martes, 30 de junio de 2015

ALLI ABAJO 1X12 Y VOLVER, VOLVER..


(contiene spoilers)

Buen episodio de Allí Abajo esta semana aunque personalmente me ha resultado un poco confuso en determinados momentos (supongo que esa sería además la intención de los guionistas).

Eso si, hay que agradecerle a este episodio que nos haya devuelto la trama vasca tal y como era antes de que los guionistas decidieran hacer experimentos extraños con las vecinas cotillas.

Por cierto, los protas  serán Carmen e Iñaki pero para mi la pareja de la serie son Bego y Sabino, que son absolutamente adorables juntos.

Y enhorabuena a Alfonso Sánchez. Su Rober es odioso pero es un gran villano y él lo borda.

En este episodio vemos cómo Maritxu y Rober aúnan esfuerzos para evitar que Iñaki y Carmen estén juntos. 

Para ello, Maritxu, que en principio va a volver sola a Euskadi ya que Iñaki quiere quedarse en Sevilla supervisando su bar (aunque la razón real sea Carmen), finge un desmayo, apoyado por Rober para forzar a su hijo a irse a Euskadi con ella.

Rober, que está negro porque Carmen le ha dejado definitivamente (a pesar de no estar juntos) en la recepción del hospital, delante de todos sus compañeros, hará cualquier cosa por evitar que Iñaki y Carmen estén juntos y acepta rápidamente la proposición de Maritxu de colaborar en su plan. Además de los celos típicos, ha sido herido en su orgullo y toda esta historia ha provocado que sus compañeros del hospital le tengan lástima, algo que él no puede consentir.

A todas estas don Benjumea está enterado de todo y no le parece nada bien que Maritxu engañe a su hijo de semejante manera e intenta avisar a Carmen sutilmente de lo que está pasando realmente. Aunque Carmen no necesita de las indicaciones de don Benjumea para darse cuenta de que todo se trata de un complot. Ella lo ha visto claro desde el principio y así se lo hace saber a Rober y para darle énfasis al asunto, Carmen le arrea un bonito (y muy merecido) bofetón a Rober.

Después de esto, Rober se da cuenta de que con Carmen definitivamente no tiene nada que hacer, por lo que lo primero que hace es ir a ver si todavía tiene posibilidades con Trini, que, mostrando una alarmante falta de amor propio, le recibe sin ningún tipo de problemas. Anda que ya le vale a Trini, con lo que me había gustado en los dos episodios anteriores, ya vuelve a las andadas del principio de temporada.

Sin embargo, Iñaki no parece tener la lucidez mental de Carmen y cree a pies juntillas todo lo que le dice su madre. Por ello, decide volver con ella a Euskadi, sin siquiera despedirse de Carmen, que se entera demasiado tarde de que Iñaki se va y no consigue alcanzarle por muy poco. Bueno, a ello también contribuye el hecho de que Maritxu primero le quita el teléfono a su hijo y después lo tira en la fuente del patio de la clínica para evitar que Carmen pueda contactar con Iñaki,

En este punto del episodio yo no entendía nada. No es que Iñaki tenga la mente más despierta del universo pero si Carmen se ha dado cuenta del engaño, tampoco era tan complicado verlo. Por ello no entendía no sólo que Iñaki no cuestionara lo que su madre le decía sino que además se fuera a Euskadi sin despedirse de Carmen. Es que era todo muy absurdo.

Pero cuando parece que Iñaki se va a ir definitivamente con Maritxu, por fin las piezas empiezan a encajar  Iñaki manda parar el taxi y le dice a su madre que a Euskadi se va a volver ella sola. Desde el principio el también se había dado cuenta de que era una mentira y sólamente le estaba siguiendo el juego a su madre para que no pudiera urdir nuevas estratagemas. De ahí que no se despidiera de Carmen. En ningún momento tenía intención de irse, por ello no había necesidad de ninguna despedida.

Iñaki le dice a Maritxu que quiere a Carmen y que quiere intentar algo con ella. Esto no le hace ninguna gracia a Maritxu pero tampoco puede hacer nada así que después de decirle a su hijo que no le parece bien, se monta en el coche con dirección al aeropuerto sin dar más problemas.

Una vez deja a Maritxu montada en el taxi rumbo al aeropuerto, Iñaki está tan feliz y decidido a hablar con Carmen para revelarle sus sentimientos, que no se da cuenta de que hay una zanja en el suelo (los operarios le avisan, el no les oye) y termina cayéndose en ella y por la última escena del episodio, se hace bastante daño.

En otro orden de cosas, Trini informa a Iñaki, Rafi e Isabel que le han llamado de una cadena de televisión para hacer un reportaje sobre el bar vasco que triunfa en Sevilla y que esa misma tarde se van a pasar unos reporteros a hacerle una entrevista a Iñaki.

Pero Iñaki, con todo el asunto de su madre, ni se acuerda de la entrevista  y no aparece a la hora acordada, por lo que Rafi termina haciéndose pasar por vasco para que le hagan la entrevista a él simulando ser Iñaki. Evidentemente les terminarán pillando y la entrevista termina suspendiéndose.

Por otro lado, José está decidido a irse a Londres a ver a Azucena y por ello se pasa todo el episodio haciendo una colecta para conseguir dinero para el vuelo. Finalmente será Trini la que termine subvencionándole el viaje (si es que Trini no es tan mala cuando no está cerca de Rober).

Eso si, como el pobre José no es que tenga demasiada suerte, cuando el se va a Londres, se cruza con Azucena que justo ha decidido volver.

Sin embargo, tengo que decir que mi parte favorita del episodio ha sido sin duda la trama vasca, en la que hemos tenido a la cuadrilla en plena forma. Parece que el bache en el que cayeron debido a todo el asunto de las vecinas cotillas está definitivamente superado.

Como parece que Iñaki va a quedarse definitivamente en Sevilla, la cuadrilla empieza a plantearse la posibilidad de que alguien se incorpore. Tres es un número muy malo ya que se necesitan cuatro personas para realizar la mayoría de actividades que suelen llevar a cabo.

El problema es a quién incorporar (aunque a quien no incorporar lo tienen clarísimo, al cuñado cansino de Koldo, que además es de Logroño), porque no quieren a cualquiera sino a alguien de confianza, por ello piensan en Sabino.

Sabino se muestra encantado con la idea porque hace años que no tiene cuadrilla ya que algunos de sus amigos se mudaron y otros murieron. Sin embargo, la cuadrilla antes de admitirle definitivamente decide someterle a una serie de pruebas para comprobar si es "digno" de formar parte de la cuadrilla.

La verdad es que el pobre Sabino lo hace fatal en las pruebas físicas pero como la cuadrilla quiere claramente que el nuevo miembro sea Sabino deciden pasarlo por alto. Eso si, es muy importante que la última prueba si la pase y resulta ser la más difícil de todas: llevarle la contraria a Bego.

Sin embargo, y contra todo pronóstico, Sabino consigue negarse a acompañar a Bego a comprar unas cortinas y eso hace que sea oficialmente admitido en la cuadrilla. Pero claro, esto tiene truco, resulta que Sabino ha pactado con Bego el llevarle la contraria y ella ha decidido seguirle la corriente porque sabe que a Sabino le hace mucha ilusión volver a tener una cuadrilla. En serio, Bego y Sabno son más monos..

Pero cuando ya está todo hecho y la cuadrilla ha aceptado oficialmente a Sabino como nuevo miembro, Bego les dice que Iñaki vuelve a Euskadi con Maritxu. Evidentemente esto supone un problema porque está claro que Iñaki es Iñaki pero tampoco quieren hacerle el feo a Sabino. Finalmente y tras no ser capaces de decirle a Sabino que con la vuelta de Iñaki él ya no es necesario en la cuadrilla, terminan decidiendo que, ¡qué narices! serán una cuadrilla de cinco.

El episodio me ha gustado, aunque me ha resultado en un tanto confuso en algunos momentos, aunque seguramente esa era la idea de los guionistas, que la actitud de Iñaki no tuviera demasiado sentido para dar el giro final de que Iñaki en todo momento pensaba mandar a Maritxu sola a Euskadi.

La trama de enredo propia de comedia romántica no ha estado mal y Carmen ha vuelto a no caerme tan mal como en otros episodios. A Rober sigo queriendo pegarle de collejas cada cinco minutos pero como ese es su papel, pues eso significa que los guionistas están haciendo las cosas bien en ese frente. Alfonso Sánchez lo sigue bordando. Tiene muchísima gracia y su Rober mola mucho a pesar de ser el "malo".

Otra que sigue en racha es Maritxu, qué gran personaje y qué mala idea tiene. Ya se le podría haber pegado un poquito a Iñaki de la inteligencia de su madre porque seamos sinceros, Iñaki es adorable pero espabilado, espabilado, lo que se dice espabilado, pues no mucho, aunque tengo que reconocer que en este episodio me ha sorprendido.

Por otro lado, don Benjumea me sigue encantando como la voz de la razón de la clínica. Eso si, en este episodio José se me ha hecho un poco pesado. Será porque todo el asunto con Azucena no me convence nada de nada.

En otro orden de cosas, no entiendo el personaje de Trini. ¿Es que no tiene amor propio? Yo desde luego habría mandado lejos a Rober después de ser el segundo plato tras el rechazo de Carmen.

La trama vasca is back en todo su esplendor y me alegro un montón (espero que la cuadrilla no se vuelva a acercar ni a 5 metros de las vecinas cotillas porque han estado a punto de estropear a la cuadrilla). Todo lo relacionado con la "entrevista" a Sabino para entrar a formar parte de la cuadrilla me ha encantado. Es que no se puede ser más adorable que Sabino. Y él y Bego juntos son una monada. Ese momento de Sabino agradeciendo a Bego que le haya dejado ganar una discusión para que le admitieran en la cuadrilla me ha parecido logradísimo.

LO MEJOR: La trama vasca

LO PEOR: Los bandazos de personalidad de Trini

PUNTUACIÓN: 8.5/10

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