jueves, 15 de octubre de 2015

CARLOS REY EMPERADOR 1X06 LA HEREJÍA Y LA GUERRA


(contiene spoilers)

Buen episodio de Carlos Rey Emperador esta semana. Al menos ha sido mejor que los dos anteriores, entre otras cosas porque la trama de Cortés ha salido menos y ha cortado menos el ritmo del resto. Lástima que la mejor trama hasta el momento, la de los comuneros, haya terminado en este episodio.

En el episodio, como siempre, suceden multitud de cosas, lo que provoca que termine saturando un poco.

Por un lado tenemos la corte portuguesa, ahora mismo tan separada de todo lo demás como la trama de Cortés, en la que Manuel I (Joan Crosas) fallece y su hijo Juan III (Tamar Novas), le sucede. Manuel le hace prometer a su hijo en su lecho de muerte que cuidara de su madrastra Leonor y que no se casará hasta que su hermana Isabel se case con el emperador.

Pero, Juan pronto incumplirá sus promesas. Se ha enamorado de Leonor y quiere casarse con ella, algo que ésta no ve con malos ojos. Juan es joven y apuesto y Leonor está aterrada de que su hermano la vuelva a utilizar como moneda de cambio y la mande dios sabe donde. Ella es feliz en Portugal.

Sin embargo, Isabel ve fatal todo el asunto porque según ella entorpece sus posibilidades de casarse con el emperador (esto tampoco es que lo entienda muy bien porque no veo por qué un matrimonio entre su padre y Leonor no lo entorpecía pero el de su hermano y Leonor si). Pero Juan no le hace demasiado caso sobre todo porque según él, las cortes aprobarán antes su matrimonio con Leonor, que no cuesta dinero, que el suyo con el emperador debido a que la dote de Isabel esquilmaría las arcas del reino.

De todas formas, los sueños de Isabel parecen desvanecerse cuando su hermano le informa de que el emperador se ha prometido a la hija del rey de Inglaterra.

Por cierto, dentro de esta misma trama, parece que Leonor está embarazada, entendemos que de su marido recien fallecido.

Por otro lado, en Castilla seguimos con la trama de los comuneros cuya causa va perdiendo la guerra desde que los nobles se pasaron activamente al bando realista ante el temor de perder sus tierras.

Padilla manda a su esposa María Pacheco a Toledo, ciudad que todavía les es fiel y en la que la cree a salvo. El debe ponerse al mando de las tropas para defender las ciudades que aún consevan. Antes de separarse, comparten una despedida muy sentida. Esa será la última vez que Juan y María se vean. Muy buena escena en la que Irene Ruiz e Israel Elejalde lo bordan.

Sin embargo, la traición de uno de los de su propio bando, que le hará creer que su mujer necesita ayuda para tenderle una emboscada, provocará la captura de Padilla, Bravo y Maldonado y su posterior ejecución en Villalar.

Una lástima que haya terminado esta trama. De lo mejorcito de lo que llevamos de serie. Una pena perder tan pronto a Israel Elejalde y su Padilla.

Mientras tanto en América, Cortés sigue guerreando con los mexicas encabezados por Cuathemoc, al que finalmente terminará venciendo y capturando como prisionero con un doble objetivo. Por un lado, conservar un caudillo con influencia sobre su pueblo para poder manejar a los mexicas y por otro, para que le diga donde se encuentra el tesoro de los mexicas, que aún no ha aparecido.

Sin embargo, por mucho que le tortura de todas las formas posibles (a pesar de no hacerle gracia por considerarle un bravo guerrero), Cuathemoc no soltará prenda y la situación de Cortés con sus hombres se irá volviendo cada vez más insostenible ya que éstos creen que Cortés conoce donde se encuentra el tesoro y no quiere compartirlo con el resto para quedarse con todo el oro. Finalmente, después de un intento de asesinato, Cortés conseguirá controlar la sublevación de sus hombres.

En otro orden de cosas, Francisco lleva muy, muy mal que Carlos le haya quitado el puesto de emperador delante de sus narices y decide declararle la guerra en varios frentes. En Navarra, en Luxemburgo..

Pero Francisco, guiado por otras partes distintas a la cabeza, elige fatal a los hombres que han de liderar sus tropas y que esencialmente van a ser los hermanos de su amante Francisca. El duque de Borbón se echa las manos a la cabeza y como Francisco no sigue su consejo, recurre a Luisa para que hable con su hijo y le haga reconsiderar sus elecciones.

Sin embargo Francisco no hace caso a su madre y le dice que no se preocupe, que él mismo se pondrá al frente de sus ejércitos en Luxemburgo.

A Luxemburgo también va Carlos, acompañado de Fernando, que se ha convertido en su más valioso consejero y gracias al cual se repliegan a tiempo en una situación de desventaja, algo que posteriormente les permitirá ganar la batalla. A Carlos no le hace mucha gracia huir pero sabe que su hermano tiene razón y por eso sigue sus consejos. Esto enfada aún más a un ya enfadadísimo Francisco, al que no pensar en frío le está llevando a tomar decisiones desastrosas.

En otro orden de cosas, como Carlos pone un circo y le crecen los enanos, tiene también que resolver el asunto de Lutero, cada vez más enquistado.

Lutero se niega a rectificar sus escritos y el Papa está cada vez más enfadado y no para de escribir a Carlos para que haga algo. Por ello Carlos le convoca a una audiencia ante los príncipes alemanes. Lutero tiene serias dudas de retractarse o no pero Francisco le dice que él le apoyará, que no se retracte.

Ya en la audiencia, ante las preguntas de Chiêvres de si se retracta o no, Lutero contesta vaguedades pidiendo más tiempo para pensarlo ante el enfado de Chiêvres. Esto es lo que busca Lutero y de lo que se da cuenta Fernando que avisa a su hermano.

Carlos entonces le da un día más para reflexionar, estropeando un tanto la estrategia de Lutero, Francisco y el resto de príncipes alemanes. Al día siguiente, Lutero ha decidido no retractarse y así se lo hace saber a Carlos y a todos los príncipes.

Es entonces cuando Carlos decide dejarle marchar sin condena, al menos inmediata. Tiene un salvoconducto para poder salir de la ciudad, pero a partir de ahora se considerarán ilegales sus publicaciones y le podrán detener en cualquier momento.

Sin embargo, en paralelo, Chièvres ha preparado el asesinato de Lutero, aunque no saldrá bien porque a su vez Francisco de Sajonia ha previsto que algo podría ocurrirle a Lutero y a su vez ha mandado a un grupo para que le proteja y le lleve hasta sus tierras donde se encontrará seguro.

Por cierto, que los príncipes alemanes se vengarán de Carlos a su manera, envenenando a Chiêvres durante una comida con el rey (en el especial post episodio nos cuentan que esto ha sido una licencia creativa y que en realidad Chiêvres murió de una neunmonía). Vaya, qué cantidad de gente ha muerto en este episodio. Chiêvres era sin duda odioso pero Helio Pedregal estaba estupendo en el papel. Un gran malo a lo Tywin Lannister. Ahora nos quedamos solo con soso Carlos y soso Fernando aburriendo a las ovejas en esa trama.

Por cierto, que el episodio termina con la muerte del Papa, con lo que se prevee nuevo problema para Carlos, como si no tuviera ya bastantes.

El episodio no ha estado mal, sobre todo comparado con los últimos que habían sido para cortarse las venas, la verdad.Voy a echar de menos a los comuneros y sobre todo a Israel Elejalde, que se había convertido en mi actor/personaje favorito de la serie. Para uno que me caía bien, van y se lo cargan.

En esta ocasión hemos tenido menos trama de Hernán Cortés, lo que siempre hace que los capítulos sean algo más fluídos. Es una pena, porque Jose Luis García Pérez está estupendo pero es que la trama corta muchíiiiiiiiiisimo el ritmo global de la serie, además de que desprende una sensación de cutrez general que tampoco ayuda a que a uno le interese más. Me sigue chirriando mucho que todos los indígenas  hablen castellano con semejante facilidad y soltura. Lo dicho, los conquistadores deberían haberse dedicado a ser profesores de español en lugar de a conquistar territorios, visto lo visto.

Me ha gustado mucho todo lo relacionado con los comuneros en este episodio (sobre todo la despedida entre Juan y María y la dignidad de los comuneros a la hora de enfrentarse a su ejecución), aunque me ha sabido a poco, la verdad. Hubiera alargado más su historia, explicándola mejor y dándole más importancia.  Además, teniendo a dos actores tan estupendos como Israel Elejalde e Irene Ruiz, cuya escena de despedida me ha parecido la mejor escena de la serie hasta la fecha, deberían haberlos aprovechado más. Es una pena que la trama más interesante de la serie haya tenido que acabar tan pronto.

La trama de Portugal no me interesa demasiado. Isabel me está resultando un tanto cansina con su rollo de o cesar o nada (que Blanca Suárez no me diga demasiado, también ayuda a esto). Por un lado me parece fatal que su hermano no quiera respetar la promesa que le hizo a su padre en su lecho de muerte, pero por otro, la explicación que le da Juan a su hermana es perfectamente comprensible y además, si está enamorado de Leonor y tiene el poder para casarse con ella, me parece muy lógico que intente llevarlo a cabo. Lo mismo digo de Leonor, que intente buscar su felicidad por encima de las tonterías de su nuera. Por cierto, menudo chasco que se ha llevado Isabel al enterarse de que Carlos se ha prometido con su otra prima.

Francisco sigue en su línea de molonidad aunque haya pecado de soberbio e incompetente en este episodio. Muy mal que no quiera escuchar los consejos de nadie, ni siquiera los de su madre. Eso si, al menos se puede decir que a este no le maneja nadie más que él mismo. Sus errores son suyos. Alfonso Bassave lo sigue bordando. Igual que Susi Sánchez.

En cuanto a Carlos, en este episodio me ha parecido menos soso que de costumbre, aunque le sigue faltando carisma a raudales. Lástima que el actor que interpreta a Fernando sea de los más flojitos de esta serie, porque su personaje es uno de los mejores (y de los pocos que pueden caer realmente bien). Definitivamente Fernando tenía que haber sido el heredero y no Carlos.

La trama de Lutero es de las más interesantes que tenemos actualmente. Al menos, mantiene en tensión y alerta al espectador, lo que ya es bastante. Francisco de Sajonia ha resultado un personaje maquiavélico bastante interesante. Teniendo en cuenta que en este episodio hemos perdido al intrigante mayor y villano oficial de la serie, Chièvres, siempre está bien que tengamos algún villano cerebral al que poder seguir viendo maquinar.

Lo de la muerte del Papa promete dar mucho juego en próximos episodios aunque la escena haya sido un tanto ridícula.

Eso si, en este episodio me han faltado escenas de batallas por todos lados, ni en la trama de los comuneros ni en la trama de las guerras con Francisco. Vale que se sabe que no tenían demasiado dinero para dispendios, pero podían haberse estirado un poco, que parece que se lo han gastado todo en vestidos.

En fin, veremos qué pasa en el siguiente episodio con la muerte del Papa y los doscientos cincuenta mil frentes que Carlos tiene abiertos por todos lados.

LO MEJOR: Israel Elejalde y la trama de los comuneros

LO PEOR: Que en esta serie las batallas no existan

PUNTUACIÓN: 8/10

No hay comentarios:

Publicar un comentario