jueves, 24 de septiembre de 2015

THE MINDY PROJECT 4X02 C IS FOR COWARD


(contiene spoilers)

Buen episodio de "The Mindy Project" esta semana en el que hemos dado la bienvenida al hijo de Mindy y Danny cuya llegada al mundo, como no podía ser de otra manera, ha sido peculiar. Además, hemos tenido una aparición estelar de los Deslaurier. Me declaro fan de Duncan y su guitarra desde ya.

El episodio empieza con Mindy y Danny en la cama y por el tamaño de la tripa de Mindy intuimos que han pasado unos meses desde el final del episodio anterior.

Mindy quiere mantener relaciones sexuales con Danny pero este se niega aduciendo que no quiere hacer daño a su hijo. Esto no le hace ninguna gracia a Mindy pero no le queda más remedio que aceptarlo.

Al día siguiente, Mindy y Morgan están intentando convencer a Tamra y Beverly para que les acompañen a una reunión informativa que van a tener con unas posibles clientes acerca de los beneficios de la congelación de óvulos.

Tamra y Beverly no están nada convencidas ni de acompañarles ni del procedimiento en si mismo, sobre todo después de haber visto un anuncio de los Deslaurier hablando de los beneficios de la concepción natural (el anuncio es muy, muy grande. Los Deslaurier son geniales).

A lo largo de la conversación sale el tema de que Mindy no tiene ninguna intención de tener un parto natural por el dolor y sufrimiento que conlleva. Va a programar una cesárea como está mandado.

Esto a Danny no le hace ninguna gracia (porque claro como Danny es el que va a pasar los dolores del parto pues tiene derecho a decidir por la persona que si los va a sufrir) e intenta convencerla de tener un parto natural. Pero Mindy se mantiene firme en sus convicciones.

Por ello, Danny va a ver los Deslaurier para pedirles consejo acerca de cosas que puedan acelerar un parto natural en Mindy y que así no tenga la posibilidad de programar una cesárea (hay veces que Danny se merecería que le pegaran una buena colleja).

Brendan le presta un libro a Danny en el que cuentan todo tipo de trucos para acelerar el parto. Entre ellos se encuentra el sexo por lo que Danny decide vencer sus reticencias e iniciar un acercamiento con Mindy que lo recibe muy emocionada... hasta que encuentra el libro de Brendan en el sofá (¿en serio que no había otro sitio más obvio para dejar el libro Danny? Se que es por crear conflicto pero podrían emplear situaciones en las que no haya que aplicar el suspension of desbelief de una forma tan descarada).

Mindy lógicamente se enfada mucho con Danny y le vuelve a hacer saber que ella se va a programar una cesárea porque no tiene ninguna intención de pasar por los dolores del parto.

Sin embargo, como en esta serie a Mindy parece que no le puede salir nada tal y como lo había planeado terminará poniéndose de parto en el metro cuando Morgan, Tamra, Beverly y ella iban a la charla que tenían pensado dar para captar nuevos clientes para la clínica de fertilidad de Mindy.

Casualmente los Deslaurier están en el mismo vagón que ellos e intentarán ayudar a Mindy a superar tal duro trance. Eso si cada uno a su estilo. Brendan utilizando medicina alternativa para mitigar los dolores de Mindy y Duncan cantándole una canción bastante hortera acompañado de su guitarra (¿Qué hace Duncan con la guitarra en el metro? En serio, da igual, la escena mola mucho, mucho y ni me planteo que no tenga sentido. Duncan es genial). Ni que decir tiene que Mindy no se toma nada bien los intentos de ayuda de los Deslaurier y se lo hace saber de forma bastante vehemente (vamos, que los manda al carajo a los dos con muy malas maneras).

Por otro lado, Danny terminará llegando heroicamente al metro en el que Mindy está de parto toda vez que Morgan le avisa cuando está a punto de entrar al restaurante donde ha quedado a cenar con Jeremy y su nueva novia. Pobre Jeremy, para uno de sus amigos que había aceptado su invitación se le pone la novia justo de parto. Muy triste que el muchacho tenga que alquilar actores para que su novia crea que tenga amigos.

Finalmente, el bebé de Danny y Mindy termina naciendo sin complicaciones y Mindy, sorprendentemente, delega en Danny para elegir un nombre.

Después de pensarlo un momento Danny decide que el niño se va a llamar Leo, nombre que a Mindy le encanta a pesar de no haber cogido a la primera que su novio le había llamado así por Leonardo da Vinci.

El episodio me ha gustado mucho. Me ha resultado muy divertido aunque a Danny le habría pegado una buena colleja por intentar decidir cómo tiene que tener su novia a su hijo. Majo que el parto lo va a sufrir Mindy así que es ella quien tiene que decidir si programa una cesárea, le ponen la epidural o sigue una terapia alternativa asistida por los zumbados de los Deslaurier.

Por cierto, soy muy fan de las apariciones estelares de los hermanísimos. El momento Brendan intentando que Mindy inhalara algo parecido al incienso mientras Duncan amenizaba con la guitarra ha sido muy grande.

Al final, el niño lo han tenido muy pronto y no han alargado demasiado el asunto del embarazo. Me parece bien porque así nos van a poder presentar antes tramas con Mindy y Danny actuando como padres sobrepasados. Tengo ganas de ver a Morgan de canguro que es un momento que va llegar si o si.

Una cosa que no he entendido en el capítulo es por qué todo el mundo pasa de Jeremy con lo majete que es. En serio, me ha dado penita que haya tenido que contratar actores para que se hagan pasar por sus amigos. Muy bien Ed Weeks, como siempre, con lo poquito que le dan.

Eso si, esta semana se las han apañado para que aparezcan todos los secundarios haciendo cosas. El olvido de los secundarios siempre ha sido el punto débil de esta serie, así que así vamos por buen camino.

En fin, deseando que llegue el próximo y veamos al pequeño Leo volviendo locos a sus papis.

LO MEJOR: Episodio divertido con buena utilización de secundarios y sin estirar demasiado la trama del embarazo

LO PEOR: Que pinten al pobre Jeremy como un paria.

PUNTUACIÓN: 9/10

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