sábado, 9 de abril de 2016
CASTLE 8X16 HEARTBREAKER
(contiene spoilers)
Buen episodio de Castle esta semana, centrado en Espósito (algo poco usual), con un caso de la semana bastante más elaborado e interesante que de costumbre y en el que Beckett me ha resultado bastante graciosa en su trama secundaria (algo que no pasa con mucha frecuencia, la verdad, la chica es de natural intenso).
El caso de la semana se centra en el asesinato de uno de los dos guardias de seguridad durante el robo del furgón que custodiaban.
Al llegar a la escena del crímen, Espósito descubre una especie de gelatina que ya fue utilizada en un caso de robos que él investigó diez años atrás y que terminó con la que por entonces era su prometida, Sonya, en la cárcel ya que eran ella y un cómplice los que estaban efectuando los robos. Eso si, en aquella ocasión nadie murió durante los atracos.
Es por esto que Beckett va a visitar a Sonya a la cárcel. Una Sonya, a la que le quedan tres meses para obtener la libertad condicional y que no está nada por la labor de colaborar con la policía hasta que Beckett la amenaza con dar un informe negativo sobre ella para que la denieguen la libertad condicional.
Entonces Sonya entrará en razón y decidirá ayudar a la investigación. Eso si, necesita hacerlo desde fuera ya que en la cárcel no le sería a Beckett de ninguna utilidad (o por lo menos eso es lo que dice ella).
Beckett no está demasiado convencida pero termina aceptando y se lleva con ella a Sonya a comisaría, pero con un localizador gps en la muñeca incorporado.
En principio, el plan consiste en que Sonya se pase por el barrio donde solía trabajar para intentar averiguar quién era su cómplice (del que Beckett y los chicos piensan que es el responsable de este nuevo robo) ya que según Sonya, cuando llevaban a cabo sus robos, lo hacían de tal manera que no tenían que interaccionar directamente entre ellos y ni siquiera conocían sus nombres reales.
Lógicamente, el momento en el que Espósito y Sonya se ven resulta un tanto violento, aunque como Beckett ha apartado a Espósito del caso por su relación personal con Sonya, parece que no van a tener que interaccionar mucho... hasta que Sonya le dice a Beckett que si quiere obtener resultados necesita que la persona que le acompañe a recopilar información sea alguien que pueda pasar desapercibido en el lugar al que van a ir (un barrio mayoritariamente latino).
Según Sonya, Ryan, en principio el policía que le han asignado para acompañarla, llamaría demasiado la atención en ese lugar.
Vamos, que al final le toca a Espósito acompañar a Sonya y ahí empiezan los problemas porque Espósito se despista al tener que tratar con Sonya y rememorar su historia y en un momento en el que la lleva a su casa a cenar con su familia para recordar viejos tiempos (Espósito no le dijo a su familia que Sonya era una ladrona sino que la ruptura había sido culpa suya), Sonya aprovecha para escaparse.
Es entonces cuando Castle, Ryan y Espósito (en este episodio Beckett ha ejercido más como capitana y ha trabajado de forma menos directa en el caso, lo cual también ha puesto un punto de realismo ya que ver a una capitana tan involucrada en las investigaciones resulta bastante poco creible) se dan cuenta de que el verdadero propósito de Sonya era, desde un principio, escaparse y había sido ella, con la ayuda de un cómplice, la que había planeado el robo desde la cárcel, con los detalles apropiados porque sabía que, al ver el modus operandi, acudirían a ella en busca de ayuda.
Aunque claro, resulta todo un poco raro porque, que Sonya decidiera escaparse justo cuando estaban a punto de darle la la libertad condicional, no parece tener mucho sentido.
Sin embargo, a lo largo de la investigación veremos que si lo tenía ya que al padre de Sonya le había dado un ictus, estaba bastante mal y era la única persona que sabía donde estaba el botín por el que habían encarcelado a Sonia.
En su plan había ayudado a Sonya un antiguo novio, un tanto violento, que era quien había matado al guardia de seguridad (que también estaba en el ajo debido a las deudas que acumulaba) y que hubiera matado a Espósito de no ser por la intervención de Sonya. Esto hace que, finalmente, cuando les detienen, a Sonya sólo le aumenten la condena dos años más, en calidad de cómplice del asesino.
En otro orden de cosas, Beckett ha vuelto oficialmente al apartamento, algo que alegra a todas las mujeres de la vida de Castle.. menos a Lucy, el sistema de gestión inteligente del apartamento, que se muestra bastante hóstil con Beckett (aunque la antipatía es mutua).
De hecho, el desencuentro entre ambas irá subiendo en intensidad y Beckett terminará por meter a Lucy (el sistema de gestión inteligente tiene forma de pirámide ornamental muy molona y es fácilmente manejable y transportable) en la nevera. Esto provocará que Lucy, en represalia, apague todas las luces del apartamento.
Finalmente, Beckett se cansará de todo el asunto y terminará reprogramando a Lucy y poniendo en su lugar a Linus, algo que a Castle no es que le haga mucha gracia pero que no tendrá más remedio que aceptar.
El episodio me ha gustado bastante más que los cuatro o cinco anteriores, en parte debido a que el tono ha sido mucho más ligero (que es donde está serie funciona mejor a pesar de lo mucho que les gusta ponerse intensos) y también a que el caso me ha sorprendido e interesado a partes iguales.
De hecho, creo que éste ha sido uno de los episodios centrados en Espósito que más me han gustado. El y Sonya tenían bastante química (y me ha hecho ilusión que a Sonya la interpretara Angélica Celaya después de verla en Constantine) y me ha encantado que por fin nos enseñaran a su familia (aunque haya sido un tanto breve y con personajes muy poco definidos y casi sin líneas de diálogo).
Eso si, para variar ha tenido unas cuantas incongruencias como por ejemplo que Ryan y Beckett, que llevan un montón de tiempo conociendo a Espósito, no supieran de la existencia de Sonya o qué de repente, Castle vuelva a trabajar ayudando a la policía como si nada (entre otras cosas se supone que ahora tiene su propio negocio).
La trama secundaria de la lucha entre Beckett y Lucy me ha hecho mucha gracia. No entiendo por qué los guionistas no muestran más a menudo este lado de Beckett porque le favorece mucho. Stana Katic tiene buena mano para la comedia y deberían explotarlo más. Bueno, en general, esta serie debería intentar recuperar el sentido del humor que siempre ha sido una de sus virtudes y que últimamente lo tienen un tanto abandonado.
Esta semana no hemos tenido ningún avance en la trama de Loksat.
LO MEJOR: Buen caso, trama secundaria entretenida
LO PEOR: Algunas inconsistencias complicadas de dejar pasar
PUNTUACIÓN: 9/10
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Como se llama en realidad sonya
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