(contiene spoilers)
Episodio un tanto aburrido de Person of interest esta semana. Por una parte hemos tenido como nota positiva el reencuentro de todo el equipo, pero por otro lado, el caso de la semana ha sido lento y un tanto predecible.
Reese está por fin de vuelta en el equipo y llega justo a tiempo porque la máquina les acaba de dar un nuevo número.
Se trata de una organizadora de eventos llamada Kelly, que esa misma noche organiza una gala en un museo donde se exponen multitud de obras de arte de valor incalculable.
Shaw, Finch y Reese van de incógnito a la gala, donde presencian en primera persona un atraco al museo en el que se llevan un cuadro de Cezanne.
Shaw persigue al ladrón hasta la calle para descubrir que el ladrón no es otro que Kelly, el número de la semana.
De vuelta en el museo, Shaw se hace con el bolso de Kelly y también escucha una conversación entre la policía y un agente de la interpol llamado Alain Buchard, en la que éste cuenta que lleva mucho tiempo detrás de este ladrón, que ya ha llevado a cabo importantes golpes en Europa y que espera que esta vez no se le escape.
Ya fuera del museo, Shaw se reune en el coche con Finch y Reese y consiguen localizar a Kelly, que está teniendo un encuentro con la persona que le encarga los golpes para entregarle el cuadro y recibir instrucciones para su nuevo trabajo.
Al día siguiente, Reese sigue a Kelly hasta lo que parece ser su apartamento. Más tarde, Shaw entra en la casa, descubriendo que el siguiente trabajo tiene como objetivo robar una Biblia de Guttemberg que está en Nueva York esos días en una exposición itinerante.
Shaw consigue evitar que Kelly robe la biblia, enterándose entonces de la verdad. Kelly es en realidad una antigua gimnasta china, que al huir de China y para poder alimentar a su hija, tuvo que dedicarse a robar. En uno de sus robos, topó con un grupo de ladrones muy peligroso con necesidad de un nuevo miembro.
Para asegurarse que Kelly cumplía con los trabajos que la encargaban, este grupo mantiene secuestrada a su hija, a la que matarán a menos que Kelly consiga robar la Biblia.
Entonces, todo el equipo, incluido Fuscoe, participa en un plan para robar la Biblia y ganar tiempo para poder rescatar a la hija de Kelly.
El plan es bastante ingenioso, ya que consiste en que Reese entre en el edificio donde tienen custodiada la Biblia (en la primera parte del plan, Reese lleva un bigote bastante ridículo) y se deje capturar. Cuando los guardias de seguridad llaman a la policía para denunciar el intento de atraco, Fuscoe responde a la llamada, llevándose a Reese. Esto permite a Shaw y a Kelly, entrar en el edificio por otro punto y llevarse la Biblia.
Una vez están en posesión de la Biblia, Finch fuerza un encuentro con el agente de la interpol para explicarle todo lo que ha pasado.
Finalmente, gracias a Shaw la policía captura al hombre que encargaba los trabajos a Kelly, Reese rescata a la hija de Kelly del grupo de ladrones y el agente de la interpol recupera la Biblia, aunque también detiene a Kelly, ya que, a pesar de todo, ha cometido muchos delitos.
Sin embargo, al final, el agente Buchard termina "apidándose" de Kelly y le deja la llave de las esposas encima de la mesa cuando termina de interrogarla, para que pueda escapar.
El episodio ha estado bien, aunque me ha resultado un poco aburrido. El caso de la semana me ha parecido bastante predecible tanto en lo referente a las motivaciones de la ladrona como en su resolución final.
Me ha gustado ver a todo el equipo junto en la misma habitación y trabajando juntos en el caso. Además esta semana hemos podido ver a Fuscoe, lo que siempre es de agradecer. Sin embargo, he echado de menos a Carter bastante durante todo el episodio y la última escena,con Reese diciendo que no están todos, que falta uno, sirviendo un vaso de whisky extra me ha parecido bastante triste.
LO MEJOR: Todo el equipo trabajando junto
LO PEOR: El caso de la semana me ha resultado aburrido, la ausencia de Carter se sigue notando mucho
PUNTUACIÓN: 8/10
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