sábado, 11 de julio de 2015

ELEMENTARY 3X22 THE BEST WAY OUT IS ALWAYS THROUGH


(contiene spoilers)

Buen episodio de Elementary, con un caso de la semana más rebuscado que de costumbre y en el que, a diferencia de los últimos episodios, me ha sorprendido bastante el asesino. Sin embargo, mi parte favorita del episodio ha vuelto a ser la trama secundaria que ha tenido al inspector Bell y en menor medida a Sherlock como protagonistas.

El caso de la semana empieza con el asesinato de un juez, al que encuentran con un destornillador clavado en el cuello en una estación de metro. Al analizar el destornillador la policía encuentra las huellas dactilares de una reclusa a la que el juez condenó y que cumplía condena en una institución penitenciaria privada hasta dos días antes del asesinato del juez, cuando se escapó de la prisión.

En la investigación del caso colabora una detective de otra comisaría que ha estado saliendo con Bell en los últimos meses.

Nada más verla en la escena del crimen Sherlock descubre que pertenece a asuntos internos, algo que le comentará a Joan cuando llegan a casa. Joan cree que se lo deben decir a Bell ya que, se puede dar el caso de que el le cuente algo no demasiado legal acerca de alguien y ella se vea obligada a reportarlo a sus superiores. Sherlock le recomienda que no le diga nada. El ser de asuntos internos no es algo bien visto entre los policías y si Joan se lo dice puede causar problemas en la pareja.

Sin embargo, Joan no hará caso a Sherlock e informará a Bell de que su novia pertenece a asuntos internos. Esto, como ya le avisó Sherlock, no le hace ninguna gracia a Bell que queda con su novia para preguntarle sobre el asunto bastante enfadado. La chica confiesa que aunque no pertenece a asuntos internos directamente, cuando ocurre algo en su comisaría, la división le pide que informe. Ella cree que es una forma de ayudar a los buenos policías a no meterse en problemas pero no esto no convence nada a Bell que rompe con ella.

Es entonces cuando Sherlock decide intervenir para aconsejar a Bell que no de por perdida la relación tan pronto. Puede ser coincidencia o no pero todos los miembros del equipo (Joan, el capitán Gregson, él mismo) tienen problemas para relacionarse y están bastante solos. Sherlock no quiere que a Bell le pase lo mismo aunque claro él tampoco puede dar muchos consejos porque después de todo el gran amor de su vida es una asesina psicópata. De todas formas le recomienda a Bell que reflexione sobre el hecho de que si pierde a su chica ahora mismo estaría incluso más solo que él, ya que Sherlock después de todo, aún tiene a Joan.

Esto le da que pensar a Bell que cuando concluye la investigación va a hablar con su ex para pedirle que vuelvan, que lo ha pensado mejor y que no le importa que informe puntualmente a asuntos internos sobre asuntos de su comisaría. Pero Bell se encontrará con una sorpresa ya que a su vez la conversación que tuvieron hizo pensar a la chica que no quiere seguir mintiendo a sus compañeros y va a solicitar el traslado a tiempo completo a asuntos internos y que cree que lo mejor será que durante unos meses se centre sólamente en su trabajo. Vamos que la chica rechaza el ofrecimiento de Bell de volver a estar juntos.

El episodio termina con Bell y Sherlock en casa de éste último lanzando cartas para intentar colarlas en un trofeo de Hockey que Sherlock había recuperado después de ser robado a sus legítimos dueños.

Volviendo al caso de la semana, Sherlock, Joan y Bell van a la prisión de donde se había escapado la víctima y allí entrevistan a uno de los guardias de seguridad. Un hombre llamado McCann, que posteriormente también aparecerá muerto, asesinato que la policía atribuirá a la reclusa fugada que no tenía una buena relación con McCann.

Pero hay algo en todo el asunto que a Sherlock no le cuadra (sobre todo porque el abogado de la reclusa le había dicho que habían presentado un recurso al juzgado que tenía muchas persepectivas de ser aceptado y por el que la mujer abandonaría la cárcel en unas pocas semanas) por lo que pide revisar las instalaciones de la prisión, en concreto, el lugar en el que estuvo trabajando la reclusa antes de fugarse. Esta inspección da como resultado que Sherlock encuentra el cadáver de la reclusa. No se había fugado después de todo. Evidentemente esto desconcierta a los investigadores que tienen que empezar de nuevo a evaluar el caso.

Y el desenlace del mismo no podría resultar más sorprendente. Resulta que la prisión estaba gestionada por una empresa de seguridad dirigida por un amigo del gobernador, lo que hacía que esta empresa se llevara casi por defecto todos los contratos del estado. Otra empresa quería quitarle el monopolio y para ello el director de la misma contrató a McCaan (al que ya conocía de antes) para que matara a una reclusa e hiciera creer que la mujer se había fugado.

A continuación el director de la empresa había matado al juez que la había condenado utilizando un destornillador que la reclusa había utilizado en su trabajo en la prisión (y que por lo tanto tenía sus huellas) y que McCaan le había proprocionado. Finalmente, también había matado a McCaan para atribuirle a la reclusa otra víctima y eliminar al testigo principal de su plan. El objetivo de todo esto era crear caos para asociarlo a la empresa que actualmente gestionaba la prisión y así poder hacerse con sus contratos.

El episodio me ha gustado bastante, tanto el caso de la semana como la trama secundaria.

El caso de la semana ha sido  bastante original y mucho menos previsible que los últimos. No me esperaba para nada que el asesino fuera el director de la empresa ni tampoco que hubieran fingido la fuga para matar a la reclusa y atribuirle todos los asesinatos y todo para quitarle la concesión de las cárceles a la empresa rival. Es de agradecer que después de tres temporadas los guionistas todavía sean capaces de idear casos originales.

Pero lo que más me ha gustado del episodio ha sido la trama secundaria en la que le han dado más protagonismo que de costumbre a Bell y eso siempre es bueno. Una de las cosas que menos me gustan de esta serie es lo abandonados que tiene a sus personajes secundarios cuando disponen de unos actores estupendos que podrían dar mucho juego, por lo que es una alegría que nos hayan contado algo de la vida personal de Bell, en el que hacía tiempo que no se centraban.

También me ha gustado cómo se ha comportado Sherlock en este asunto, de hecho, ha estado bastante mejor que Joan que ha pecado un poco de entrometida. Los consejos de Sherlock han sido sorprendetemente acertados, buscando lo mejor para Bell y creo que éste se ha dado cuenta de que Sherlock tenía razón y por eso ha hecho lo que le había sugerido.

Me gusta ver que estos dos vuelven a ser amigos después de la mala racha que pasaron por el tiroteo de Bell. Además, con cada episodio se demuestra que Sherlock es cada vez menos robótico y más humano y a medida que vemos esto, también observamos que su número de amigos va aumentando y cada vez está menos solo. Por cierto, la escena final  con Sherlock y Bell lanzando las cartas a la copa, me ha encantado.

LO MEJOR: lo elaborado que ha estado el caso, la trama secundaria con un Sherlock cada vez más humano

LO PEOR: Joan no ha tenido casi protagonismo

PUNTUACIÓN: 9/10

No hay comentarios:

Publicar un comentario