Buen episodio de Modern Family esta semana, quizá no excesivamente divertido, pero muy agradable de ver.
La primera de las historias de la semana tiene que ver con los Dunphy. Hayley quiere dejar su trabajo en la tienda, Alex no quiere ir a una fiesta por quedarse estudiando y Luke sigue haciendo experimentos, esta vez desmontando una tostadora. Claire por supuesto no está de acuerdo con nada de esto y le pide a Phil que intervenga. Pero Phil, como siempre, es incapaz de obligar a sus hijos a hacer nada que no quieran hacer.
Todo ello coincide con que Claire tiene que ir al hospital para hacerse una prueba por su problema de corazón. Cuando están allí, ven a una familia, que les recuerda mucho a ellos, dentro de 20 años y entonces entran en pánico y empiezan a llamar a sus hijos, con instrucciones contradictorias, lo que acaba en un lío ya que los chicos creen que Claire está peor de lo que les dicen y van al hospital y terminan enfadados con sus padres por el lio que han montado. Una trama típica de los Dunphy, que siguen siendo mi parte favorita de Modern Family.
Jay acompaña a Many a visitar una escuela preparatoria privada, a pesar de estar totalmente en contra de la educación privada. Manny se pone nervioso en la entrevista y se bloquea. Esta historia no es especialmente divertida, pero resulta muy tierno ver a Jay apoyando a Manny en todo momento, a pesar de no estar de acuerdo para nada con lo que Manny quiere hacer. Además está semana Manny ha estado más comedido que normalmente y ha resultado mucho menos cargante.
Finalmente Cam y Mitchell le piden a Gloria que pase más tiempo con Lily, porque la niña ha empezado a preguntarles por cosas de chicas y creen que es bueno que tenga una influencia femenina en su vida. Lily empieza a decirles que es gay, a lo que Cam y Mitchell no saben cómo reaccionar. Al final lo que ocurre es que Lily quiere ser como sus padres y por eso lo dice. Para que la niña entre en contacto con sus orígenes la llevan a un restaurante vietnamita donde dan la nota, para variar. Allí Gloria les confiesa que teme que sus hijos pierdan sus raices hispanas. Manny prácticamente no sabe español y Gloria piensa que el bebé ni siquiera lo va a aprender. Al final decide llevarlos a los dos a Colombia en el verano, para que tomen contacto con su cultura materna. De nuevo, otra historia emotiva, con las partes divertidas del restaurante. Quizá es la que más me ha gustado de todo el capítulo y eso que normalmente Cam y Gloria no me gustan mucho porque son los más exagerados, pero esta semana han estado perfectos.
En resumen un muy buen capítulo, con muchas tramas de relaciones entre los personajes y menos humor excesivo que de costumbre.
LO MEJOR: Sofia Vergara y la historia de Mitchell, Cam y Lily, el momento padre-hijo de Jay y Many
LO PEOR: La historia de los Dunphy podía haber dado más de si
PUNTUACIÓN: 9/10
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