(contiene spoilers)
Muy buen episodio de The Mindy Project esta semana en el que vemos a Mindy y Danny enfrentarse al nacimiento de su hijo de forma distinta y en el que los secundarios han tenido más protagonismo que de costumbre.
Por un lado tenemos que Mindy y Danny salen del hospital con el pequeño Leo. Al llegar al apartamento Mindy se llevará una desagradable sorpresa. Resulta que Danny ha leído que los bebés son muy influenciables a cualquier tipo de estímulo externo y ruido durante sus primeros meses de vida por lo que se ha llevado del apartamento todos los aparatos electrónicos que en él había. Esto incluye televisiones, portátiles, tablets.. Vamos, que no le ha dejado nada a Mindy para que se entretenga cuando no esté cuidando del bebé. Porque además, Danny también le ha pedido a Mindy que no saque al bebé del apartamento hasta que tenga todas sus vacunas puestas.
Además, Mindy y Danny tendrán otro problema añadido. Tienen una nueva vecina, bastante ruidosa mientras mantiene relaciones sexuales.
Mindy y Danny van a hablar con ella pero Chelsea (Eliza Coupe, "Happy Endings") no les hace ni caso y más o menos les cierra la puerta en las narices.
Al día siguiente, Danny vuelve de nuevo a trabajar y tras mostrarse muy abatido por tener que dejar a su familia, le pide a Mindy que siempre tenga una foto suya a la vista para que Leo pueda ver a su padre.
Como era de esperar, Mindy se aburre mucho, muchísimo en el apartamento sola con el bebé y sin poder hacer absolutamente nada por lo que cuando ve en el periódico que los hermanos Gillenhall van a firmar ejemplares de su libro en una librería, ni corta ni perezosa, cogerá al bebé y allá que se irán los dos.
Pero como los desastres persiguen a Mindy, a pesar de que la salida y la firma han ido muy bien, al llegar al apartamento, se le cerrará la puerta con el pequeño Leo dentro y ella fuera y tendrá que pedirle ayuda a su vecina para poder saltar a su terraza desde el apartamento de ella.
La verdad es que Chelsea termina resultando ser bastante maja y le confiesa a Mindy que a ella también le gustaría tener una familia como la suya. con un buen hombre Esto hace que a Mindy se le ocurra emparejarla con Morgan, que desde que no está con Tamra, ellos tienen a Leo y Jeremy se ha echado una nueva novia, se encuentra bastante solo.
Hablando de Morgan, al entrar a buscar una grapadora en el despacho de Danny para cerrar su camisa para su cita con Chelsea, descubre que Danny ha puesto una cámara de vigilancia en su apartamento para tener vigilados a Leo y a Mindy.
Esta información saldrá a la luz, cuando Danny se entere de que Mindy ha salido de su casa al escuchar a Morgan y Chelsea hablar del tema mientras están en la cama juntos, ya que ésto enfada mucho a Danny, él y Mindy se ponen a discutir a grito pelado y Morgan y Chelsea se presentarán en su casa para pedirles que bajen la voz que les están fastidiando el momento. Como Morgan no es la persona más discreta del mundo y adora a Mindy, le contará lo de la vigilancia a la que le está sometiendo Danny y claro, la pelea no sólo no se calma sino que incluso empeora, con Mindy yéndose a un bar y Danny cerrándole la puerta en las narices a Morgan, al que Chelsea también ha dejado fuera.
Sin embargo, mientras está en el bar, Mindy se da cuenta de que tiene mucha suerte de que Danny quiera estar tan involucrado en la vida de Leo, por lo que vuelve al apartamento para hablar con Danny y ambos alcanzan un compromiso que no haga que Mindy se quiera tirar por la ventana a causa del aburrimiento.
En otro orden de cosas, Jeremy desde que está con su novia Whitney (Cristin Milioti) está de un humor excelente. Tanto que incluso accede a la petición de Tamra de poder no llevar el uniforme durante un día a la semana.
Tamra está contentísima y así se lo cuenta a su prima Sheena (Laverne Cox) pero la felicidad le durará poco ya que escucha una conversación telefónica de Whitney que da a entender que está engañando a Jeremy.
Tamra no sabe si decirle la verdad a Jeremy ya que no quiere arriesgarse a perder su recién adquirido privilegio de no tener que llevar el uniforme, pero terminará contándoselo y acompañando a Jeremy al restaurante en el que Whitney se había citado con su supuesto amante.
Sin embargo, todo resulta ser un malentendido ya que Whitney en realidad estaba preparando una fiesta sorpresa para un compañero de trabajo que se jubilaba. Fiesta que Tamra y Jeremy estropean un poco bastante, la verdad.
Después de que se aclare la verdad y de que Jeremy le confirme que se mantiene su día sin uniforme, Tamra jura y perjura que no volverá a meterse en asuntos de otros, autoconsejo que empieza a aplicar enseguida, al ver a Whitney esnifando lo que parece cocaína y decidir no contárselo a nadie.
El episodio me ha gustado mucho. Tanto la trama principal como la secundaria (por fin se aprovechan a secundarios distintos de Morgan en esta serie) han estado muy bien, los actores invitados no han parecido un pegote como en otras ocasiones sino que se han incorporado de forma muy orgánica a la serie (sobre todo Eliza Coupe que ha estado estupenda) y el episodio ha sido bastante divertido.
De verdad que a Danny habría que pegarle de collejas de vez en cuando porque lo de enclaustrar a Mindy en un apartamento sin poder hacer nada más que cuidar del bebé mientras él se va a trabajar y encima ponerles vigilancia, es para que se lo haga mirar. Menos mal que al final Mindy se ha impuesto y no se ha dejado avasallar por Danny y sus teorías ultra anticuadas y sus tendencias machistas.
Tamra ha estado muy graciosa en este episodio. Hace muy buen equipo con Jeremy y deberían aprovecharlo más. Eso si, se ve tan claro que la tal Whitney se la va a jugar al pobre Jeremy...
Morgan y Chelsea me han parecido muy monos y Chelsea me ha caído muy bien. A ver si se convierte por fin en la amiga que Mindy lleva pidiendo a gritos desde que su mejor amiga dejó de salir en la primera temporada sin dar ningún tipo de explicación.
LO MEJOR: Episodio muy completo con minutos para todos
LO PEOR: Danny a veces parece un troglodita
PUNTUACIÓN: 9.5/10
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