(contiene spoilers)
Episodio en el que hemos tenido un caso de la semana bastante soso pero cuyas tramas personales han resultado bastante interesantes.
El caso de la semana se centra en el asesinato de Micah, antiguo miembro de una banda de moteros cuyo cadáver aparece quemado y en un estado tan lamentable que al equipo en general y a Wendell (becario de la semana) en particular le cuesta bastante encontrar la causa de su muerte.
Durante la investigación se descubre que Micah había sufrido un accidente de moto bastante grave, que había estado a punto de costarle la vida y que había hecho que dejara la banda para montar un centro de yoga con su novia.
Micah y su novia tenían una relación abierta por lo que algunos de sus amantes resultan sospechosos principales del caso.
El equipo también investiga a un antiguo compañero de la banda que había salido de prisión justo a tiempo para haber podido asesinar a Micah.
Sin embargo el hombre lo niega ya que, aunque admite haberse reunido con él para pedirle un préstamo, en ningún momento tuvieron ningún problema e incluso Micah había aceptado prestarle el dinero.
Finalmente, se descubre que Micah fue asesinado por su novia de manera fortuita al empujarle sobre una mesa de cristal durante una discusión que tuvieron cuando la chica se enteró de que Micach iba a prestar parte de sus ahorros a un antiguo amigo ex-convicto.
En paralelo vemos cómo Booth está llevando a cabo su recuperación tras la recaída y que Brennan le echara de casa.
Desde entonces ha pasado un mes y Booth y Brennan lo llevan como pueden. Todos sus amigos se lo hacen saber, algo que les pone bastante nerviosos.
Booth va a hacer treinta días sin apostar y su patrocinador le sugiere que invite a Brennan a la ceremonia. Sin embargo Booth prefiere no decirle nada. De todas formas Brennan se terminará presentando y ambos charlarán después durante dos horas.
Al final del episodio, Brennan le propone a Booth quedarse a pasar la noche para empezar a normalizar de nuevo la relación, toda vez que Booth le promete que no va a volver a jugar (aunque Brennan nunca podrá estar segura al 100% de que Booth lo va a cumplir).
En otro orden de cosas nos enteramos del verdadero nombre de Angela, que es realmente hortera e impronunciable. Un caprichito de su excéntrico padre que Angela no se ha cambiado para no disgustarle.
Además, Hodgins cada vez está más convencido de irse a vivir a París tal y como sugirió Angela en el episodio anterior. De hecho, está tan convencido que incluso ha comprado una casa estupenda.
Esto emociona mucho a Angela, a pesar de que tiene que pasar por el mal trago de decírselo primero a Brennan (lo más duro) y posteriormente a Cam acompañada de Hodgins.
El episodio me ha gustado. El caso de la semana ha sido bastante olvidable y aburrido pero en esta ocasión han llevado bastante bien todo el drama de Booth y Brennan y ha resultado medianamente creíble que Brennan terminara más o menos perdonándolo.
También me ha gustado la trama de Angela y Hodgins. Entiendo perfectamente que se quieran ir a vivir a París después de todo lo que han pasado y personalmente en este punto de la serie me gustan más como pareja que Booth y Brennan.
LO MEJOR: Las tramas personales del episodio
LO PEOR: Lo sosito que ha sido el caso de la semana
PUNTUACIÓN: 7/10
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