(contiene spoilers)
La segunda temporada de The Walking Dead empieza con la desaparición de Sophia, la hija de Carol. La búsqueda de la niña tiene como efecto secundario que Carl es disparado de forma accidental por un hombre, Otis, perteneciente a un grupo de personas que viven en una granja. Otis les conduce hasta el lugar donde vive ya que Hershell, su lider y dueño de la granja, puede curar a Carl.
A partir de aquí, suceden unas cuantas cosas. Lori descubre que está embarazada, y no sabe quien es el padre de su bebé, Glenn entabla una relación sentimental con la hija mayor de Hershell, Maggie, Shane parece cada vez más y más desequilibrado y Dale, no para de intentar que el grupo no pierda su humanidad en el entorno en el que viven.
La temporada termina con unos cuantos personajes muriendo y el grupo, nuevamente intentando encontrar un lugar a salvo de los "Walkers".
Esta segunda temporada de The Walking Dead ha conseguido lo imposible, ser aún más lenta que la primera, ya que toda la acción se ha desarrollado en un intervalo muy corto de tiempo y prácticamente en el mismo escenario.
Me han gustado los nuevos personajes (Hershell y Maggie principalmente) y los dilemas que planteaba Dale al grupo y que tanto han hecho pensar a Rick, que sigue siendo mi personaje favorito, aunque ahora seguido muy de cerca por Daryl. Glenn me sigue cayendo bien y a mi grupo de personajes que no quiero que sean devorados por los zombis se ha unido Carol.
Del resto, pues ya podían haber sido Andrea o Lori las que hubieran muerto por el ataque de los zombis y no el pobre Dale. Sinceramente, no puedo con ninguna de las dos. Ambas actrices lo hacen bien, pero sus personajes son bastante insoportables y espero que sean carne de zombi pronto.
De las tres muertes de personajes regulares que ha habido esta temporada, las de Sophia y Dale me han dado bastante pena. Sin embargo, a medida que pasaba la temporada tenía más y más ganas de que un Walker random se comiera a Shane. Qué personaje más desagradable y más cargante. Eso si, que haya sido Rick el que le haya despachado ha sido casi más satisfactorio que si se le hubieran comido y que una vez muerto se conviertiera en zombi, ha sido el colofón positivo.
La temporada me ha gustado bastante más que la primera, a pesar de su lentitud, ya que los dilemas a los que se enfrentaban los personajes (mantener la moralidad de una sociedad civilizada o dejar de seguir los códigos de conducta normales para adaptarse a la nueva realidad) me han resultado muy interesantes.
Me alegro de que, con la muerte de Shane, por fin haya terminado todo el asunto del triángulo. La trama ya no daba más de si y cuanto más lo alargaban, más manía se les cogía a Lori y Shane, porque sinceramente Rick ha sido el único que ha salido indemne de semejante despropósito. Eso si, todo el asunto del embarazo de Lori promete convertirse en un culebrón de los buenos.
También me ha gustado mucho la evolución del personaje de Daryl, que, de ir a su aire, ha pasado a involucrarse totalmente en las decisiones del grupo.
Los dos últimos episodios de la temporada han tenido mucho ritmo y el final ha sido bastante impactante, dejando pendiente para la siguiente temporada, qué es lo que va a hacer el grupo ahora, una vez perdida la seguridad momentánea de la que habían disfrutado en la granja de Hershell.
Estupendo trabajo de Andrew Lincoln, Melissa McBride, Norman Reedus, Steven Yeung, Laurie Holden.
LO MEJOR: Andrew Lincoln, los dilemas morales que se les presentaban a los personajes
LO PEOR: La lentitud de la trama
PUNTUACIÓN: 8.5/10
Todo el nundo se quejaba, que si pasan demasiado tiempo en la granja, que si casi no hay zombies, que si esto parece una sitcom, pero a la larga la segunda temporada ha demostrado ser fuerte e impactante, lo de Dale, lo de Sofia zombie, las marranadas de Shane y sobre todo el impactante capítulo de final de temporada.
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