viernes, 25 de septiembre de 2015

IMPRESIONES SOBRE UNA SERIE EMPEZADA: VELVET



(contiene spoilers)

Este año he decidido hacer algo que no suelo y es empezar a ver una  serie ya empezada. Siempre he pensado que una serie para entenderla bien hay que seguirla desde el principio porque es cuando verdaderamente puedes ver el desarrollo de los personajes y entender sus comportamientos. Además, si le tienes cariño a los personajes y/o a la serie puedes pasar por alto con más facilidad los comportamientos rarunos o los suspension of desbelief que uno tiene que tragarse casi siempre.

Esta convicción mía se ha reforzado al empezar a ver la tercera temporada de Velvet sin haber visto las dos primeras más que a ratos y con un previously on Velvet contado por mi madre (fiel seguidora de la serie desde el principio y que llevaba tiempo intentando "captarme" para la causa).

Por un lado, lo que ya me parecía bueno cuando veía la serie de vez en cuando, me lo ha seguido pareciendo:

  • José Sacristán y su personaje son un amor. Don Emilio es absolutamente adorable. Qué voz y qué presencia escénica. Si hasta ha hecho que Paula Echevarría me parezca algo mejor en sus escenas con él (si, los milagros existen). Cómo me alegro de que el cine español se haya vuelto a llamarle para hacer películas. Era de juzgado de guardia tener a uno de los mejores actores de la historia de este pais y no utilizarle.

  • Aitana Sánchez Gijón es una actriz como la copa de un pino y está estupenda. Qué clase que tiene esta mujer. Otra actriz que no explico que no trabaje más en cine.

  • Pedro y Rita molan un montón juntos y por separado. Es que son taaaaaaaaan monos y tan graciosos.

  • Mateo y Clara también molan, aunque menos que Pedro y Rita. Mateo tiene muchísima gracia  (me declaro fan de Javier Rey desde ya) y además tiene el plus de que creo que es el único que tiene verdadera química con Alberto. A este hombre habría que ponerle un monumento.

  • Raúl de la Riva es un crack total. Que puntazo de personaje y qué divertido que es. Asier Etxeandía lo borda.

Sorpresas agradables que me he encontrado:

  • Amaia Salamanca puede resultar bastante graciosa. Personalmente nunca me ha gustado demasiado como actriz pero aquí me parece que está genial haciendo de mala, malísima con gracia. Es la reina de los one-liners. Me recuerda mucho a Regina de Once Upon a Time.

  • Otra que me ha sorprendido es Miriam Giovannelli. Pensaba que era bastante peor actriz de lo que es y su personaje tendría mucho potencial si los guionistas le dieran más protagonismo (Ah, no, que es más interesante mostrarnos cómo Alberto aprende claqué que darle alguna trama con sustancia a Patricia)

Sin embargo, lo que ya me parecía un horror viendo la serie a ratos (y que es realmente lo que ha hecho que haya tardado tres temporadas en animarme a verla), me ha parecido incluso peor de lo que pensaba.

  • Alberto y Ana. A ver, entiendo que son los protagonistas y que se supone que debería apoyarles, pero es que me parecen sosísimos y no me pegan nada de nada como pareja. No veo la química entre ellos por ninguna parte por mucho que lo intento. Además, creo que Miguel Angel Silvestre y Paula Echevarría que ya sabemos que no son ninguno de los dos actores de oscar pero que pueden estar pasables en determinadas escenas con según qué actores, juntos me parecen el horror. Sacan sus peores defectos y la cosa es muy chunga de ver. No se si es porque no he visto las primeras temporadas (mi madre es muy fan de ellos y no entiende que a mi no me gusten) pero es que no empatizo con ellos para nada. Me parecen lo más aburrido de la serie con diferencia y cuento los segundos para que dejen de torturarnos con sus dramones,  sus cursiladas o los numeritos musicales planeados por Alberto (lo del claqué ha sido muy vergüenzajenante).

  • En los guiones hay cosas que no hay por donde cogerlas. No es que haya que aplicar el suspension of desbelief de vez en cuando, es que lo raro es no tener que aplicarlo y yo veo Hawaii 5.0 por lo que soy experta en dejar pasar cosas muy burras en honor al espectáculo. 

  • Principalmente no se entiende que Ana y Cristina no manden al carajo al impresentable de Alberto y se busquen unas parejas decentes que se porten en condiciones porque menuda joyita de chaval. En tres capítulos (visto el panorama en los anteriores ha tenido que hacer auténticas barbaridades), Alberto se ha llevado a su amante a una fiesta multitudinaria, se ha enfadado porque su esposa se presente en dicha fiesta y le recrimine que haya llevado a su amante, no ha entendido que su amante se agobie porque la esposa esté embarazada y por si esto fuera poco, ha intentado hacerse con las acciones de una esposa a la que está engañando públicamente y de la que quiere conseguir la nulidad matrimonial. Por no hablar de que no entiende que una señora que maneja el cuarenta por ciento de las acciones de la empresa quiera un despacho en el edificio. ¡¡Sacrilegio!!. Pero como Alberto es el prota guapo se le perdona todo. ¿Hola?

  • Siguiendo con Alberto, ¿por qué se supone que le nombran hombre del año cuando viendo la conspiración que ha montado su tía para librarse de Enrique es claramente a éste a quien teme por sus capacidades para manejar el negocio? Enrique resulta bastante desagradable (incluso mi adoración por Diego Martín no puede ocultar esto) pero competente en su trabajo parece. Además, es que Alberto me parece muyyyyyyy tonto. A ver tú tienes el 40 por ciento de las acciones, tu mujer de la que quieres conseguir la nulidad otro 40 y en lugar de intentar mantener una relación civilizada con tu hermana, que tiene el 20 por ciento y que es la clave para llevar a cabo los planes de cualquiera de las dos mayorías, la echas de tu casa. Esto.., venga va aceptamos pulpo como animal de compañía. Y que alguien con tres neuronas pueda nombrar a este muchacho hombre del año...

  • No veo nada claro los propósitos de venganza de Cristina. Creo que lo está enfocando muy mal. En lugar de intentar liarle con lo del hijo, le iría mucho mejor dejando que Alberto obtenga la nulidad (y así de paso se libraba legalmente de él. Ella no lo ve pero es lo mejor que le podría pasar) y fastidiarle desde el punto de vista laboral con las acciones de su familia.

En otro orden de cosas:

  • Ginés García Millán debe llevar el record guiness de personajes turbios y/o chungos. En serio, que salga en una serie o película es casi tan spoileroso como que lo haga Sean Bean (que ya sabes de antemano que va a morir). Es ver a Ginés García Millán y saber que su personaje no va a tener buenas intenciones y seguro que oculta algo.

  •  Raúl Arévalo resultaría carismático hasta interpretando a un cactus. Debería dar cursillos de como salir 10 minutos mal contados en una serie y hacer que su personaje mole. El chico tiene un don, las cosas como son.

  • Soy muy fan del departamento de peluquería y vestuario de esta serie y también del que selecciona la música

7 comentarios:

  1. Yo te digo que he visto Velvet desde el primer episodio y Alberto y Ana son odiosos. Yo nunca entenderé que nadie los defienda (lo siento por tu madre) porque fueron ellos los que planearon que él se prometiera con Cristina, le sacara la pasta y luego la dejaran tirada. ¿Pero qué clase de persona planea algo así? Y lo peor es que luego se empeñan en dejarte claro que ellos son los buenos y Cristina la mala.

    Además, mira, Ana cuando ejerce de amiga suele ser bastante agradable (aunque a Paula Echevarria le gana una escoba en carisma), pero es que Alberto no tiene perdón nunca. Es egoísta, machista (mucho defender a Ana, pero siempre cree que Cristina y Patrica son inútiles) y el peor empresario vivo. No sólo putea a su hermana, que tiene la clave de los negocios (algo que Cristina sí comprende en el avance), sino que nunca ha hecho nada acertado: Cristina le propuso traer a Raúl y es ella quien lo convence, Ana es la que saca el proyecto de la T2 y luego Mateo siempre anda trabajando más que él.

    Además, en la segunda temporada no deja de maltratar psicológicamente a Cristina: gritándole y humillándola constantemente. Vamos, que entiendo que Cristina quiera vengarse, pero no entiendo que siga enamorada de Alberto y que quiera recuperarle. Sólo espero que Raúl Arévalo (qué grande él) me la enamore y la haga feliz al fin, aunque toda la parte de Cristina y Bárbara en Velvet es divertidísima. Amaia Salamanca está genial en el papel, creo que es donde mejor la he visto nunca.

    Y, bueno, ni que decir tiene que estoy muy de acuerdo contigo en que a Javier Rey hay que ponerle un monumento (el descubrimiento de Velvet de lejos) y que Clara, Pedro y Rita molan mucho. A mí también me encanta Jonás, me parece muy gracioso e hizo que Luisa me interesara muchísimo más que al principio. Y es una pena que Patricia, siendo un personaje tan interesante, la tengan de mueble como a dola Blanca, una pena que las tengan tan desaprovechadas.

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    1. Madre mía vaya par de joyitas Alberto y Ana (me parece chunguísimo lo que cuentas del plan de quedarse con el dinero de Cristina y dejarla tirada. Eso no me lo había contado mi madre..). Vamos, que no son cosas mías y que son unos petardos absolutos. Y encima cursis, empalagosos.

      Leyendo comentarios por internet he flipado con la gente poniendo de mala malísima a Cristina ¡antes siquiera de inventarse de lo del hijo! Que Cristina es su mujer, están en los años 50-60 (eso todavía no lo tengo muy claro) y Alberto se lleva a su amante a una gala pública y luego se lia con ella en medio de la oficina sin importarle los sentimientos de su mujer y en un sitio donde todo el mundo puede verlos (que tú puedes dejarla pero guardar un poquito las formas. Es lo mínimo que le debes).

      Pero vamos, que he leído que hay gente muy ofendida de que Cristina le haya contado a su amigo Raul que su marido la está engañando con Ana. Qué como es capaz de hacer eso. En serio, hay veces que leyendo comentarios creo que veo una serie paralela.

      De todas formas, no entiendo que Cristina no le mande al cuerno, se alíe con Patricia y le eche de las galerías en lugar de intentar volver con él. A ver si, como comentas, se enamora del personaje de Raúl Arévalo (que tiene pinta de que va a ser adorable) y se olvida de Alberto.

      Alberto me ha parecido una nulidad como empresario y leyendo lo que cuentas de temporadas pasadas, todavía más. Pero vamos, que tampoco me sorprende. En medio de una crisis por la pérdida de la colección le parece más interesante ponerse a aprender claqué en horas de oficina que idear estrategias empresariales. Eso casi que se lo deja a Mateo, que lo de trabajar es de cobardes.

      A Ana todavía la medio aguanto (al menos "intenta" guardar las apariencias) y si no sale con Alberto es soportable (me gustan sus escenas con su tío y con las chicas), pero es que con él no puedo. Me provoca un rechazo absoluto, siempre con la media sonrisa y con esa actitud machista horrible. Los podían mandar a Tombuctú a los dos y centrarse en el resto del reparto.

      Jonás también me hace mucha gracia y el duo Pedro/Jonás con intervenciones especiales de don Emilio, es genial.

      Yo creo que cuando empiece a salir Gorka Otxoa (que parece que es ya la semana que viene), le darán más protagonismo a Patricia (que espero que se la lie parda a su hermano por echarla de su casa).

      Me da pena doña Blanca con todo el asunto de Esteban, sobre todo porque creo que don Emilio le va a descubrir en cero coma. Pero a lo mejor eso le hace ganar protagonismo y cuanto más salga Aitana Sánchez Gijón, mejor.

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    2. Bueno, yo entiendo que algunas personas tomen a Cristina por la mala. A fin de cuentas, todos los secundarios lo dicen constamente. Piensa, por ejemplo, en la escena de Clara diciendo que pobre secretario, que tiene que trabajar con semejante par de arpías. O como don Emilio la tilda de mala cuando Cristina le canta las cuarenta a Ana por cómo ésta le hizo creer que eran amigas, cuando a sus espaldas estaba con Alberto. Vamos, que borregos hay en todas partes.

      Y me hace gracia que la gente se ofenda porque Cristina se lo cuenta a Raúl, sobre todo porque lo hace cuando éste la hunde del todo sin querer. Ella no lo hace con maldad, sino porque Raúl da por hecho que sabe lo de que Ana es Philip Ray y eso termina de destrozarla. También diré, si Alberto y Ana son tan buenos e inocentes, ¿por qué mentirle a Raúl constantemente? Además, de que empresarialmente es un movimiento muy estúpido: dependen del nombre de Raúl, que es amigo íntimo de Cristina (de hecho, ella es la razón por la que aceptara trabajar en Velvet) y el desconocer la situación real era algo temporal. Tarde o temprano iba a enterarse de la verdad.

      Además, si Cristina de verdad quisiera joderles, sólo tendría que contarle la verdad a su padre. A fin de cuentas, ella es la que tiene dinero. Alberto no tiene un duro y la empresa sale adelante por la financiación de los Otegui, para que luego Alberto vaya de digno con Patricia y le corte el grifo.

      A ver si en el próximo capítulo Cristina se alía con Patricia, que a priori es lo que parece. Que, en serio, si ellas dos se aliaran y con Raúl de su parte, Alberto no tendría nada que hacer en la empresa.

      Que, por cierto, es lo que dices. Les han robado la colección, no tienen nada con lo que tirar y él se dedica a aprender claqué. WTF?! Para que luego desprecie a su mujer. Cristina está trabajando en un buen proyecto que, seguro, les da dinero. No sé, qué bonito es tener a Mateo ejerciendo de director, mientras él se lleva los honores. De hecho, si Alberto y Ana se fueran, no pasaría nada porque, total, Mateo lleva el peso de la empresa y Raúl es un buen diseñador.

      La pobre doña Blanca tiene la negra. Eso sí, este jaleo lo ha provocado la madre de Alberto, que fue quien le insistió para que buscara a Esteban, aunque don Emilio le dijo que Esteban no era precisamente una buena persona. Aunque, no sé, tengo la sensación de que Esteban sí se está enamorando de Blanca, de ahí su preocupación por ocultarle a su hija, que tiene pinta de ser una petarda de mucho cuidado.

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    3. Yo no entiendo la inquina que le tiene la gente a Cristina. Pero claro, es lo que dices, si todo el mundo repite machaconamente que la chica es mala, pues la gente se lo termina creyendo.

      Si Raul es su amigo, lógico que le cuente su problema y además ha salido la conversación por casualidad porque no parecía que cristina se lo hubiera dicho si Raul no le hubiera comentado lo de Phillipe Ray.

      A mi Cristina sobre todo me frustra. No he visto su proceso de enamoramiento pero no entiendo que una chica guapa, inteligente y rica no mande a freír espárragos a un señor que la ha tratado fatal y que la ha engañado públicamente (tengo que decir que tampoco entiendo que Ana haya aguantado siendo la amante. Lo suyo es que las dos le hubieran dejado tirado).

      Y definitivamente Alberto es el peor empresario de la historia. No tiene ni idea de manejar nada y mucha suerte tiene que todo el mundo le saca las castañas del fuego.

      De lo que he visto esta temporada, a mi también me parece que Esteban se está enamorando de doña Blanca.

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  2. A mi me da pereza empezar Velvet en la tercera temporada pero lo que más miedo me da es ver una serie donde los protagonistas son Miguel Ángel Silvestre y, sobre todo, Paula Echevarría, es que no puedo con ella.

    De todas formas viendo críticas de la serie y algunos videos, lo que veo es que tiene unos secundarios de lujo y unos protagonistas con poca química.

    No sé si me estoy perdiendo una seriaza pero tengo la impresión de que no, así que no creo que la vea, ya por estar en la tercera temporada me cuesta animarme a verla.

    Ahora si me decís que me estoy perdiendo una seriaza, la veo desde el principio y así me entero.

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    1. Ellos son un horror., sobre todo juntos. Sosos, sosos, sosos. Es el extraño caso de la pareja sin química. Además la cosa canta mucho más porque el resto de actores de la serie son muy buenos y cualquiera de sus tramas resulta más interesante que la de ellos.

      De todas maneras, el personaje de Paula resulta más aguantable que el de Silvestre que es directamente lo peor (y a mi ella también me parece la cansinez suprema y Silvestre me cae mucho mejor)

      La serie no está mal, pero no es nada del otro mundo. No te estás perdiendo la mejor serie de la historia. Es estéticamente preciosa, los actores son en un 99 % buenos y puede resultar graciosa (sobre todo cuando no salen ellos dos). Pero el argumento es flojito, flojito (es un culebrón de los de toda la vida pero con protagonistas insufribles). Ha habido ratos en estos tres episodios en los que me he aburrido mucho (y también en los que me he reido mucho, las cosas como son).

      También te digo que me ha ayudado a reconciliarme con Amaia Salamanca y descubrir a Javier Rey (que es la caña. Ya le podían haber puesto a él de protagonista).

      Yo al final he caido porque me gustan muchísimo Sacristán, Aitana, Adrián Lastra, Diego Martín, Asier Etxeandái y por ellos (y por acompañar a mi madre) había visto algún capítulo suelto. Pero es que encima esta temporada van a salir Gorka Otxoa (que me encanta) y sobre todo Raúl Arévalo, que es mi debilidad personal (creo que es el único actor que me ha gustado en todo lo que le he visto. Por muy mala que sea la película o la serie, él siempre está bien). Y claro, no he podido evitarlo.

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  3. A mi me encanta! Es mi nueva obsesión lo único que hubiera cambiado es que le hubieran dicho a Cristina antes de casarse que su papa básicamente le pago a Alberto para casarse con ella. Me encantan los actores principales y Miguel Silvestre es guapísimo! Soy de México y disfruto mucho la serie.

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