(contiene spoilers)
Muy, muy buen episodio de New Girl para abrir su quinta temporada. Me ha recordado muchísimo a los de la maravillosa segunda temporada en la que era imposible que cualquiera de sus personajes pudiera caerte mal.
En esta temporada retomamos el compromiso de Schmidt y Cece con el que terminó la cuarta temporada y el primer paso es, lógicamente, pedirles a Nick y Jess que sean el padrino y la dama de honor, respectivamente.
Nick hace un poco sufrir a Schmidt haciendo como que se piensa aceptar su proposición, aunque en realidad todo se trate de una apuesta con Winston. Evidentemente terminará aceptando para regocijo de Schmidt que le da un sello conmemorativo con las iniciales BM grabadas.
En cambio Cece con Jess no tiene tanto problema ya que ésta parece estar a punto de explotar de impaciencia ante la parsimonia con la que Cece se toma el preguntárselo.
Un cartelito nos informa de que ha pasado un mes y Jess está completamente inmersa en los preparativos de la fiesta de compromiso en la que tiene una sorpresa para Cece. Le va a traer a su madre sin que ella lo sepa.
Como Schmidt está tan nervioso por conocer a su futura suegra ya que su opinión significa mucho para Cece, decide mandar a Nick a buscarla al aeropuerto en lugar de ir él mismo. Nick, que se toma lo suficientemente en serio su papel como padrino como para limpiar ese estercolero que llama coche, se toma muy en serio su papel en incluso se pone un traje para la ocasión. Eso si, como Nick es Nick, se equivoca de mujer india en el aeropuerto y termina llevando a la persona equivocada a la fiesta.
Jess, como no podía ser de otra manera, se toma muy en serio su papel de dama de honor y está super motivada. Sin embargo, cuando la madre de Cece la llama para informarla de que está sola en el aeropuerto, Cece entra en pánico porque no le ha dicho todavía que se casa con Schmidt. Esto sorprende tanto a Jess que se cae por unas escaleras rompiéndose unos cuantos huesos del cuerpo, lo que quiere decir que no puede ir a la fiesta.
En paralelo, Winston se ha convertido en una especie de ídolo local cuando salvó a un niño que se quedó atrapado debajo de un coche. Sin embargo, Winston no parece llevar la fama de persona responsable demasiado bien ya que en el fondo él se considera un gamberro (aunque todos sepamos, como le informa Jess, de que en realidad hacer bromas se le da francamente mal).
La madre de Cece llega a la fiesta y como era de esperar odia al instante al pobre Schmidt (que a todas estas no sabía que Cece no le había dicho a su madre que se casaba), que se queda bastante desolado.
Cuando Jess se entera de lo que pasa, le pide prestado a uno de sus vecinos (gran admirador de Winston desde el incidente del coche) su silla de ruedas motorizada y se presenta en la recepción con la intención de arreglar las cosas.
Al llegar allí, intenta convencer a la madre de Cece de que Schmidt y su hija están hechos el uno para el otro. De hecho, ha preparado un número musical que cree que terminará por convencer de ésto a la madre de Cece ya que la mujer fue bailarina de Bollywood en su época y venció la resistencia de los padres de su marido a que se pudiera casar con éste gracias a que la vieron en uno de sus espectáculos.
Incluso Schmidt y Nick participan en el número (en una escena francamente adorable) pero ni por esas la madre de Cece acepta la boda y se marcha muy enfadada para desolación de su hija. Sin embargo, los chicos le hacen ver a Cece y a Schmidt que no están sólos ya que ellos los apoyan al cien por cien.
Me ha encantado el episodio. Creo que no me había gustado tanto un episodio de esta serie desde la segunda temporada. Todos los personajes han estado tan monos (con mención especial a Schmidt, Cece y Jess), Nick y Winston han tenido tanta gracia y todo el conjunto ha molado tanto que se me han pasado los veinte minutos volando.
Toda la trama de Nick equivocándose de madre y "secuestrando" a una pobre mujer que pasaba por allí ha estado genial. Me ha hecho reirme muchísimo. Jake Johnson es el actor con más gracia de la serie y en este tipo de historias suele brillar. Por cierto, lo que mejora este chico con un traje.
Winston y su incapacidad para hacer bromas es ya un clásico de esta serie. Eso si, también me ha encantado que nos estén mostrando que Winston es super competente en su trabajo y no un patoso como me temía cuando empezó la trama de Winston queriendo ser policía. Lamorne Morris es genial y siempre mola que los guionistas le len más cosas que hacer.
Por cierto, me ha encantado el detalle de la presencia de Big Schmidt y Robbie en la fiesta de compromiso y también que se hayan molestado en explicar la ausencia de Coach en la fiesta mediante el mensaje que le envía a Winston.
Cece y Schmidt han estado super adorables durante todo el capítulo y una vez más me hace preguntarme por qué no les han dejado estar juntos desde el principio y han estado haciéndoles marear tanto la perdiz. Me ha dado mucha penita que la madre de Cece no le de el visto bueno a Schmidt (que objetivamente es un muy buen partido y está loco por su hija), pero estoy convencida que, de aquí a la boda, terminará entrando en razón.
Si hasta me ha encantado Jess que hay veces que me resulta un tanto cansina. Hoy ha estado graciosa y adorable y lo de superar el dolor de sus múltiples fracturas, pedir la silla de ruedas motorizada y presentarse en la fiesta para arreglar el problema de su amiga ha sido un detallazo.
En fin, veremos si la serie consigue mantener el nivel de este primer episodio porque si es así, pinta a temporadón.
LO MEJOR: Prácticamente todo el episodio
LO PEOR: El cliché de que la madre de Cece a pesar de todo se oponga a la boda
PUNTUACIÓN: 9.5/10
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