(contiene spoilers)
Buen episodio de Bones esta semana, centrado en la magia y con un título que daba la clave de la resolución del caso.
El episodio empieza con Booth y Brennan teniendo una diferencia de opiniones acerca de si dejarle dinero o no debajo de la almohada a su hija Christine haciendo creer que es el hada de los dientes (la versión americana de nuestro ratoncito Pérez) el que lo ha dejado.
Booth cree que tienen que respetar las tradiciones y hacerlo mientras que Brennan prefiere no engañar a Christine con viejas tradiciones.
A lo largo del episodio ambos irán preguntando a distintos personajes su opinión sobre el tema aunque finalmente Brennan, influida por la magia que rodeaba el caso de la semana terminará cediendo y será ella misma quien por propia voluntad ponga la moneda debajo de la almohada de su hija.
El caso de la semana se centra en el asesinato de una maga-escapista. Durante la investigación irán apareciendo distintos sospechosos como la compañera de piso de la víctima y su novio con el que la fallecida mantenía una aventura, el hijo del dueño del local donde actuaba, celoso de que su padre, antiguo mago, le hubiera dejado todos sus trucos a la chica, el gran rival profesional de la víctima..
Sin embargo, a lo largo de la investigación el equipo descubre que la víctima pensaba abandonar el local para irse a trabajar a Las Vegas, algo que había hecho que el dueño del local se enfadara mucho al sentir que la chica había faltado a la promesa que le había hecho de quedarse allí siempre trabajando. Por ello, en un ataque de ira la había matado.
Por cierto, que el "no becario" de la semana es Clark Eddison (digo no becario porque en teoría está trabajando ya como empleado de pleno derecho en el museo), del que en este episodio nos cuentan algo que no sabíamos de él. Es un gran aficionado a la magia y se pasará todo el capítulo haciéndole trucos a Brennan para intentar sorprenderla, algo que el pobre tristemente no conseguirá. La verdad es que Brennan es un poco aguafiestas en este episodio entre lo de no quererle poner la moneda en la almohada a Christine y el reventarle todos los trucos al pobre Eddison.
En otro orden de cosas, Sebastian, el fotógrafo de guerra al que vimos interesado en el trabajo fotográfico de Angela hace unos cuantos episodios ha vuelto a la ciudad y está dándole consejos a Angela acerca de cómo enfocar sus fotografías.
Cam le comenta a Angela que cree que Sebastian está interesado en algo más que en sus fotografías, algo que Angela niega categóricamente.
Esto se confirmará más adelante cuando Sebastian invite a cenar a Cam, pillándola totalmente por sorpresa.
En un principio Cam declinará la oferta de Sebastian. Hace poco que rompió con Arastoo y todavía no se ve con fuerzas para salir con nadie.
Sin embargo, una conversación con Angela la hará cambiar de opinión y terminará llamando a Sebastian para aceptar su oferta.
El episodio ha estado bastante entretenido. El haberlo centrado en la magia le ha dado un toque entrañable y ha servido para unir prácticamente todas las tramas del episodio: el caso de la semana, la afición de Clarke por los trucos de magia y el asunto de Christine y la conveniencia o no de hacerla creer en el hada de los dientes.
Me han encantado Clarke y sus intentos de impresionar a Brennan con sus habilidades para la magia (y también la colaboración de Hodgins en todo el asunto). Clarke es uno de mis becarios favoritos y siempre que aparece, nunca decepciona.
Como comentaba antes, Brennan ha estado pelín petarda intentando desbaratar las ilusiones de todo el mundo, aunque al final se ha redimido un poco y ha estado muy bien que el episodio terminara con Booth sorprendiendo a Brennan con un truco y dejándola descolocada.
La trama de Cam de momento me gusta. Sebastian en tres escenas parece más interesante que el soso de Arastoo en todos los episodios en los que apareció. A ver si lo desarrollan bien o se queda otra vez en nada.
LO MEJOR: La temática mágica del episodio
LO PEOR: Lo repelente que ha resultado Brennan en determinados momentos
PUNTUACIÓN: 8/10
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