martes, 31 de diciembre de 2013

RECORDANDO SERIES.. EXPEDIENTE X 5X12 BAD BLOOD


(contiene spoilers)

Expediente X será siempre mi serie favorita junto con The West Wing. Tengo que admitirlo, no soy nada objetiva con ella, hasta en sus peores momentos no pude dejar de mirarla con cariño.

Fue la primera serie de la que me convertí en seguidora asidua y aunque no ha sido la mejor serie de la historia, las dos últimas temporadas fueron bastante desastrosas (supersoldados, bebés telequinéticos, el protagonista de la serie desaparecido en combate) y David Duchovny tenía momentos de auténtica vergüenza ajena dramática (lloraba entre mal y peor y sus caras de pena había veces que no había quien se las creyera) de los que te terminabas olvidando porque era carismático a más no poder, tenía una capacidad cómica y gestual tremenda y Mulder era tan grande como personaje que en el fondo daba igual que en algún que otro capítulo (principalmente en los de la conspiración alienígena) Duchovny no estuviera muy allá, a mi ha sido la que posiblemente más me ha marcado (y eso que no soy para nada aficionada al género de terror).

Y Gillian Anderson era y sigue siendo una actriz como la copa de un pino (su emmy a mejor actriz dramática por el episodio de la cuarta temporada Memento Mori es uno de los más merecidos de los últimos tiempos).

Además de que estoy firmemente convencida de que Expediente X ha sido una de las grandes responsables del cambio que se produjo en la concepción de las series de televisión a partir de los años noventa.

Aún hoy en día se utiliza el término Expediente X para hablar de algo sin explicación, se hacen referencias a sus frases más emblemáticas ("The truth is out there", "I want to believe") y su sintonía de cabecera se sigue usando en muchos programas y series para marcar determinados momentos.

Mulder y Scully como personajes y la relación entre ellos (por mucho que siempre se hable de Luz de Luna como ejemplo de UST, la realidad es que fue la relación Mulder-Scully la que cimentó el concepto de tensión sexual no resuelta entre los protagonistas de una serie) ha marcado el camino para muchas otras series como "Bones" o "Castle".

Bueno, pues de entre las nueve temporadas, más de 200 episodios y 2 películas que se han hecho de la serie, si me tengo que quedar con un episodio sería sin lugar a dudas Bad Blood, episodio que he visto un buen número de veces y que me sigue gustando igual o más cada vez que lo vuelvo a ver.

Bad Blood no es un episodio de Expediente X al uso. El monstruo de la semana no da miedo y además no hay conspiraciones alienígenas, ni aparece el Fumador, ni se habla de la hermana de Mulder, ni hay miradas lánguidas entre Mulder y Scully. Sin embargo, si se hiciera una encuesta entre los seguidores de la serie, si no aparece como episodio favorito de la mayoría de la gente, estaría entre los tres primeros.

El episodio trata de vampiros, pero no vampiros que dan miedo, sino de vampiros educados,  que se mezclan entre la gente y a los que en la oscuridad se le vuelven los ojos verdes brillantes.

Mulder y Scully van a un pueblo cercano a Dallas en el que se están dando casos de vacas muertas, cuyos cuerpos aparecen vacíos de sangre y con un par de marcas en el cuello semejantes a las que dejaría un vampiro. Posteriormente empiezan a aparecer personas muertas con los mismos síntomas.

Por supuesto Mulder cree que se trata de vampiros y al que cree que es el responsable le "mata" clavándole una estaca en el pecho.

Evidentemente esto no es nada bueno para el FBI. La familia del fallecido va a demandar al FBI por muchísimo dinero y Mulder y Scully tienen que contarle su versión de los hechos al director Skinner.

Antes de ir a ver a Skinner, Mulder y Scully deciden poner en común sus versiones y es ahí donde reside lo bueno del episodio. Los hechos según Mulder y los hechos según Scully y por supuesto ambas versiones, aunque coinciden en  general en los hechos, difieren completamente en el comportamiento tanto de los propios Mulder y Scully, como del resto de personajes que aparecen en el episodio ( y bueno, también en el aspecto físico de algunos de los personajes secundarios).

Mulder según Scully es hiperactivo, desconsiderado (mandándole a hacer autopsia tras autopsia sin tener en cuenta que estuviera cansada o no hubiera comido) y pasa completamente de ella y Scully según Mulder es borde, desagrable y le rebate todas las teorías por el hecho de llevarle la contraria y discutir con él.

Además tampoco coinciden con su impresión acerca del sheriff del pueblo que colabora con ellos en el caso (Luke Wilson). Según Scully es atractivo, educado y atento y según Mulder es un pueblerino con pocas luces y con dientes de conejo.

Mulder y Scully difieren en su opinión acerca del sheriff
Al final de narrar ambas historias, aunque ambos coinciden en que el chico al que Mulder "mató" era el responsable de las muertes tanto de las vacas como de las personas (a las que drogaba primero utilizando las pizzas que repartía en su trabajo) Mulder sigue en sus trece en que el chico al que clavó la estaca era un vampiro y Scully sigue diciéndole que ella en realidad no vio nada.

Vampiros con ojos brillantes
En vista de la situación Scully le recomienda a Mulder que le diga a Skinner que estaba drogado cuando pasó todo (Mulder también comió una de las pizzas con sedante), algo a lo que Mulder se niega vehementemente.. hasta que Skinner abre la puerta de su despacho y antes de que abra la boca Mulder ya le está diciendo que estaba drogado (uno de los momentazos cómicos del episodio).

Sin embargo, tienen suerte ya que el chico de la estaca ha vuelto milagrosamente a la vida y ha atacado al forense que hacía su autopsia, por lo que Skinner les vuelve a mandar de vuelta al pueblo a seguir investigando.

La resolución del caso es muy curiosa ya que al final, la mitad del pueblo (incluido el sheriff) eran vampiros, pero eran pacíficos (si hasta pagaban impuestos como le dice el sheriff a Scully) y el pizzero era alguien que se había salido de la norma pero al que tenían que proteger por ser uno de los suyos.

Finalmente, todos los vampiros desaparecen y como pasa siempre en los Expedientes X, otro más que se queda sin resolver.

Todo el tema de los distintos puntos de vista de Mulder y Scully da lugar a momentos graciosísimos y a que David Duchovny y Gillian Anderson saquen a relucir toda su vis cómica (que es mucha y en el caso de Duchovny es en el tipo de episodios en los que mejor se desenvuelve) y se luzcan extraordinariamente.

Hay momentos autenticamente geniales: las autopsias de Scully, toda la parte del sheriff y sus dientes de conejo (algo que sigue obsesionando a Mulder, que la última frase que dice en el episodio ya cuando están los títulos de crédito es ".. y tenía dientes de conejo"), las distintas formas de ser de Mulder y Scully según se ven ellos mismos y según les ve el otro, el personaje del Sheriff (estupendo Luke Wilson), el hecho de que los malos tengan los ojos verdes brillantes, Mulder enganchado a una caravana siendo arrastrado por el suelo..

Scully haciendo autopsias
Si yo tuviera que recomendarle un episodio a alguien para que empezara a ver la serie, sería este. Realmente los episodios de caso de la semana funcionaban mucho mejor que los relacionados con la mitología (que terminó siendo un absoluto lio, en el que nada tenía sentido y uno se terminaba perdiendo en los distintos giros).

Gran serie, gran episodio y un referente claro para las series que se hicieron a partir de entonces.

Como detalle decir que este episodio lo escribió Vince Gilligan, creador de Breaking Bad, autor de muchísimos guiones de Expediente X y uno de las personas que ayudó a Chris Carter a llevar la serie durante tantos años.

The truth is out there

LO MEJOR: Todo, pero principalmente todos los momentos cómicos

LO PEOR: Nada

PUNTUACIÓN: 10/10

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