miércoles, 11 de junio de 2014

TRUE DETECTIVE - TEMPORADA 1


(contiene ligeros spoilers)

La crítica a la primera temporada de "True Detective" se puede resumir en "Pues si, era tan buena como todo el mundo decía" (aunque su final a mi me haya decepcionado un tanto).

Y si, Matthew McConaghue está espectacular y probablemente le tenga que agradecer a este papel tanto como a su personaje de "Dallars Buyers Club", el haber ganado el Oscar este año.

Woody Harrelson confirma que, cuando quiere y le dan papeles, es también un extraordinario actor.

Michelle Monaghan también está estupenda en un papel más secundario.

La serie está ambientada en Louisiana y se centra en la investigación del asesinato de una mujer por parte de los detectives de la Policía Estatal  "Rust" Cohle (Matthew McConaghue) y Martin Hart (Woody Harrelson). La escena del crimen resulta bastante dantesca ya que parece estar relacionada con algún tipo de ceremonia ritual.

Rust acaba de ser trasladado desde otro estado y, a pesar de ser un excelente detective, no tiene una buena relación con ninguno de sus compañeros (ni siquiera con Martin), ya que es excéntrico y de personalidad díficil. Por el contrario Martin, es tremendamente popular y querido entre sus compañeros aunque en su vida personal no sea precisamente ejemplar ni como marido, debido a sus infidelidades, ni como padre debido a la poca atención que le presta a sus hijas.

La relación entre ambos va evolucionando a lo largo de los ocho episodios de los que consta la serie y aunque no parezcan soportarse mucho, llegando incluso a las manos en el peor momento de su relación, termina quedando confirmando que, a pesar de todo, el aprecio y la confianza entre ambos, es grande.

La acción se divide en dos líneas temporales, ya que toda la parte de la investigación original la cuentan Rust y Martin, 18 años después. Esto hace que haya un importante trabajo de caracterización de todos los actores de la serie, en especial de Harrelson y McConaghue y que a su vez estos modulen sus interpretaciones en función de la línea temporal en la que se encuentren en ese momento (uno de los puntos fuertes de la serie, desde mi punto de vista).

La puesta en escena, dirección, música, fotografía y guiones son extraordinarios. A pesar de tratarse de una serie que puede parecer lenta, no se llega a hacer pesada en ningún momento y cuando terminan sus ocho episodios te quedas con ganas de ver más.

La escena final del último episodio de la temporada es especialmente emotiva y una de las que más me han gustado de toda la serie.

Como único punto débil mencionaría el final, que a mi personalmente me decepcionó un tanto en cuanto al descubrimiento de la identidad del asesino. Sin embargo, por lo menos a mi, esto me lo compensó el maravilloso desarrollo de personajes de los dos o tres últimos episodios.

Mención aparte merecen sus actores, ya que ambos, en especial McConaghe están estratósfericos y son muy serios candidatos a luchar mano a mano con Bryan Cranston por el premio a mejor actor dramático del año.

La decisión de HBO de presentar a los emmy la serie en la categoría de Serie Dramática en lugar de Miniserie para enfrentarla a la última temporada de Breaking Bad puede que haga que gane menos premios de los que debería por su calidad, pero ello no quita para que nos encontremos ante una de las mejores series no sólo de este año sino de los últimos años.

Una maravilla que nadie debería dejar de ver. Francamente recomendable.

Mucha atención a la secuencia de títulos de crédito. De lo mejorcito de los últimos años.

LO MEJOR: Actores, guión, dirección, fotografía, música

LO PEOR: La identidad del asesino

PUNTUACIÓN: 9.8/10

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