(Contiene spoilers)
En el episodio de esta semana, el número que les da la máquina corresponde a un cirujano cardiovascular. El caso resulta especialmente emotivo porque el médico es envenenado con polonio, por lo que no se puede hacer nada por él ya que no se puede tratar, y sólo le quedan 24 horas de vida.
Durante esas 24 horas, acompañado por Reese, intentará descubrir quién le ha envenenado.
Reese y Finch sospechan que algo le ocurre a la máquina, después de no haber podido salvar a los últimos números (el médico, Beacher, Symanszi). Efectivamente, alguien ha introducido un virus en la máquina y ésta avisa con menos tiempo para poder salvar a las personas.
Por otro lado, Fuscoe está siendo investigado por asuntos internos. A través de flashbacks vemos cómo se involucró por primera vez con los policías corruptos de HR. Carter intenta ayudarlo, a pesar de que al principio no quería escuchar su historia.
Carter llama a Reese para que les ayude, pero éste está en medio de su trabajo de protección del médico y no tiene tiempo de ayudarla. La conversación ha sonado un poco extraña. Es la primera interacción que tenemos entre Carter y Reese desde toda la trama de la captura de Reese por el FBI y posterior secuestro por parte de su antigua compañera. Reese ha sonado realmente frío con Carter, cuando antes nunca lo había sido. Me pregunto si habrá pasado algo entre ellos que no nos han mostrado. Esperaremos ver cómo se desarrollan los acontecimientos.
Sin la ayuda de Reese, Carter debe ayudar a Fuscoe ella misma, a pesar de que al principio no quería involucrarse.
Al final del capítulo vemos que ha sido Carter la que ha movido el cuerpo del antiguo compañero de Fuscoe (al que Reese mató en uno de los primeros episodios de la temporada pasada) y eso hace que Fuscoe salga libre de cargos de la investigación de asuntos internos.
LO MEJOR: Gran trabajo de Kevin Chapman y Taraji P Henson
LO PEOR: Reese ha estado realmente seco y desagradable con Carter
PUNTUACIÓN: 9/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario