpa de tus niveles de intensidad anormalmente altos. La vida es dura.
- La lucha entre Alonso y Fadrique con Alonso molando hasta el infinito y más allá (como no podría ser de otra forma)
- Ernesto y Marisa viniéndose arriba.. para ser interrumpidos de mala manera por Amelia. Pobres.
- El cameo de Pepe el de Masterchef en la serie
Además, esta semana tanto el programa de Bertín como la Embajada han bajado, lo que da un cierto valor adicional a la subida del Ministerio, que es la única de las tres "grandes" que sube.
LO MEJOR: Todas y cada una de las escenas de Alonso, que es lo más grande de esta serie, Velázquez y su borrachera
LO PEOR: Demasiados amoríos acumulados en un único episodio
PUNTUACIÓN: 9/10
Hola, puck
ResponderEliminarEste episodio me ha parecido muy divertido, sobre todo por Velázquez y el cuñado pesado-superplasta-inaguantable (apoteósico el momentazo de Spinola). Julián ha estado genial con ese momento del fuego y Amelia que no atinaba, ja ja.
Alonso me ha encantado, como siempre, qué gran personaje!!! Estupenda la escena del duelo, muy en su linea.
Resulta extraño ver un capítulo sin una misión de la patrulla, pero ha sido original (y oportuno) recrear la leyenda.
Me da un poco de miedo que los guionistas comiencen un dramón con Alonso y Elena, ahora que parece que hemos dejado el de Julián.
Gracias por tu gran resumen, he revivido lo mejor del capítulo. Saludos
¡Hola Silvia!
EliminarSi, la verdad es que ha tenido momentos muy graciosos. Toda la parte de Julián haciéndose pasar por alguien misterioso y Amelia no atinando con las cerillas ha sido la risa.
Velázquez es otro que es muy grande. Se sale cada vez que aparece en la serie. Qué gracioso por favor. El y su resaca.
Yo he echado de menos la misión semanal. Creo que ese es el prinicpal pero que le pongo al capítulo.
Ojalá los guionistas decidan dejar la relación de Alonso y Elena en algo con pocos dramas que de eso ya tenemos mucho en la relación entre Amelia y Julián.
Como siempre, gracias a ti por leerme. Un placer leer tu opinión del episodio.