(contiene spoilers)
Buen episodio (aunque no especialmente destacable) de Elementary esta semana.
Como casi siempre, ha tenido un caso de la semana interesante (aunque con una motivación del asesino un tanto cogida por los pelos) y además nos hemos enterado de algún detalle adicional de la vida familiar de Joan. Además se confirma que la vida sexual de Sherlock es muy muy activa.
El episodio empieza con Joan leyendo un cartel colgado en la puerta de la habitación de Sherlock, y que es la versión de Sherlock del "No molestar", aunque un tanto más gráfico ya que incluye la palabra coito. Por lo visto, las últimas semanas, Sherlock ha aumentado drásticamente su actividad sexual y Joan se ha acostumbrado a prepararles café por la mañana a todas sus conquistas.
El caso de la semana se centra en el asesinato de una bailarina de una producción teatral. La principal sospechosa es una gran bailarina, Iris, una diva bastante desagradable a la que la chica asesinada podía hacer sombra. El arma del crímen es un abre cartas que pertenecía a Iris, con el que el asesino le cortó el cuello a la víctima antes de partirla por la mitad y dejarla en el teatro para que cayera cuando comenzaran los ensayos de la representación.
Sherlock es un admirador de Iris y está convencido de su inocencia. De hecho, llega al extremo de acostarse con ella para confirmar que una lesión en el hombro le hubiera impedido cometer el asesinato (no tenía la fuerza suficiente para partir a la víctima por la mitad.
Sin embargo, las pruebas contra la bailarina empiezan a acumularse, ya que en un nuevo giro de la trama, nos enteramos de que la víctima e Iris eran amantes (Iris la había seducido con el objetivo de convencerla de que no le quitara el personaje protagonista en la obra que el autor pretendía dar a la víctima en lugar de a Iris) y la víctima amenazó con dejar a Iris, provocando que ésta dejara en el contestador de su móvil un mensaje amenazante.
Pero Sherlock sigue sin estar convencido y termina descubriendo la verdad. Iris, efectivamente no asesinó a la víctima. Fue su abogado el que, al enterarse de que ambas mujeres eran amantes (la víctima fue a pedirle consejo legal frente a las amenazas de Iris) decidió sacar partido a la situación. Si la chica moría e Iris era acusada de su asesinato, se trataría de un juicio muy mediático y el podría ganar muchísimo dinero.
Por ello, llamó a la víctima para que fuera a su despacho. Desde allí llamaron al teléfono de Iris y grabaron la conversación con ésta amenazándola. Anteriormente, el abogado había cogido el abre cartas del camerino de Iris y con éste mató a la chica, desmembrándola posteriormente y dejándola en el teatro para que fuera encontrada.
En paralelo Joan conduce su propia investigación. Joan trabaja como voluntaria en albergues para gente sin techo y una de las personas a las que ayuda (con historial de problemas mentales) ha acabado en el hospital, de donde llaman a Joan porque el hombre ha dado su nombre. Este hombre está obsesionado con encontrar a un amigo suyo, un hombre sin techo como él, al que lleva tiempo sin ver.
Aunque en el hospital piensan que es la enfermedad mental la que habla, Joan le cree y comienza a buscar a su amigo, que resulta ser un veterano de la guerra de Afganistán que acabó en la calle tras sufrir un episodio de stress post-traumático a la vuelta de la guerra.
Joan va a investigar la calle donde vieron al hombre por última vez, teniendo una discusión con una mujer. Esta mujer afirma ser su hermana. Sin embargo, al final, Joan descubre que esta mujer y su marido, habían secuestrado a varios hombres sin hogar, veteranos de guerra, para cobrar sus pensiones. Joan consigue que liberen a estas personas.
Preguntada por Sherlock ante su interés por el caso, Joan le termina confesando que su padre biológico (que les abandonó cuando Joan tenía tres años), era también un enfermo mental y estaba viviendo en la calle. De ahí que Joan decidiera trabajar como voluntaria, para poder tenerle más o menos controlado.
El episodio ha estado bien, aunque como comentaba, tampoco ha sido especialmente brillante. La parte que más me ha gustado ha sido la de Joan y la gente sin hogar. Me ha parecido una bonita historia y una forma de demostrar lo humana que es Joan.
La vida sexual de Sherlock me interesa bastante poco la verdad. Entre la semana pasada y su comentario de "No soy gay" y esta con un montón de mujeres entrando y saliendo de su habitación parece que están intentando dejar bien claro que Sherlock es heterosexual y tiene una vida sexual muy activa. Algo que ya nos podíamos imaginar por otra parte con todo el asunto de Moriarty/Irene Adler.
El caso no ha estado mal, pero tampoco me ha entusiasmado, la verdad.
LO MEJOR: Joan y su trama con la gente sin hogar
LO PEOR: El caso ha sido un poco insulso
PUNTUACIÓN: 7.5/10
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