lunes, 28 de septiembre de 2015

CASTLE 8X01 XY


(contiene spoilers)

Definitivamente a los guionistas de esta serie se les ha ido la pinza. El episodio ha sido bastante entretenido pero el nivel de suspension of desbelief que es necesario aplicar para ver esta serie empieza a resultar aterradoramente parecido al de Hawaii Five O.

El episodio empieza con Castle y Beckett preparándose para ir al trabajo. Beckett, que es la nueva capitana de la comisaría después de aprobar el examen y de que la capitana Gates fuera ascendida, tiene una reunión en las oficinas centrales de la policía pero antes de irse, Castle le regala un brazalete. En esta misma escena vemos como Beckett recibe una llamada de teléfono, que hace pasar por un vendedor que le ofrecía un producto y que veremos que resultará relevante más adelante.

Castle se dirige a su despacho donde se encuentra a Alexis que resulta que lleva meses resolviendo casos a espaldas de su padre y parece tener bastante éxito (ya ha resuelto 4, más que el propio Castle). Castle ha redecorado su despacho y le ha quedado molón, molón. Eso si, le ha tenido que costar un dineral porque ha incluído hasta una especie de laboratorio oculto por una puerta secreta. Castle es único para decorar apartamentos.

Mientras está hablando con Alexis, Castle recibe una llamada de Esposito porque no encuentra a Beckett y tienen un caso bastante complicado.

Castle le dice que se supone que está en la central de policía en una reunión. Entonces Esposito le propone ayudarles con el caso, algo que Castle acepta encantado.

Las víctimas, que son 3, se encuentran en un club en obras. Allí encuentran evidencias de un tiroteo y ropa manchada de sangre en la que, para horror de Castle, éste encuentra el brazalete que esa misma mañana le había regalado a Beckett.

Más tarde se probará que la sangre pertenecía a Beckett y que no tenía ninguna reunión en la central de policía tal y como les confirma la capitana Gates.

Ni Castle ni los chicos saben que está pasando y el caso se irá complicando cada vez más.

El equipo da con una pista que les lleva al apartamento donde supuestamente vivían las víctimas. Allí se encuentran con Hailey, una investigadora privada inglesa, antigua agente de la policía metropolitana, que está investigando un caso.

Tras llevarla a la comisaría, Hailey les cuenta que su cliente la contrató por un caso de robo de números de la seguridad social para crear identidades falsas. Hailey había rastreado desde Londres a 5 personas (4 hombres y una mujer) que utilizaban estas identidades y por eso estaba en Nueva York.

A lo largo de la investigación, en la que también colaborará Hailey y durante la cual Castle será sometido a una tortura muy, muy chunga (lo de echar arañas con pinta de venenosas encima de alguien y luego estar a punto de asfixiarle da muy mal rollo), se descubrirá que ese grupo de 5 personas tenía como misión matar a Beckett y al resto de integrantes de su antigua unidad del FBI. Esto más o menos descarta que el responsable del intento de asesinato sea Bracken, que hace una breve aparición en el capítulo resultando tan siniestro como siempre (Jack Coleman es muy grande).

Además, Beckett se está encargando de proteger a un analista gubernamental diabético que el equipo no tiene muy claro como encaja en la ecuación pero que parece ser quien realizó la llamada que Beckett recibió por la mañana.

Finalmente, Beckett salvará a Castle de las arañas y del par de asesinos a sueldo a los que no había matado y el equipo llegará a tiempo para atrapar a la mujer del grupo de asesinos, aunque uno de ellos escapará.

La mujer se autosuicida en la comisaria intentando escapar pero antes le da a entender al equipo que el peligro no ha pasado para Beckett porque ellos no eran el único equipo en juego.

El episodio ha sido absolutamente surrealista. Entretenido como el solo, pero la manía de los guionistas de esta serie (y eso que ya no está Marlowe) por las conspiraciones chungas en la sombra es para hacérsela mirar.

Como no tuvimos suficiente la temporada pasada con todo el asunto de la desaparición de Castle y la forma tan cutre en que la cerraron, ahora nos ponen a super Beckett perseguida por mercenarios, que no deben ser muy buenos porque se los carga de tres en tres. Lo de torturar a Castle con arañas no cuenta. Por cierto, la comunicación entre esta pareja se ve fluida, fluida..

Eso si, es de agradecer ver a un gran villano como Bracken, que por mucho que esté en la cárcel sigue dando bastante miedito.

En otro orden de cosas, Alexis trabajando con su padre puede molar aunque lo de que resuelva más casos que su padre en tiempo record no lo veo mucho. Hay veces que encuentro a Alexis pelín repelente y que parezca buena buenísima en todo no me ayuda a cambiar de opinión. Eso si, muy fan de cómo se las arreglado para no contar a su padre que estaba trabajando allí y que la universidad le convalide el tiempo como prácticas.

De la chica inglesa Hailey todavía no se muy bien qué pensar. En principio parece Beckett 2.0 en chungo y con peor pelo y puede resultar redundante pero con un único episodio tampoco se puede juzgar.

LO MEJOR: El nuevo despacho de Castle

LO PEOR: Conspiración oscura contra Beckett, again. Originalidad señores guionistas, necesitamos originalidad

PUNTUACIÓN: 9/10

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