sábado, 10 de enero de 2015
EL MENTALISTA 7X06 GREEN LIGHT
(contiene spoilers)
Muy buen episodio de El Mentalista esta semana tras cambiar su dia de emisión a los miércoles. Con un muy buen caso de la semana, interacciones muy interesantes entre los personajes (Abbott/Jane y Vega/Jane), un final de episodio muy emotivo y un gran actor invitado como Dylan Baker.
Quizá el único pero que le pongo es que Lisbon y Cho han aparecido muy poco.
El episodio empieza con una redada de la DEA de San Antonio en un restaurante que se sospechaba que actuaba como lugar de venta de droga.
Sin embargo, tras inspeccionar el local, los agentes de la DEA no consiguen encontrar nada para desesperación del líder de la operación Darrell Gonzalez.
Días más tarde, Abbott va a hablar con Bill Peterson, el jefe de la unidad de la DEA en San Antonio. El dueño del restaurante, Steven Corbell ha presentado una queja por la forma en que tuvo lugar la redada y Abbott y su equipo tienen que investigar.
Por ello, Abbott va a casa de Gonzalez para hablar con él de la operación, pero al llegar se lo encuentra muerto.
Mientras en Austin, Lisbon y Jane salen de la autocaravana de éste. Al día siguiente es el cumpleaños de Jane y Lisbon ha prohibido al equipo que prepare cualquier tipo de celebración o regalos porque es lo que quiere Jane. Sin embargo, Lisbon le dice a Jane que ella si le tiene preparado un regalo.
En las oficinas del FBI, Wiley practica el pedirle a Vega una cita, pero cuando parecer conseguir el valor para ir a hablar con ella, ésta se le acerca diciendo que Abbott quiere verles porque tienen un caso.
Peterson ha ido con Abbott a las oficinas del FBI y ambos le presentan el caso al equipo.
Cuando termina la reunión, Jane se acerca a Abbott y le pregunta qué es lo que sabe Peterson acerca de él. Abbott le pregunta a Jane por qué se lo pregunta y Jane le responde que Abott se comporta como si Peterson supiera algo sobre él. Abbott lo niega y Jane parece aceptar su respuesta.
Todo el equipo vuelve con Peterson a San Antonio para empezar con la investigación del caso y preguntar al grupo de la DEA acerca de las operaciones en las que están trabajando.
Lisbon, Jane, Vega y Wiley interrogan a los agentes de la DEA mientras Cho y otro agente de la DEA lo hace con el dueño del restaurante, Corbell.
Jane entra a la sala de interrogatorios donde se encuentra Corbell, interrumpiendo el interrogatorio para preguntarle a qué hora abre su restaurante. Corbell le responde que a mediodía.
Entonces Jane le dice que sólo le queda una hora para abrir el restaurante y que puede irse. Esto enfada bastante al agente de la DEA que está con ellos en la sala.
Cuando Corbell y su abogada se han ido, este agente busca a Jane para preguntarle por qué ha dicho eso y Jane le informa de que el FBI va a llevar a cabo una redada a la hora de comer.
El agente de la DEA se enfada porque nadie les ha dicho nada ni a él ni a sus compañeros y cuando Jane se va, procede a informarles de lo que pasa.
Más tarde, Jane y Abbott están sentados en una cafetería enfrente del restaurante. Más o menos a la hora en la que según Jane se iba a producir la redada, aparece Peterson.
Peterson les pregunta qué es lo que está pasando, que sus hombres le han dicho que va a haber una redada.
Jane entonces le cuenta a él y a Abbott que estaba intentando probar una teoría. Revisando las fotos de vigilancia del restaurante que el equipo de la DEA había estado llevando a cabo, Jane se dio cuenta de que según el día que estuviera tomada la foto, el cartel luminoso de la entrada con el nombre del restaurante podía tener todas sus luces encendidas o todas menos una.
Según Jane, si todas las luces estaban encendidas significaba que se estaba vendiendo droga. Si había una de ellas apagada, quería decir que ese día no se vendía. Observando las fotos del día de la redada, se veía claramente que una de las luces estaba apagada. Por eso no habían encontrado las drogas cuando hicieron la redada.
En el momento en que Abbott, Jane y Peterson están hablando, todas las luces del cartel están hablando, pero al aproximarse la hora de la supuesta redada, los tres ven salir a Corbell del restaurante y apagar una de las luces.
Jane entonces les explica que sospechaba que Peterson tiene un topo en su equipo que se encarga de avisar a los narcos de cuando se van a llevar a cabo las redadas. Por eso había dejado caer la información de la redada ante el agente de la DEA, para confirmar sus sospechas, haciendo que el topo avisara a Corbell de que se iba a llevar a cabo una redada. Ahora el siguiente paso es descubrir quién es el traidor.
De vuelta en las oficinas del FBI, Abbott se reune con Jane, Lisbon y Cho para hablar de la investigación. Tienen que encontrar a un policía asesino de policías. La unidad de Peterson tiene 30 hombres, por lo que tienen trabajo.
31, añade Lisbon, no podemos descartar a Peterson. Sin embargo Abbott, a pesar de que se ve que Peterson no le cae nada bien, les dice a su equipo que Peterson no es del tipo de hombre que se vende a los narcos, que pueden descartarle.
Abbott empieza a decirles que tienen que investigar a fondo a los agentes de la DEA para poder descubrir el posible motivo por el que uno de ellos se haya pasado al bando de los narcos. Pero Jane no está de acuerdo. Los agentes de la DEA no están especialmente bien pagados por lo que para él, el motivo de traicionar a la DEA es casi seguro económico.
Abbott admite que Jane puede tener razón y les encarga que investiguen las cuentas bancarias de los agentes.
Mientras tanto, Wiley hace un nuevo intento de pedir salir a Vega, pero en ese momento llega Jane con un encargo para ella.
Tiene que volver a San Antonio y recopilar todas las fotos oficiales de los últimos tres años de los agentes del grupo de Peterson.
Ya por la noche, Abbott está en su oficina y allí le recibe la llamada de Peterson, que está en Austin y quiere hablar con él fuera de la oficina.
Cuando Abbott llega al bar donde está Peterson, éste le dice que quiere llevarse el mérito de la operación cuando detengan al topo. Sino lo hace, Peterson contará lo que pasó en Rio Bravo y tanto la carrera de Abbott como la de su mujer quedarán destruidas.
Abbott, bastante serio y cabizbajo, vuelve a la oficina justo cuando Lisbon y Jane están a punto de irse. Jane le pide a Lisbon que se adelante, que se verán en la cena y va a hablar con Abbott.
Jane entra en la oficina y se sienta en una de las sillas. Entonces Abbott le cuenta lo que pasó en Rio Bravo.
Abbott trabajó para Peterson unos diez años antes, cuando éste dirigía la unidad antidrogas en la frontera, la unidad Rio Bravo.
Trabajaban con la policía mexicana, intentando hacer algo contra los cárteles de la droga. Un día, se encontraron con un caso espeluznante. Uno de los cárteles envío a un grupo de hombres vestidos como soldados a parar un autobús. Hicieron bajarse a los pasajeros y los fueron matando a todos (hombres,mujeres y niños) para evitar que pudieran trabajar para otros cárteles. La escena del crimen era dantesca.
Un día, Abbott estaba realizando vigilancia y vio a un hombre vestido como militar. No contaba con la ayuda de la policía mexicana porque tenían miedo a los narcos ni tampoco tenía motivo para detenerlo. Finalmente lo que hizo fue matarlo. Según Jane, Abbott hizo lo correcto.
Abbott le dice que esa noche nadie paró ningún autobús y que él, al día siguiente, abandonó la unidad.
Jane le pregunta a Abbott si Peterson sabía lo que Abbott había hecho. Éste le responde que Peterson lo adivinó porque sabía donde estaba vigilando Abbott en el momento de la muerte del narco.
Jane le dice a Abbott que es eso entonces lo que Peterson sabe acerca de él y con lo que le está amenazando. Abbott comenta que Peterson puede terminar con su carrera y hacer que vaya a prisión. El no puede ir a la cárcel. Pero esto no sólo le afecta a él, sino que también destruiría la carrera de su esposa.
Jane comenta que Abbott no puede dejar que lo haga y éste le pregunta si se le ocurre cómo evitarlo.Jane le dice que no lo sabe, todavía.
Mientras tanto, Wiley descubre cómo se está comunicando el dueño del restaurante con el topo de la DEA. Lo hace a través de mensajes cifrados en un foro de gatos. Los mensajes pararon unos días antes, justo desde el momento en que comenzó la investigación.
Por otro lado, Jane revisa las fotos de los agentes de la DEA que le trajo Vega y le pide un favor, que participe en uno de sus planes. Vega no está muy cómoda realizando ese trabajo. Entiende que Jane obtiene resultados pero no le gustan sus métodos. Jane adivina que Vega piensa que esa forma de actuar no le hubiera gustado a su muy estricto padre. Sin embargo, finalmente aceptará ayudar a Jane.
El equipo va a San Antonio para descubrir al topo. Para ello, ponen en práctica el plan de Jane.
Por un lado, Jane, Lisbon y Cho reunen a una selección de los agentes del grupo de Peterson en una especie de auditorio.
Lisbon y Cho recogen sus armas (y cambian sus balas por armas de fogueo en un momento que salen fuera de la sala) y Jane empieza a descartar sospechosos en función de una serie de criterios que parecen bastante aleatorios (nuevo corte de pelo, recientemente divorciados). Al final, sólo quedan tres agentes de todo el grupo como sospechosos.
Por otro lado, Vega y dos agentes más, han ido al despacho de Peterson y le han detenido como autor del asesinato de Gonzalez. Peterson pone el grito en el cielo por esto.
Vega lleva a Peterson al auditorio para informar al resto de que le han detenido. Entonces Jane les dice a los tres sospechosos que se vayan. Como ya han cogido al asesino, no es necesario continuar con la investigación.
Una vez salen de la sala, Abbott, Lisbon y Cho, siguen a los tres sospechosos y van a hablar con ellos. En un momento de la conversación los tres le dan la espalda a sus interlocutores.
Cuando ocurre esto, el sospechoso que está con Cho intenta dispararle por la espalda, pero claro, a Cho no le pasa nada porque han cambiado las balas. Ya han detenido a su topo, que por supuesto tiene un motivo económico para traicionar a su equipo, como había sospechado Jane.
En otro orden de cosas, Peterson enfadadísimo por la humillación a la que le han sometido, va al despacho de Abbott que está con Jane.
Como Abbott no sólo no le ha dado el mérito de descubrir al topo, sino que encima le ha dejado en ridículo, Peterson promete vengarse, contando lo de Rio Bravo para destruir su carrera y la de su mujer.
En ese momento Jane interviene diciéndole que deje de amenazar a su amigo y que se disculpe. Según Jane está actuando así por miedo a que, con la investigación, hayan encontrado o estén a punto de hacerlo, dinero sucio relacionado con él.
Peterson se va del despacho y Abbott le pregunta a Jane si está seguro acerca de lo que acaba de decir. Absolutamente, dice Jane.
Mientras, Wiley y Vega hablan y Wiley está a punto de pedirle una cita a Vega cuando ésta recibe un mensaje de uno de los agentes de la DEA que ha conocido en San Antonio pidiéndole que salga con él. Vega le comenta a Wiley que le va a decir que no porque ahora quiere centrarse en su carrera. De esta forma, se frustran definitivamente los intentos de Wiley de pedirle una cita a Vega.
Por otro lado, Lisbon y Jane están sentados en una mesa, en la puerta de la caravana de Jane y Lisbon le da su regalo de cumpleaños. Se trata de su antigua taza del CBI, que se rompió cuando el FBI tomó el control del edificio y cuyos pedazos Lisbon recogió y pegó. Como es lógico, esto a Jane le emociona muchisimo.
El episodio me ha gustado mucho. De hecho, creo que ha sido uno de los que más me han gustado de la temporada (sino el que más), a pesar de la poca interacción entre Lisbon y Jane.
El caso de la semana ha estado muy bien llevado y ha sido muy interesante. Lo que había ocurrido y la forma de Jane de descubrirlo me ha recordado a episodios de temporadas pasadas. El truco de las luces me ha parecido bastante ingenioso.
Abbott es un personaje que me encanta y su historia me parece muy interesante.Me alegro de que no hayan alargado demasiado el contar qué es lo que ocurrió realmente en Rio Bravo.
Me ha encantado ver a Dylan Baker en otros sitios además de en The Good Wife. Su Peterson me ha resultado realmente antipático, pero a la vez creíble, que supongo que es la intención que tenían con el personaje.
La relación Abbott/Jane es una de las mejores cosas de esta nueva etapa de El Mentalista. Empezaron siendo enemigos, pero desde que comenzaron a trabajar juntos se ha visto como Abbott respeta las intuiciones y la forma de trabajar de Jane y le da libertad para que lleve a cabo sus planes. Esto a su vez ha hecho que Jane le respete y curiosamente, siga más las normas. Abbott ha conseguido lo que ninguno de sus anteriores jefes logró, que Jane haga su trabajo sin meterse en demasiados lios.
Ver a Jane preocupado por Abbott, defenderle de Peterson y llamarle su amigo, me ha gustado mucho.
Wiley y Vega son bastante adorables juntos y las interacciones Jane/Vega, también me han resultado muy interesantes. Siendo dos personas tan diferentes, parece que Jane ha conseguido entender a Vega muy pronto.
La escena final de Lisbon dándole a Jane su antigua taza reconstruida me ha parecido muy bonita, tanto por la emoción de Jane como por lo que da a entender (que Lisbon recogió los trozos y los pegó y los guardó durante todo el tiempo que Jane estuvo en la isla).
Las muestras físicas de afecto entre ellos siguen siendo mínimas pero es cierto que su complicidad y su forma de relacionarse es evidente que ha cambiado.
LO MEJOR: La relación Jane/Abbott, el caso de la semana, que Lisbon recogiera y pegara los pedazos de la antigua taza de Jane del CBI y se lo diera como regalo de cumpleaños.
LO PEOR: Lo poco que han salido Lisbon y Cho
PUNTUACIÓN: 9/10
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Me encantó lo que hizo con la taza pero en que capitulo se rompió o por qué?? Cuando??
ResponderEliminarHola!Se rompe accdentalmente en el capitulo 7 dr la temporda 6 cuando Abott llega al BIC para desmontarlo,desguazarlo.
Eliminar..Todos estaban muy nerviosos,muy tensos...Una escena poco recordada pero que tenía un significado.Era cuestió n de esperar...