(contiene spoilers)
Buen episodio de New Girl en el que, una vez más,el pobre Winston ha vuelto a quedar relegado en favor de Coach.
Jess ha pasado una semana en casa de Ryan (parece que se fue con él nada más terminar el anterior episodio) y nada más llegar se interesa por el estado de Nick (al que Kai dejó en el episodio anterior), del que todos sabemos que no suele llevar muy bien sus rupturas sentimentales.
Sin embargo, para sorpresa de todos, y a pesar de haberse tirado toda la semana encerrado en su habitación, Nick parece estar bien. De hecho, está más que bien ya que le ha dado tiempo a preparar un proyecto personal al que llevaba tiempo dándole vueltas. Hacerse una ronda completa de seis bares en una noche y quiere que todos le acompañen.
Pero Nick no contaba con que es San Valentín y todos sus amigos tienen planes, aunque finalmente se dejarán arrastrar por Nick para evitar que pueda entrar en depresión.
Bueno, todos no, porque Schmidt justamente esa noche tiene un acto social al que acompañar a la concejala Moscato. Eso si, promete escaquearse lo antes posible y llevarse con él a la concejala. Pero Moscato no tiene intención de irse del evento y Schmidt, harto de que la concejala no parezca considerarle más que un acompañante ocasional al que llevar a los sitios, la deja plantada allí para irse con sus amigos.
Durante la ronda de bares, veremos cómo Jess se queda en estado de shock toda vez que Ryan decide pedirle que se vaya a vivir con él de forma totalmente inesperada. De hecho, se queda tan sorprendida que finge no haberle escuchado para no tener que darle una respuesta a su pregunta.
Por otro lado, Coach va encontrándose en todos los bares a una chica estupenda con la que podría plantearse tener una relación. Sin embargo, Coach no está interesado en tener nada serio con nadie en estos momentos. Aunque cambiará de idea tras una conversación con Winston (que como todos sabemos, aunque no tenga demasiado protagonismo, en el 90% de los casos y a pesar de sus rarezas es el más centrado de todos los chicos). Por ello, Coach terminará pidiéndole a la chica el teléfono. Pero ella le dará su email para que le escriba. Si su correo le gusta, se planteará salir con Coach. Vamos, que Coach se lo va a tener que trabajar, aunque no parece importarle demasiado.
Mientras tanto Cece, se ha fijado un reto. Beber más que Nick durante la noche, algo que Schmidt considera imposible. Sin embargo la chica no cejará en su empeño.. hasta que se ponga malísima y Schmidt la tenga que acompañar al baño y sujetarla el pelo mientras vomita. La verdad es que estos dos son monísimos.
Cuando salen del baño, Cece se sienta con Winston en una mesa y éste la termina haciendo confesar que sigue sintiendo algo por Schmidt. Aunque su revelación parece llegar demasiado tarde ya que justo en ese momento aparece la concejala Moscato en el bar para decirle a Schmidt que lo ha pensado mejor y quiere ser su novia. La pobre Cece se queda bastante chafada.
Finalmente, el grupo y un montón de gente que se ha unido a ellos gracias al inesperado carisma y poder de convocatoria de Nick, consiguen llegar al último bar de la noche (algo que todos consideraban imposible al inicio de la noche).
Sin embargo, cuando va a entrar Nick se para. Parece que por fin está reaccionando ante el hecho de que Kai le ha dejado. Pero los chicos estarán allí para apoyarle. No está solo. Todos están con él. Además, ahora tiene el aliciente del nuevo negocio que está montando con Schmidt para no venirse abajo.
Al final, entre todos consiguen convencer a Nick de que pase al bar para completar su desafío, pero éste terminará inconcluso ya que el hombre de la puerta no dejará pasar a Nick porque va sin zapatos. Resulta que en un momento de la noche a Nick no se le ocurrió otra cosa que tirárselos a una ardilla (las cosas de Nick.. aunque se le quiere igual) y claro, no es plan de que entre al bar sin zapatos.
En otro orden de cosas, Jess habla con Ryan sobre el asunto de irse a vivir juntos y cuando por fin parece que han alcanzado una solución y Jess va a irse a vivir con él a su casa, Ryan recibe un mensaje. Le ofrecen el trabajo de sus sueños. Director de un colegio (aplicaremos el suspension of desbelief ante el hecho de que Ryan parece demasiado joven para ser el director de un colegio). El único problema es que es en Inglaterra. Jess le anima a aceptar la oferta. Está convencida de que pueden mantener su relación a distancia. Sin embargo, parece que éste puede ser el principio del fin de la pareja Ryan/Jess.
El episodio me ha gustado mucho, aunque me ha vuelto a dar un poco de rabia que le hayan dado una historia propia a Coach (aunque haya sido menor) y no a Winston, que el pobre lo único que ha hecho durante todo el episodio ha sido actuar como voz de la conciencia de todo el mundo.
Cece y Schmidt está temporada me están encantando y eso que yo siempre he sido más de Jess/Nick que de ellos. Pero es que les veo monísimos juntos. El detalle de Schmidt, con lo escrupuloso que es para todo, de sujetarle el pelo a Cece mientras vomita me ha parecido muy bonito. Evidentemente al final ha tenido que aparecer la concejala para estropear el momento en el que Cece le admite a Winston que todavía le sigue gustando Schmidt pero parece que los guionistas cada vez están dejando más pistas de que Cece y Schmidt pueden volver a juntarse.
Por otro lado, sigo adorando a Nick por encima de todas las cosas. Es lo mejor de esta serie (junto con Winston) con mucha diferencia. Jake Johnson es muy, muy grande.
Parece que si en el episodio anterior les tocó a Nick y Kai la ruptura, este episodio puede haber marcado el principio del fin entre Jess y Ryan, a los que tengo que reconocer que estaba cogiendo el punto, aunque me siga pareciendo que Ryan es demasiado perfecto para ser real. Lo de la relación a distancia lo veo bastante complicado, la verdad.
LO MEJOR: Los consejos de Winston, Jake Johnson, todos los momentos de Schmidt y Cece juntos
LO PEOR: Que Coach haya tenido trama propia y Winston no
PUNTUACIÓN: 9/10
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