domingo, 8 de enero de 2017

BONES 12X01 THE HOPE IN THE HORROR


(contiene spoilers)

Buen episodio de Bones para comenzar su duodécima y última temporada, ya que aunque la resolución del caso del marionetista ha resultado un tanto bluff, el volver a ver a Zach y que éste haya quedado más o menos redimido, ha merecido la pena.

Eso si, Hodgins me ha dado mucha, mucha penita.

El episodio empieza donde terminó la temporada anterior, con Bones siendo secuestrada por Zach, aunque esto en realidad no es lo que parece ya que el objetivo de Zach es que Brennan le administre una dósis de pentatol sódico (el suero de la verdad) para demostrar que él no es el marionetista que ha estado cometiendo asesinatos.

Gracias a un método bastante ingenioso ideado por Hodgins, el equipo descubre el itinerario que hicieron Zach y Brennan por el Smithsonian y también terminarán dando con el lugar en el que se encuentran ambos.

Por cierto, que en este episodio, y gracias al psiquiatra que trata a Zach, también nos enteramos de que Sweets estuvo visitando de forma regular a Zach en el psiquiátrico y que el enterarse de su muerte le afectó mucho, volviéndose aún más retraído.

Una vez en la sala de interrogatorios, Zach sigue jurando y perjurando que él no es el asesino y se las terminará apañando para que le dejen ayudar a Brennan a revisar las pruebas del caso, aunque el resultado no es el que él esperaba ya que ambos concluyen sin lugar a dudas de que Zach es el asesino (las muertes coinciden con periodos de tiempo en los que Zach ha tenido lagunas).

Este descubrimiento hace que el propio Zach les pida que le devuelvan al psiquiátrico y esta vez le pongan en el ala de máxima seguridad.

Sin embargo, y por sorprendente que parezca, es Booth y no Brennan quien no termina de ver claro que Zach sea al asesino (cuando hasta ahora había sido ella la que abogaba por la inocencia de Zach).

Esto hará que Brennan y Wendell decidan echar un nuevo vistazo a la escena del crimen, donde encontrarán un cuerpo más detrás de una pared, bueno, más bien medio, ya que sólamente se conserva la mitad superior del esqueleto. El análisis que lleva a cabo el equipo dará como resultado que esa víctima tenía un hermano gemelo.

Además, el cuerpo data de quince años atrás, lo que hace imposible que Zach, por edad, pueda ser el asesino. Finalmente, la reconstrucción facial llevada a cabo por Angela a partir del cráneo de la víctima, hará que el equipo descubra que el asesino es el psiquiatra que atiende a Zach en el hospital (su primera víctima había sido su hermano gemelo).

Booth llegará justo a tiempo para evitar que el psiquiatra mate a Zach inyectándole algo que tenía toda la pinta de que le hubiera matado al instante.

Por cierto, que Zach por fin les confesará a Booth y Brennan que él no mató a nadie (tal y como le dijo a Sweets). No lo había dicho antes porque siempre tuvo la sensación de que si Gormogón se lo hubiera pedido, él hubiera matado, pero al verse incapaz de hacerlo durante con el forcejeo con el psiquiatra a pesar de estar en peligro su propia vida, se dio cuenta de que no era un asesino.

Booth y Brennan le prometen que harán lo posible para que se revise su caso a la vista de las nuevas evidencias.

Por otro lado, y también relacionado con Zach, nos enteramos de que llevaba tiempo hackeando las cuentas de correo de los miembros del equipo y que se había hecho pasar por una eminencia científica que era la última esperanza de Hodgins  para volver a caminar y con el que se había estado intercambiando correos.

Zach le dice a Hodgins que lo hizo porque pensaba que la esperanza era algo que ayudaba mucho en la recuperación de los pacientes pero que sus estudios le habían dicho que era muy poco probable, por no decir imposible, que volviera a caminar.

El episodio me ha gustado mucho porque han conseguido limpiar  la imagen de Zach (todo el asunto de Gormogón ha sido una de las peores tramas que se han hecho en esta serie y siempre me quedó un mal sabor de boca con lo que habían hecho con su personaje) y verle interactuar con Brennan siempre es muy entretenido.

Además, el becario de la semana ha sido Wendell, sin duda el mejor ayudante que ha tenido Brennan después de Zach, lo que también le da puntos positivos a este episodio. La escena en la que él y Brennan encuentran el cuerpo emparedado ha estado muy chula.

Por otro lado, me ha gustado mucho ver cómo Booth, al que Zach nunca le cayó especialmente bien (y el sentimiento era mutuo) ha sido quien finalmente ha creido que Zach era inocente y también que haya sido precisamente él quien le ha salvado.

Además, me ha encantado ver cómo Zach se ha dado cuenta de que él no es un asesino y ha sido esto lo que ha hecho que por fin haya confesado que no ha matado a nadie. Y también que haya intentado ayudar a Hodgins, dándole esperanzas aunque fuera por poco tiempo.

Da mucha pena que Hodgins no vaya a volver a andar, pero al menos la trama está resultando realista y no se han sacado de la manga una solución milagrosa para que vuelva a andar (por lo menos todavía).

Esperemos que los episodios que quedan de temporada (y de serie) sigan este buen nivel. Me va a dar mucha pena ver terminar esta serie porque a pesar de llevar tantas temporadas, sigue siendo de lo más entretenida.

LO MEJOR: Que Zach haya quedado parcialmente rehabilitado

LO PEOR: Por muy realista que sea, ver que Hodgins no va a volver a andar da mucha penita

PUNTUACIÓN: 9.5/10

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