(contiene spoilers)
Y se acabó, después de 12 temporadas, el Smithsonian cierra sus puertas para no abrirlas más. Y tengo que reconocer que me ha dado mucha penita. Cierto es que las últimas temporadas no han estado al nivel de las primeras, pero "Bones" nunca ha dejado de ser una serie muy entretenida, con la que uno podía evadirse y pasar un buen rato viendo y en la que sus personajes te caían bien y querías que por fin las cosas les salieran bien (y mira que le pasaban desgracias a los pobres).
Se la echará de menos ya que con ella termina una era de procedurals "con encanto" ("El Mentalista", "Castle"), que de momento no de momento no parecen tener releve. Si acaso Lucifer, pero ésta se está alejando más y más de la categoría procedural.
El episodio empieza donde terminó el anterior, con Brennan, Booth, Angela y Hodgins atrapados en el laboratorio donde Kovac (que continua huido), ha plantado varias bombas.
Por mucho que Booth intenta desactivarlas, hay demasiadas y el laboratorio salta por los aires, aunque, a primera vista, no parece que ninguno de nuestros protagonistas haya resultado herido de gravedad.
Sin embargo, pronto nos damos cuenta de que eso no es exactamente cierto ya que algo raro pasa con Brennan, que no parece ella misma.
Cuando por fin los equipos de emergencias consiguen evacuarlos y un neurólogo la examina y la hace un tac, Cam la informa de que no tiene ninguna hemorragia pero si una fuerte contusión que ha afectado a la zona de su cerebro que se encarga de procesar la información. No es que Bones haya perdido la memoria, es que no consigue entender bien las cosas. Por ejemplo, conoce los nombres de los huesos pero no sabe a qué se refieren. De todos modos Cam le dice a Brennan que no tiene por qué ser permanente.
Lógicamente esto hunde a Brennan, que piensa que al perder la capacidad de hacer su trabajo, ha perdido parte de su esencia y por mucho que Booth intenta animarla durante todo el episodio, hasta que no se recupera, Brennan no consigue remontar el vuelo.
El problema de Brennan además afecta también directamente a la investigación, ya que justo antes de la explosión creía haber dado con la clave para descubrir dónde se escondía Kovak en los huesos de su última víctima.
Brennan había dejado anotados los nombres de una serie de huesos en un papel que había guardado en un bolsillo de su bata, pero no conseguía recordar qué era lo que significaban. Eso si, cree que si va al laboratorio a echar un vistazo, quizá consiga acordarse.
Sin embargo, debido a la explosión, todos los huesos del laboratorio se han mezclado y lo que ya era muy difícil, se convierte en una tarea casi imposible.
Brennan "recluta" a Clark, Wendell, Arastoo, Daisy y Warren para ayudarla primero a encontrar los huesos de la última víctima de Kovac y después a averiguar cuál era la pista definitiva que ella había encontrado antes de la explosión.
Los becarios siguen confiando en que Brennan será quien haga el descubrimiento final. Pero Hodgins les saca de su error. En esos momentos Brennan no está capacitada para hacerlo y tendrán que ser ellos los que den un paso adelante y lo hagan.
La charla motivadora de Hodgins logrará su efecto y los becarios descubren lo que Brennan había descubierto: que Kovac se escondía en el lugar de origen de la víctima.
Esto, unido a que los becarios encuentran ADN del cómplice de Kovac (que resulta ser su mujer, aunque realmente no es su mujer sino su hermana, algo que la había hecho pasar el polígrafo debido a que todas las preguntas que la hacían se referían a "su marido"), hará que el FBI finalmente localice a Kovac y éste termine muriendo durante su huida al despeñarse su coche por un barranco.
La desaparición definitiva de sus vidas de Kovac no será la única buena noticia para nuestros protagonistas ya que Brennan recupera su capacidad de asociación de ideas.
Además, Hodgins consigue ser por fin "El rey del laboratorio" toda vez que Cam le deja al cargo de todo cuando se coge un año sabático para que los tres hermanos adolescentes que ella y Arastoo han adoptado, se adapten a vivir con ellos.
Por otro lado, el bebé de Angela no ha sufrido ningún daño en la explosión y Hodgins tiene el presentimiento de que será otro niño y Aubrey, aunque ha roto definitivamente con Jessica, parece que encuentra un rayo de esperanza en el plano sentimental con Karen la psicóloga.
Y hasta aquí han llegado doce temporadas de casos y asesinos en serie, de mucha tensión sexual no resuelta (y mucha también resuelta), de muertes sorprendentes (¡Te seguimos echando de menos Sweets!), de becarios, de experimentos y de giros locos de guión.
Este episodio en concreto ha sido un tanto regulero: la revelación forzadísima de que la mujer de Kovac era en realidad su hermana, la forma casi mágica en la que Brennan se recupera, la increible capacidad de los becarios para encontrar los huesos que necesitaban para resolver el caso en el caos de huesos en el que se había convertido el laboratorio..
Pero bueno, aceptaremos pulpo como animal de compañía porque todo acaba bien y dejamos a nuestros protagonistas felices y comiendo perdices.
En el lado positivo, me han gustado todos los recuerdos a grandes momentos de la serie como las misiones encubiertas de Booth y Brennan, a lo maravilloso que era Sweets (y qué bien captó desde un primer momento a Booth y Brennan y su relación) y también que Hodgins sea por fin de verdad el rey del laboratorio y que él y Angela no hayan perdido al niño (que bastantes desgracias han sufrido ya los pobres).
También me ha gustado mucho que todos los becarios que más han aparecido últimamente hayan sido los que en realidad han resuelto el caso y que Arastoo y Cam hayan decidido adoptar a tres hermanos que de otro modo hubieran sido separados por el sistema.
En fin, hasta aquí llegó Bones, la echaremos de menos y siempre recordaremos a Booth y a Brennan como una de las mejores parejas de la televisión reciente.
LO MEJOR: La nostalgia de la que ha estado impregnado todo el episodio
LO PEOR: Que la serie haya acabado de forma definitiva. La echaremos de menos
PUNTUACIÓN: 7/10
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