Sleepy Hollow no será la mejor serie estrenada este año (ese honor probablemente se lo lleven True Detective o Masters of Sex, series que tengo pendientes de ver), pero desde luego es una de las más entrenidas, sino la que más.
El argumento ya lo he comentado en algún otro momento y se ha ido complicando a medida que avanzaba la trama.
Ichabod Crane (Tom Mison), un soldado inglés que se unió a la causa americana durante la guerra de la independencia y que "en teoría" falleció en batalla tras eliminar al miembro más letal del ejército inglés, despierta 200 años más tarde en un pueblo de Estados Unidos, Sleepy Hollow. Su misión es evitar la llegada del apocalipsis, para lo que contará con la ayuda de la teniente de policía Abby Mills (Nicole Beharie).
Si te gustan las historias de misterio, demonios, aquelarres de brujas, logias masónicas y no esperas ver "Los Soprano" es muy probable que la serie te guste.
El único punto negativo que le veo a la serie desde el punto de vista argumental es la historia de Ichabod y su mujer, Katrina. No se si es porque se ha contado a través de flashback y en realidad no hemos tenido la oportunidad de ver a Katrina interaccionando con otros personajes en tiempo real (o porque la actriz no es especialmente buena)
Partiendo de unas pretensiones muy bajas y una vez concluidos los 13 capítulos de los que ha contado su primera temporada, se pueden sacar algunas conclusiones.
- La elección de los actores y la química entre ellos (sobre todo entre los protagonistas) es fundamental para que una serie alcance sus objetivos. En este caso la elección del británico Tom Mison y de Nicole Beharie ha resultado un acierto total, tanto por la química que tienen entre ellos como por la fuerza que le infunden a sus personajes. Es evidente que una serie puede funcionar bien aunque la elección de los actores no haya sido la correcta (en este caso es muy sangrante el ejemplo de The Blacklist donde James Spader se come a la inexpresiva Megan Boone), pero no suele ser lo normal. Tom Mison y Nicole Beharie están absolutamente estupendos y aportan muchísimo a sus personajes.
- Buenos personajes secundarios y desarrollo coherente de los mismos. Tras un inicio titubeante en este aspecto, a medida que han pasado los episodios los personajes secundarios (el capitán Irving, Jenny Mills, Henry Parrish) han adquirido mayor protagonismo, se han ido definiendo mejor y sus historias han pasado a ser casi tan interesantes como las de los protagonistas. La única excepción a esto es el personaje de Katrina Crane (Katia Winter), pero me esperaré a juzgar tanto al personaje como a la actriz hasta que pueda interaccionar con el resto de personajes, cosa que no ha podido hacer hasta el momento por las circunstancias de su personaje. También es posible que una serie con personajes secundarios sin desarrollar o poco interesantes (otra vez The Blacklist, Marvel's Agents of Shield) puedan resultar exitosas. Pero en caso de duda, mejor tener buenos secundarios de apoyo.
- Buenos efectos especiales, diseño de vestuario, dirección y una secuencia de títulos de crédito bastante efectiva.
Desde luego, para pasar un buen rato es una serie muy recomendable. Eso si, que nadie espere ver una obra maestra de la televisión porque no lo es.
Atención a la secuencia de títulos de crédito porque está muy conseguida.
LO MEJOR: Tom Mison, Nicole Beharie, la quimica Ichabod/Abby
LO PEOR: Katrina Crane y todo lo que rodea a su personaje
PUNTUACIÓN: 7.5/10
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