(contiene spoilers)
Buen episodio de Elementary en el que me ha gustado más la trama secundaria de Sherlock y Alfredo que el caso de la semana que me ha aburrido bastante y en el que me ha sobrado la mitad de la trama.
En el caso de la semana tenemos como víctima a un arqueólogo que aparece muerto en su piso después de que alguien le clave uno de los instrumentos que utiliza en su trabajo. El cuerpo se encuentra gracias a que la vecina alerta del olor a gas que procedía del piso contiguo.
A lo largo de la investigación se descubre que el arqueólogo, que en el momento de su muerte no tenía trabajo, se dedicaba a buscar en vertederos copias rarísimas de un juego muy cutre de los años ochenta, muy denostado en su época pero que cada copia en la actualidad se pagaba muy bien por los coleccionistas de juegos antiguos.
Sin embargo, después de pasarse más de medio capítulo pensando que la víctima había sido asesinada a causa del juego, el equipo descubre que lo que había pasado en realidad era que en su búsqueda, el arqueólogo había descubierto que los últimos terrenos en los que había buscado estaban contaminados y tras ir a informar al dueño del lugar de lo que ocurría, éste había contratado a un sicario para que lo matara ya que estaba a punto de cerrar un negocio muy lucrativo a costa de vender la parcela y no quería que nadie se lo estropease.
En otro orden de cosas vemos como Alfredo ha vuelto por fin de casa de su hermana tras todo lo que pasó en el final de la temporada pasada (su secuestro por parte de Oscar).
Alfredo va a ver a Joan para preguntarle por Sherlock ya que no le ha visto en ninguna reunión desde que ha vuelto y tampoco ha conseguido quedar con él fuera de ellas. Alfredo está preocupado porque Sherlock le esté evitando por sentirse culpable de todo lo que le pasó.
Al informarle Joan de esta conversación, Sherlock va a ver a Alfredo para comentarle que si que está yendo a reuniones pero que ha decidido cambiar de grupo para empezar desde cero. Pero que ellos no tienen por qué esperar a las reuniones para verse ya que son oficialmente amigos.
Cuando Sherlock visita a Alfredo, éste está comiendo unos donuts muy específicos que al acudir a una de las reuniones de su nuevo grupo Sherlock verá que también los tienen allí.
Esto hace que Sherlock se de cuenta de que Alfredo está yendo al doble de reuniones que antes lo que implica que está pasando un mal momento. Por ello, va a verle para comentarle su descubrimiento y también para decirle que está ahí para lo que necesite dado que son amigos.
Alfredo acepta el ofrecimiento de Sherlock y el episodio termina con ambos decidiendo cenar en casa de Alfredo una comida ecológica cuyos ingredientes Alfredo acaba de traer de la calle.
El episodio me ha gustado bastante a pesar de que el caso de la semana me haya aburrido mucho. Sigo pensando que tantos giros en los casos hacen que el espectador se termine perdiendo y le quita un poco de dramatismo a la revelación final porque siempre es algo que cuentan como de pasada en los últimos cinco minutos del caso.
A ver, que tampoco estoy diciendo que nos den casos en los que sepamos quien es el asesino desde el primer minuto, pero una cosa intermedia, por lo menos para que el asesino nos resulte mínimamente interesante.
Sin embargo me ha encantado todo lo relacionado con Alfredo en este episodio. Me ha gustado mucho ver cómo, a pesar de estar teniendo sus propios problemas, esté más preocupado por Sherlock que por él mismo y también que Sherlock se haya dado cuenta de lo que estaba pasando y le haya ofrecido a su vez ayuda a Alfredo. Me encanta ver cómo Sherlock va poco a poco estableciendo cada vez más relaciones normales en la serie, distintas a las que tiene con Joan.
LO MEJOR: La trama Sherlock/Alfredo
LO PEOR: Caso de la semana bastante aburrido
PUNTUACIÓN: 8/10
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