(contiene spoilers)
Si el episodio anterior había fijado un nivel que yo no creía que se pudiera igualar en esta serie en cuanto a calidad, esta semana los guionistas han demostrado que no sólo podían igualarlo sino incluso superarlo. Tremendo episodio esta semana de nuevo con un Kevin Chapman estratosférico y unos villanos que definitivamente son de lo mejorcito de cualquier serie americana de la actualidad.
El episodio empieza con un montaje musical a ritmo del "Hurt" de Johnny Cash que nos va mostrando a los distintos personajes y sus reacciones a la muerte de Carter.
Reese está muy grave debido a la herida que le hizo Simmonds cuando mató a Carter, Finch y Shaw contemplan desde la distancia el entierro de Carter, en el que si están su hijo, su ex-marido y Fuscoe.
Los periódicos y los telediarios muestran sin cesar la imagen de Simmonds, al que todavía persigue el FBI y que está intentando preparar su salida del país utilizando un pasaporte falso.
Shaw intenta encontrar alguna pista del paradero de Simmonds utilizando sus métodos habituales, de la misma forma que Reese que todavía muy débil y grave se ha levantado de la cama con el único propósito de encontrar a Simmonds y matarlo.
Finch está muy preocupado por Reese, como no le encuentren pronto sus heridas pueden ser fatales y pone a Shaw y a Fuscoe a buscarle sin descanso.
Shaw le comenta a Finch que la mejor forma de encontrar a Reese es encontrar a Simmonds para lo que tienen que hablar con Quinn, al que el FBI tiene detenido en un lugar desconocido.
Para averiguar este lugar, en principio piensan utilizar al abogado de Quinn, pero una vez que Reese ha hablado con él y ha obtenido la localización de Quinn, los rusos han tenido la misma idea y cuando Shaw y Fuscoe llegan al lugar se encuentran al abogado muerto.
Entonces Shaw le sugiere a Finch que utilice a Root para que se comunique con la máquina y les diga la localización de Quinn. A regañadientes, Finch libera a Root de la habitación donde la tiene recluida y enseguida la máquina se pone en contacto con ella.
Finch, Shaw, Fuscoe y Root se dirigen al lugar donde se encuentra Quinn, pero Reese ha llegado antes y le pide a Quinn el plan de huída de Simmonds. Quinn en un principio se niega, aduciendo que aunque amenace con matarle no delatará a Quinn. Reese le dice que no le va a amenazar, que le va a matar de todas formas, lo que variará es que si no le dice nada, los últimos tres minutos de su vida se le harán eternos. Quinn le da por fin el plan de huída de Simmonds.
En ese momento Finch y el resto llegan a donde están Reese y Quinn y Finch intenta razonar con Reese diciendo que Carter se arriesgo y pagó con su vida el hecho de querer llevar ante la justicia a Quinn, haciéndolo de forma legal y no tomándose la justicia por su mano. Si mata a Quinn irá en contra de los deseos de Carter. Reese no le hace caso y dispara a Quinn de todas formas, y si éste no muere es porque se le han acabado las balas y está demasiado débil para cualquier otra cosa, ya que en ese momento pierde el conocimiento.
Shaw y Finch se llevan a Reese mientras Fuscoe encuentra el papel donde Quinn le había escrito a Reese el plan de huída de Simmonds. Fuscoe va al encuentro de éste y durante la mejor escena de todo el episodio (grandísimo Kevin Chapman), después de darle una soberana paliza y decirle todo lo que Carter significaba para él, en honora ésta, le lleva detenido a la comisaría.
Mientras tanto en la biblioteca, Finch se da cuenta de que, a pesar de que podía haberse escapado, Root ha vuelto a la habitación donde la tenía recluída y donde la vuelve a encerrar después de decirle a Finch que se va a librar una guerra y a ambos les conviene estar del mismo lado.
El episodio termina con otra grandísima escena, con el mejor villano de esta serie, Elias (genial Enrico Colantoni una vez más). Elias ha ido a ver a Simmonds al hospital. Allí le dice que está allí para pagar una deuda, que ofreció a la detective Carter muchas veces acabar con él, pero ella siempre se negó, según Elias las personas civilizadas quieren darle a los criminales unas oportunidades que éstos no dieron a sus víctimas. Carter era una de estas personas civilizadas hasta el final. Ellos en cambio no son personas civilizadas y pueden hacer cosas qué estas no harían.
Elias no cree que le cayera bien a Carter pero ella si le caía bien a él y Simmonds la había matado. Elias considera un deber suyo solucionar el problema que es Simmonds.
Simmonds le pregunta si ha ido a matarle. Elias le dice que no, que eso lo hará su amigo. El solo ha ido a ver cómo lo hace.
Y dicho esto, aparece el hombre de la cicatriz (la mano derecha de Elias) y asfixia a Simmonds con un cable.
No he hablado nada todavía de los flashbacks de este episodio, que se han centrado en los distintos personajes y que han resultado especialmente interesantes.
En el de Finch éste hablaba con un psiquiatra después de la muerte de Nathan acerca de la culpa del superviviente y de cómo estaba pensando en lanzar un proyecto en el nombre de su amigo fallecido.
En el de Shaw nos enteramos que ésta es médico y la despidieron por no ser lo suficientemente empática con sus pacientes.
En el de Reese vemos como asesina a un traidor al que había estado investigando.
Y en el de Fuscoe, vemos como éste tiene una entrevista con un asesor psicológico de la policía después de haber tenido que matar a un criminal. El psicólogo le pregunta si se siente culpable y Fuscoe le dice que no, que el criminal tuvo lo que se había merecido por todo lo malo que había hecho.
Episodio espectacular desde todos los puntos de vista.
Los actores han estado todos geniales, sobre todo Kevin Chapman, que ya estuvo muy bien en el episodio anterior pero que ha sido sin duda lo mejor de este estupendo episodio. Especialmente contenta que Fuscoe (uno de mis personajes favoritos) se haya podido reivindicar de esa manera y haber demostrado todo lo que Carter había influido en el para hacerle ser mejor policía y mejor persona.
Michael Emerson es tan tan bueno que hay veces que uno se olvida de lo bueno que es porque no parece que ni esté actuando. Todas sus interacciones con Root en este episodio han sido brillantes y su preocupación por el bienestar de Reese muy sincera.
Shaw está consiguiendo ganarme poco a poco y en este episodio ha tenido ideas brillantes que no tenían que ver con liarse a tiros, lo que demuestra que puede ser útil al equipo además de peleando (bueno y también curando, ahora que sabemos que es médico).
Jim Caviezel no ha tenido mucho que hacer, pero las escenas en las que ha aparecido han sido también muy muy buenas.
Mención especial a los villanos de la serie Clarke Peters (Quinn), Robert John Burke (Simmonds) y Enrico Colantoni (Elias), que han estado otra vez estupendos.
LO MEJOR: Todo
LO PEOR: Nada
PUNTUACIÓN: 10/10
Aquí también dejó el enlace a la canción de Johnny Cash que ha abierto el episodio
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