(contiene spoilers)
Muy buen episodio de Homeland esta semana en el que han pasado muchas cosas diferentes: aviones explotando, malas malosas saliendo a la luz, Saul no enterándose ni del nodo y sobre todo Quinn y Carrie reencontrándose y volviéndose a salvar la vida el uno al otro todo (uno de los temas recurrentes y que más molan de la serie y que se había echado muuuuuuuuucho de menos hasta ahora).
El episodio empieza con Carrie despertándose esposada al cabecero de una cama, bastante desorientada y viendo borroso. Cuando por fin consigue enfocar la mirada, descubre que Quinn ha sido quien la ha secuestrado.
Lógicamente Carrie suspira aliviada al ver a Quinn aunque pronto empieza a mostrarse inquieta cuando ve que Quinn no la suelta cuando se lo pide sino que saca un cuchillo y un soplete y se hace un corte en la mano. Mientras hace esto, Quinn le cuenta (todo en el tono más neutro y frío posible) que alguien la quiere muerta ya que su nombre apareció en una lista de gente a eliminar, algo que Carrie ya sabe.
Carrie empieza a asustarse porque por mucho que probablemente Quinn sea su mejor amigo, lleva dos años sin verle, las cosas no acabaron muy allá entre ellos y al chico le dan unos yuyus de vez en cuando que dan miedo.
Sin embargo, como todo el mundo suponía Quinn no le hace nada a Carrie (eran sólo los guionistas troleándonos), se limita a restregarle la sangre que se acaba de hacer en la mano por la cara, soltarla de la cama y decirle que tiene que hacerle una foto haciéndose pasar por muerta.
El super plan de Quinn es hacer creer a la gente que vas tras Carrie que ha llevado a cabo la misión y que Carrie está muerta para que ésta pueda ganar tiempo para descubrir quién está detrás de la orden de asesinarla. Pero claro, para que el plan funcione, las personas más cercanas a Carrie deben creer que está muerta de verdad, incluida su hija, algo que evidentemente a Carrie no le hace mucha gracia y ante lo cual Quinn se muestra bastante insensible (al muchacho se le ve todavía dolido por lo que pasó al final de la temporada pasada).
Total que después de un rato discutiendo (Carrie y Quinn discutiendo, qué novedad), Carrie graba un video para su hija en el que se despide de ella (como si lo hubiera preparado para que se lo enseñaran en el caso de que ella muriera).
Carrie le comenta a Quinn que siguió buscándole cuando se fue y que nunca ha dejado de pensar en él, algo a lo que Quinn no parece darle importancia (y digo parece porque es muy evidente que el pobre hombre sigue colgadísimo de Carrie, vamos como siempre).
Quinn le pregunta a Carrie por su plan de escape, que por mucho que se haya mudado de país, de ciudad y haya cambiado de vida (incluido novio nuevo), está convencido de que lo tiene preparado. Carrie intenta hacerse la interesante diciéndole que a lo mejor no lo tiene pero cuando Quinn la mira en plan, venga a otro con ese cuento maja, Carrie termina admitiendo que, efectivamente, tiene un plan preparado, por si acaso.
Carrie protesta un poco pero termina llevando a Quinn al almacén donde tiene todo lo necesario para desaparecer pero hay una cosa a la que no para de dar vueltas. Por mucho que Quinn le diga que es Saul quien dirige la operación y que es la persona que más papeletas tiene de haber puesto su nombre en la caja con los encargos a Quinn, a Carrie no le convence. Saul puede estar muy enfadado con ella pero si de verdad quisiera verla muerta, no habría mandado a Quinn a matarla y la demostración es que está viva (lo que no dice Carrie pero que se da a entender claramente es que Saúl nunca le encargaría a Quinn matar a Carrie porque sabe que no lo haría).
Y como Carrie es Carrie se niega a escapar como pretendía Quinn sin antes averiguar qué es lo que está pasando y por ello acompaña a Quinn (disfrazada con una peluca muy, muy chunga) a la oficina de correos donde Quinn va a recoger los escargos y a dejar la prueba de que los ha llevado a cabo.
Y ya puede dar gracias Quinn de que Carrie sea tan cabezota porque le tienden una trampa, cae herido de un disparo y es Carrie la que consigue arrastrarle al coche en el que le estaba esperando, sacándolo de allí lo más deprisa posible. Eso si, antes le da tiempo a hacerle una foto a uno de los sicarios y robarle el móvil, todo en medio de una plaza llena de gente que ha flipado en colores al ver todo el despliegue. Desde luego, hay alguien que no está nada interesado en dejar cabos sueltos (aunque discreto, discreto, lo que se dice discreto, no sea).
De vuelta al lugar oscuro y lúgubre (como su estado de ánimo) donde se refugia Quinn, su herida tiene bastante mala pinta, para disgusto de Carrie que hace lo que puede por curarle.
Cuando las drogas que le da Carrie para el dolor surten efecto, Quinn se relaja por fin (y debe ser un record porque el pobre hombre ha tardado cuatro capítulos) y se abraza a Carrie con cara de perrito apaleado y suspirando (aunque Carrie no se da cuenta, para variar, ya que somos los espectadores los que lo vemos). Vamos, que oficialmente Quinn sigue enamorado de Carrie. Vaya no me lo espereba.. modo irónico off.
En otro orden de cosas, Saul y su amante, digo subordinada Allison están desarrollando el plan para el que Dar le dio luz verde a Saul la semana pasada y que esencialmente consiste en colocar a uno de los generales leales al presidente de Siria en su lugar (después de quitar del medio al presidente, claro), para llevar la democracia al pais.
El general no tiene ningunas ganas de traicionar al presidente, pero teniendo en cuenta de que el encuentro entre Saul y el general se ha llevado a cabo en Suiza donde el general ha llevado a operar a su hija y que podrían detenerle por estar fuera de Siria, como que no le queda más remedio que aceptar.
Eso si, de poco servirán los esfuerzos de Saul para convencer al general de la idoneidad de su plan ya que el avión que lleva al general y a su familia de vuelta a Siria explota, con Allison mirando siniestramente todo el espectáculo desde el aeropuerto.
Por cierto, antes de la explosión vemos como Carrie, siguiendo el consejo de Quinn, llama al último número que marcó el minión al que mataron frente a la oficina de correos y a Allison respondiendo, posiblemente en ruso.
Vale, ya tenemos identificada a una de los malos malosos de la temporada, Allison, que no se sabe bien si está trabajando para los rusos o para los israelies (a los que no les hacía mucha gracia, bueno, más bien ninguna, lo de derrocar al presidente de Siria).
Hablando de rusos, éstos hacen su aparición en otro momento del episodio, para matar al hacker número 2 (el que había dado el cambiazo del usb al hacker número 1 cuando éste fue a dárselo a Laura) y a su novia. El hacker número 2 había vendido el usb a los rusos y éstos se habían enfadado al descubrir que no era la única copia. Posiblemente le habrían matado también, pero seguramente no le habrían torturado y quizá su novia se habría salvado.
Por cierto, Laura sigue siendo de lo más cansino y repelente de esta serie. Cada vez que aparece dan ganas de pegarle dos collejas. Esta semana, se ha puesto como misión encontrar al hacker que no le ha pasado la información y para ello ha estado incordiando al novio de Carrie, que ha ganado puntos cuando la ha mandado a freir espárragos. Resulta que Jonas defendió a una hacker muy conocida que ahora está en arresto domiciliario y Laura quiere que Jonas la llame para concertar una cita para que la ayude a encontrar al hacker que le pasó el usb vacio.
Jonas no quiere poner en peligro a su cliente (si la pillan delinquiendo otra vez la pueden mandar a la cárcel) y tampoco ayudan a cambiar su decisión los comentarios desagradables que Laura hace de Carrie siempre que tiene ocasión. Aquí soy totalmente team Jonas.
Sin embargo, Laura tiene suerte cuando Otto aparece, Laura se chiva de forma muy ruín de que Jonas no quiere ayudarla y Otto más o menos le obliga a hacer todo lo que Laura le pida. Si las miradas pudieran matar, la de Jonas hubiera fulminado a la petarda de Laura. Espero que la serie no nos decepcione y sea la primera en morir aunque no tendremos esa suerte y seguramente lo que veamos sea a otra gente muriendo por su culpa.
Finalmente, Laura irá a hablar con la hacker que, pese a las reticencias de una amiga ante la posibilidad de que la chica pueda ir a la cárcel, ayudará a Laura a contactar con el hacker número 1 que es entonces cuando se entera de que hacker número 2 le ha traicionado.
Sin embargo, hacker número 1 se dará cuenta de que hacker número 2 se ha metido en un lío muy, muy gordo cuando éste le cuenta que está en tratos con unos rusos por la información del usb, algo que el hacker número 1 confirmará más adelante cuando encuentre muerta a la novia del hácker número 2.
El episodio me ha gustado mucho pero es que cuando tu pones a Carrie y a Quinn es escenas juntos, los episodios siempre mejoran. Mola mucho verles trabajar en equipo mientras discuten y protestan. Si a esto le unes el descubrimiento de Allison como el topo y aviones explotando, tienes un epic win de episodio de manual.
Además, Carrie en este episodio ha sido la Carrie inteligente, resolutiva y espabilada a la que estábamos acostumbrados y que llevaba ausente desde el primer episodio de la temporada. Será el efecto Quinn pero es que Quinn mola tanto que mejora a todos los que están a su alrededor.
Las escenas Carrie/Quinn han sido lo mejor del episodio. Claire Danes y Rupert Friend tienen muchísima química. La tensión en las escenas se podía cortar con un cuchillo. Me ha gustado mucho cómo Carrie en lugar de ponerse a discutir con Quinn por la espantada que dio al final de la última temporada, demuestra claramente que se alegra mucho de verle y está contenta de trabajar con él (a pesar de lo borde que ha sido Quinn al principio, aunque seamos claros, es la forma de comportarse de Quinn con el 99% de la gente).
Por cierto, me sorprende la capacidad que tiene Rupert Friend de dejar ver los sentimientos de un personaje tan poco expresivo como es Quinn de forma tan clara. Me ha dado mucha penita ver la cara de Quinn al abrazar a Carrie. El pobre sigue perdidamente enamorado de ella. Modo cordero degollado on.
Resumen, me encanta que Quinn y Carrie estén otra vez juntos compartiendo escenas y mi corazoncito shipper espera que Carrie deje a Jonas (que me resulta más interesante en sus escenas con otros personajes que en sus escenas con Carrie) y le lance un hueso al pobre Quinn.
En otro orden de cosas, todo el asunto de Allison me intriga y Miranda Otto está haciéndolo francamente bien. ¿Para quién trabajará Allison? ¿para los rusos? ¿para los israelies? ¿para ninguno de los dos?
Eso si, Saul ha quedado un tanto mal por estar en la inopia de los dobles juegos en los que anda metida su amante (si, la grima sigue presente). A Saúl siguen sin salirle nunca los planes bien (es el anti hanibal del equipo A).
Laura es insufrible y espero que la maten lo antes posible. Muy fan del novio de Carrie mandándole a la porra. Lástima que Otto le haya obligado a colaborar. Preveo que Laura va a hacer que maten al hacker número 1, a la hacker de esta semana y hasta puede que a Jonas.
Veremos cómo salen de esta Carrie y Quinn, que vale que son los protas pero la cosa pinta chunga y la herida de Quinn, por muy Jack Bauer 2.0 que sea, es muy fea y el chico no es inmortal.
LO MEJOR: Todo lo relacionado con Carrie/Quinn, la revelación de Allison
LO PEOR: Ni aposta hubieran conseguido crear un personaje más repelente que Laura
PUNTUACIÓN: 9.5/10
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