(contiene spoilers)
Este episodio de Homeland se puede resumir en ¡Qué buena actriz es Claire Danes! y que insoportable es su personaje.
Seguimos donde lo dejamos el episodio anterior. Después de que Saul confirmara en la vista ante el congreso que Carrie es bipolar y que se acostaba con Brody, ésta decide contactar con la periodista que publicó la historia en los periódicos para contarle su versión.
La CIA, bueno Dar Adal, se entera y le dice a Saul que hará todo lo posible por parar a Carrie, incluyendo internarla en un psiquiátrico y medicarla.
Carrie tampoco es que esté en su mejor momento y no sólo por todo el asunto de Saul y la vista ante el congreso, sino porque ha decidido dejar de tomar la medicación y sustituirla por correr y meditar (muy poco inteligente por su parte, la verdad) y está bastante desquiciada.
En realidad el único que sale bien parado de esta historia es Quinn. Interesándose genuinamente por Carrie, aunque ésta no es que le trate precisamente bien y cuestionando directamente a Saul la moralidad de lo que están haciendo con ella.
Y eso que Quinn tiene sus propios problemas. En la operación en la que asesinó a un operativo del comando terrorista que planeó la bomba en la CIA, mató accidentalmente a un niño y se está torturando bastante por ello, diciéndole a Saul que en cuanto acabe toda la operación, va a dejarlo. Por lo menos tenemos a alguien en la serie con intención de asumir sus propios errores.
A todas estas Saul, será por la presión a la que está sometido teniendo que dirigir la agencia o por lo que sea, se está comportando de forma bastante diferente a como se ha comportado hasta ahora (y no para mejor). Un ejemplo es la forma en la que trata a una nueva analista, Farah. La chica es musulmana y lleva velo y Saul se lo echa en cara de forma bastante poco elegante y muy desagradable.
Farah parece bastante competente e inteligente y no se deja intimidar por las amenazas de Saul. Es un personaje que parece que va a aparecer de forma más o menos continua. Espero que no sigan la ruta fácil y hagan que el personaje musulmán sea un agente doble.
Por otro lado, Saul, Farah y Quinn están intentando descubrir cómo se financió la operación terrorista que destruyó las oficinas de la CIA. La transacción se realizó en un banco con sede en EEUU, pero los directivos del banco no les quieren dar la información que necesitan, por lo menos hasta que uno de ellos no recibe una "persuasiva" visita de Quinn.
El episodio termina con Saúl yendo a ver a una drogadísima Carrie a la institución mental donde la tienen recluída y no siendo especialmente bien recibido (y con razón) por ella.
También hay una trama paralela que tiene que ver con Dana, Jess y toda la familia de Brody, pero me ha resultado bastante aburrida, la verdad.
El episodio no ha estado mal, aunque siguen dejando por los suelos el personaje de Saúl, que se ha portado de forma horrible durante todo el episodio (sobre todo en el incidente con el velo de Farah). Mandy Patinkin está haciendo un gran trabajo.
Carrie no es que salga muy bien parada tampoco. Es bastante absurdo que se niegue a tomar las pastillas y tampoco me parece mal que la fuercen a tomárselas, pero claro, en su dósis justa, no en la que le han dado que parece destinada a dormir caballos (el objetivo principal de la CIA es dejarla fuera de combate y no restablecer la salud mental de Carrie). Eso si, Claire Danes es la mejor actriz dramática que hay ahora mismo en televisión y este episodio le puede hacer ganar su tercer emmy consecutivo.
Me encanta Quinn, cuanta más salga mejor. Rupert Friend es estupendo y una gran adición a la serie.
Me gusta la nueva analista y tengo curiosidad en ver qué hacen con su personaje.
Se que la parte de la familia de Brody es necesaria, pero es tremendamente aburrida, a pesar de que Morgan Saylor lo hace extraordinariamente bien.
LO MEJOR: Claire Danes, el personaje de Quinn
LO PEOR: Toda la subtrama de la familia Brody
PUNTUACIÓN: 8/10
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