(contiene spoilers)
Otro episodio entretenido, aunque un tanto intrascendente de Castle esta semana. Lo más destacable ha sido la reconciliación entre Alexis y Castle que ha dado lugar a la vuelta de Alexis a vivir con su padre. Por lo demás el caso de la semana ha sido curioso aunque un tanto enrevesado. Eso si, por lo menos esta semana no se veía venir al asesino a kilómetros de distancia, lo que siempre es un punto a su favor.
El caso de la semana resulta bastante misterioso (para alegría de Castle). La víctima es un actor, que fue encontrado con un disparo en el pecho en la habitación 147 de uno de los hoteles de una cadena hotelera bastante importante en Nueva York. La víctima había pedido exactamente esa habitación, algo que sorprendió mucho a la recepcionista teniendo en cuenta que no era un cliente habitual.
Hasta aquí la cosa parece más o menos normal, pero enseguida el caso se empieza a enredar porque se presentan tres personas en la comisaría, cada una de ellas diciendo que es la responsable de la muerte de la víctima, dando además todo tipo de detalles de la escena del crimen.
Estas tres personas tiene recuerdos difusos de las últimas dos semanas y ninguna de ellas conocía a la víctima ni tenía ningún motivo para asesinarla.
Castle está encantado, Beckett no tanto, y menos cuando el caso da otro giro inesperado y parece estar todo relacionado con una especie de culto religoso, cuyo líder finge estar en Estocolmo dando una conferencia para no hablar con Castle y Beckett en persona sino a través de videoconferencia. El líder del culto niega conocer a la victima.
Sin embargo el truco se descubre bastante rápido cuando el informático de la policía rastrea la dirección ip del ordenador del líder del culto religoso y le sitúa en el mismo edificio al que habían ido Castle y Beckett. Cuando por fin se encuentran con él, éste hombre termina admitiendo que si conocía a la víctima ya que era uno de los actores que participaban en los vídeos que ponían a sus seguidores para superar sus problemas.
Llegados a este punto, a Castle y Beckett sólo se les ocurre que el asesinato ha podido deberse a algún tipo de rivalidad dentro de la secta.
Pero, al final el motivo del asesinato era bastante más enrevesado ya que la víctima sólo se trataba de un daño colateral.
Una de las chicas del grupo de teatro al que pertenecía la víctima, tenía un hermano que era miembro de la secta y se había suicidado por culpa de esta. Las autoridades no les habían condenado por ello.
La chica se enteró que uno de los actores de los videos que grababa el culto religoso pertenecía a un grupo de teatro. Por ello, ella se había apuntado al mismo grupo y había entablado una relación de amistad con la victima. Y un día le citó en la habitación 147 de un hotel (todas las habitaciones de todos los hoteles de la cadena hotelera eran iguales y esta habitación era igual a la habitación donde se había grabado el video que la víctima había protagonizado). Cuando la víctima abrió la puerta a la chica para dejarla pasar, ésta le mató, simulando el escenario del video para que la muerte fuera relacionada a la secta y por fin fueran condenados por todo el mal que habían hecho.
Las tres personas que se presentaron en la comisaría, habían pertenecido a la secta y habían visto el video, por ello podían describir la escena del crímen con total precisión (salvo el número de botellas de agua que había en el minibar, que fue el detalle que hizo Castle descubriera todo el asunto). Al final del episodio Beckett supone que ese día algo les debía haber sugestionado para presentarse en la comisaría a confesar.
En otro orden de cosas, Castle propone a Alexis que, ahora que ya no está con Py vuelva a casa. Pero esta se niega aduciendo que tiene que terminar el contrato de alquiler si quiere recuperar la fianza. Castle se ofrece a pagársela pero ella le dice que no.
Al ver esto, Beckett queda a tomar café con Alexis y le comenta que, aunque ella no tiene por costumbre intervenir en los temas entre padre e hija, ha querido hablar con ella por si el hecho de que ellos se vayan a casar es el motivo por el que Alexis no quiere volver a casa. Beckett no quiere que Alexis se sienta incómoda en su propia casa.
Alexis le dice que el motivo para no volver a su casa es que su padre tenía razón con respecto a Py y ahora ella no quiere que él la resuelva sus problemas. Ella quiere responsabilizarse de sus errores. Beckett le dice que no tiene por qué autocastigarse y que su padre estará encantado con su vuelta.
Esto hace a Alexis reflexionar y termina volviendo a casa al final del episodio.
El episodio ha estado bien, pero al igual que el de la semana pasada ha sido un tanto intrascendente. El caso ha sido original aunque en un intento de sorprender, han podido hacer que la gente se pierda por el camino.
Sin embargo Castle interesado por un caso misterioso es una de las mejores cosas de la serie, así que sólo por ello ha merecido la pena.
Toda la parte de Alexis con Castle ha estado bastante bien y ha sido lo que más me ha gustado del episodio.
LO MEJOR: Nathan Fillion (uno de los actores más carismáticos de la televisión actual) y los momentos Castle/Alexis
LO PEOR: Otro episodio bastante intrascendente
PUNTUACIÓN: 8/10
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