lunes, 22 de junio de 2015

ALLI ABAJO 1X11 SEVILLA HUELE A AZAR


(contiene spoilers)

Buen episodio de Allí Abajo esta semana, aunque algo menos divertido que el anterior que fue absolutamente desternillante. Maritxu vuelve a llevarse el premio a mejor personaje del episodio y la historia de amor parece que avanza y va resultando más creíble y recíproca (y cada vez se parece más a una comedia romántica al uso). Sorprendentemente Carmen me ha caído bastante bien en este episodio (al menos sus momentos de bordería estaban medio justificados). Eso si, alguien debería decirles a los guionistas que la trama de la cuadrilla y las vecinas cotillas es un epic fail en toda regla y deberían olvidarse de ella lo antes posible.

El episodio empieza con Carmen e Iñaki recurriendo a sus amigos para hablarles de su situación con respecto al otro. Carmen está bastante fastidiada porque cree que Iñaki y Nekane han pasado la noche juntos al encontrar el pañuelo de Nekane en su piso cuando es en realidad Antxon quien ha dormido en la habitación de Iñaki. Por este motivo Carmen se muestra bastante esquiva con Iñaki (pero al menos esta semana tiene sentido).

Dolores y el resto de enfermeras le recomiendan a Carmen que se centre en Rober, que parece haber cambiado y está realmente interesado en ella. Además, los vascos son muy suyos y parecen sólo querer relacionarse entre ellos.

Por otro lado, Iñaki llama a Koldo y Peio para comentarles su situación con Carmen y el hecho de que no entiende sus cambios de humor. Sus amigos y el tio Sabino que también anda por allí, le recomiendan que mejor lo intente con Nekane.

Por su parte Nekane, después del fiasco de la noche anterior, decide volverse a Euskadi y pasa a informar a Maritxu y también a despedirse.

Sin embargo, Iñaki elige ese momento para pedirle a Nekane que de un paseo con él por el río (que es el lugar que le han recomendado como el más romántico para llevar a una chica). Iñaki ha decidido seguir los consejos de la cuadrilla y centrar sus esfuerzos románticos en Nekane.

Cuando Carmen se entera de que Iñaki y Nekane van a ir juntos a dar una vuelta en barco por el rio acepta el ofrecimiento de Rober de salir con él a tomar algo.

Rober termina enterándose de que Iñaki va a ir al rio con Nekane y, esencialmente, para tocar las narices (porque básicamente es su misión en la serie y hay que reconocer que Alfonso Sánchez lo borda), lleva a Carmen al mismo lugar.

Las dos parejas coinciden en el barco para horror de todos los interesados menos Rober que parece estar disfrutando la incomodidad de todos y se pone cada vez más impertinente.

Como no podía ser de otra manera, el asunto termina como el rosario de la aurora, con Carmen cayéndose al rio y con Rober e Iñaki lanzándose también al agua para intentar "rescatarla" ante el enfado evidente de Nekane.

Mientras las dos parejas están en el río, la clínica entra en caos. Se ha caído la carpa durante la celebración de una boda y no paran de llegar invitados con heridas de diversa consideración.

Trini no para de pedirle a todo el mundo que localice a Carmen y ante la falta de personal ella misma decide recuperar su profesión original (es también enfermera y fue compañera de Carmen durante la carrera) para echar una mano, aunque decir que está un poco anquilosada es decir poco. La mujer casi no es capaz ni de vendar una herida.

Cuando por fin Rober, Carmen, Iñaki y Nekane regresan al hospital se encuentran con todo el lío que está montado y Carmen (que anda un poco coja del golpe que se ha llevado) y Rober se ponen enseguida a trabajar.

Carmen no ve nada claro que Trini esté ayudando (más que nada porque se le da francamente mal) pero como ésta rechaza sus ofertas de ayuda, aprovecha la coyuntura para que Trini utilice el material médico que les obliga a comprar y que es de bastante mala calidad.

Esto servirá aparte de que para que Trini y Carmen vuelvan a parecer por primera vez en la serie las amigas que se supone que habían sido, para que Trini devuelva todo el material de dudosa calidad al fabricante, para regocijo de Carmen.

Por otro lado, mientras Carmen atiende a la novia, ésta le cuenta que lo que ha pasado ha sido el destino avisándola de que no debe casarse con su prometido, por mucho que parezca que es lo que debe hacer. Un tiempo atrás, la novia conoció a un alemán llamado Wolfang con el que, aparentemente, no tenía nada en común pero en el que no paraba de pensar. Sus amigos le aconsejaron que se olvidara de él pero ella no podía.

Carmen intenta tranquilizarla aunque su historia le recuerda mucho a su propia situación con Iñaki.

Nekane va a hablar con Maritxu para informarle de lo desastrosa que ha sido su cita con Iñaki en el río y también que ha decidido olvidarse de Iñaki.

Pero Maritxu no se da por vencida y convence a Iñaki para que le ofrezca su casa a Nekane para que duerma en ella con la excusa de que la pobre chica se está gastando un dinero que no tiene para poder estar acompañándolos. Maritxu deja a Maquiavelo como un principiante en cuanto a artes de manipulación.

Como el buen hijo que es, Iñaki le ofrece a Nekane su casa para pasar la noche y al llegar allí se necuentran con Carmen y Rober que han tenido la misma idea y han vuelto a casa de Carmen.

Durante la velada se ve claramente que tanto Carmen como Iñaki buscan cualquier excusa para no quedarse solos con sus respectivas parejas, aunque parece ser Nekane la única que se da cuenta de la evidente química entre Carmen e Iñaki. Algo que hace que al día siguiente Nekane le anuncie a Iñaki que ha decidido dejar de intentar tener algo con él porque se ha dado cuenta de que él a quien quiere es a Carmen y que se vuelve a Euskadi en el primer autobús. Ante esto, a Iñaki no le queda más remedio que admitir la verdad ante Nekane. Ha intentado por todos los medios sentir algo por Nekane, que le cae muy bien y a la que aprecia mucho, pero no ha sido capaz.

En otro orden de cosas, Antxon se lía la manta a la cabeza y le dice a Merche que va a dejar a su mujer para intentar una relación con ella. Sin embargo a Merche, que nos enteramos que está casada, no le hace ninguna gracia la idea. En serio, que esta trama no tiene ni pies ni cabeza ni pega con el tono general de la serie.

Por otro lado, los hijos de don Benjumea al darse cuenta de que su padre está vendiendo sus posesiones y que como siga a ese ritmo les va a dejar sin herencia, contratan a un abogado super agresivo para que incapacite a su padre y le impida seguir disponiendo de su patrimonio como le plazca.

El abogado va a visitar a don Benjumea y tras comprobar que el hombre se encuentra en sus plenas capacidades físicas y mentales decide cambiar la estrategia y denunciar a la clínica por mantener a un hombre claramente sano en sus instalaciones.

Cuando don Benjumea va a ver a Trini para contarle la noticia, ésta le dice que con todo su pesar le tiene que pedir que abandone la clínica para evitar males mayores.

Esto deprime mucho a don Benjumea que incluso le pide a Jose que le empuje por las escaleras para tener un motivo de verdad por el que quedarse en la clínica. En esas están cuando se los encuentra Maritxu que vuelve a demostrar su vena maquiavélica al sugerirle a don Benjumea que use sus contactos para evitar irse de la clínica.

Don Benjumea sigue el consejo de Maritxu y llama a uno de sus amigos más cercanos, un empresario muy importante cuyos negocios, curiosamente, lleva el despacho del abogado al que han contratado sus hijos. Ni que decir tiene que en cuanto don Benjumea amenaza al abogado con pedirle a su amigo que cambie de abogados a menos que deje el caso, éste accede, dejando a los hijos caraduras de don Benjumea con un palmo de narices.

Por cierto, que don Benjumea se venga de sus hijos haciéndoles un chantaje que no les gusta nada. El dejará de vender propiedades si ellos consiguen un trabajo fijo y remunerado y le enseñan la correspondiente nómina.

Mientras tanto en el norte, Sabino  y Bego han recuperado la fogosidad perdida por la rutina tras la vuelta de Bego de Sevilla. Esto les hace mucha gracia a Koldo y a Peio, pero Sabino y Bego resultan totalmente entrañables.

El episodio me ha gustado mucho aunque no tanto como el episodio anterior que fue simplemente genial.

Desde que se ha despertado, Maritxu se ha convertido en la reina del cotarro. Tengo que reconocer que en el primer episodio su papel de madre dominante y agobiante no me hizo demasiada gracia y no lamenté que quedara en coma casi nada más empezar el episodio. Sin embargo, su vena manipuladora y maquiavélica y la mala leche de la que ha hecho gala desde que se ha despertado del coma la han hecho convertirse en uno de mis personajes favoritos.

Todas sus estrategias para emparejar a Nekane e Iñaki, sus constantes llamadas a Nekane para que ésta le contara sus progresos (y que la pobre chica tenía que disimular como llamadas de su profesora de yoga) y su sugerencia a don Benjumea para solucionar el problema que le habían causado sus hijos han sido alguna de las mejores escenas del episodio.

La trama romántica cada vez me gusta más y sobre todo, cada vez tiene más sentido. Carmen me ha caído mejor en este episodio que de costumbre (por una vez su bordería tenía más o menos sentido), Iñaki me ha parecido tan entrañable como siempre y Rober ha vuelto a lucirse sacando a pasear esa mala baba que tanto se gasta. Incluso Nekane ha mostrado un poquito de carácter y finalmente bastante amor propio al decidir por si misma que lo de Iñaki era una misión imposible y que era mejor dejarlo correr.

La trama de la fogosidad redescubierta de Sabino y Bego me ha gustado mucho porque ellos dos me encantan y me han parecido totalmente entrañables. Además, tener a Peio y a Koldo de comentaristas también ha ayudado.

Lo de Antxon y Merche no merece la pena ni comentarlo. La trama no pegaba en absoluto con el tono general de la serie y ha hecho quedar fatal a Antxon (incluso peor que a Peio). Lo mejor que se puede decir de esto es que por fin los guionistas parecen haber finiquitado esta trama, que ya era hora.

La disputa entre don Benjumea y sus hijos también me ha gustado. Los hijos han estado muy logrados y la forma en la que don Benjumea ha resuelto el problema (después de seguir los consejos de Maritxu) ha sido genial. Espero ver pronto de vuelta a los hijos de don Benjumea porque, aunque son muy repelentes, es imposible negar que tienen mucha gracia.

También me ha gustado mucho Trini en este episodio, dándose cuenta por si misma de la dificultad que tiene el trabajo de Carmen y del resto de enfermeras (y que con su paso a la carrera burocrática parecía haber olvidado) y de que era necesario dejar de comprar el material al fabricante que proporcionaba material de tan baja calidad.

Definitivamente me gusta más Trini como amiga/rival de buen rollo de Carmen que como miembro del triángulo amoroso con Rober y Carmen. Espero que los guionistas sigan llevando el personaje por esta línea porque le pueden sacar mucho partido.

En fin, veremos como se va desarrollando la trama romántica en los próximos episodios y que nuevos obstáculos les ponen los guionistas a nuestros protagonistas.

LO MEJOR: Todas las escenas de Maritxu, la trama romántica cada vez está mejor desarrollada

LO PEOR: Que se hayan perdido minutos con la trama de Antxon y Merche

PUNTUACIÓN: 9/10

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