miércoles, 6 de abril de 2016

ALLI ABAJO 2X08 ESPOSADO



(contiene spoilers)

Muy buen episodio de "Allí Abajo", una semana más, confirmando que definitivamente la serie ha remontado después de un inicio un tanto flojo. Además, se produjo el milagro, esta semana no me ha molestado Antonio demasiado y el truco estaba en emparejarlo con Maritxu.

En otro orden de cosas, cada vez soy más fan de póster de Rober (es que no me puedo reir más con sus salidas) y Carmen e Iñaki continúan en su línea de monosidad absoluta.

El episodio empieza donde terminó el anterior, con todos descubriendo que en realidad Carmen e Iñaki no están casados y a punto de darles un parraque (sobre todo a Antonio y a Maritxu).

Carmen e Iñaki van a buscar a Dolores para que les acompañe a ver a su cuñado el notario, Leandro, pero cuando están en su despacho y Leandro les está diciendo que no se preocupen que él arregla esto en un santiamén ya que sólo hay que modificar las escrituras, al pobre hombre le da un ictus y se lo tienen que llevar al hospital.

Leandro no tiene pinta de despertar pronto a pesar de que todo el mundo, sobre todo Maritxu y Antonio, se mete en su habitación (eso parece el metro en hora punta) y se dedica a perseguir a Rober durante todo el episodio para que les de avances de su estado, con el consiguiente cabreo de Rober (que va aumentando a lo largo del episodio y que hace que nos deje frases memorables como lo de "la vasca de hierro y Harry el Sucio". En serio, Rober mola un montón).

Total, que como lo de Leandro parece ir para largo, Iñaki y Carmen deciden poner en marcha el plan B que consiste en encontrar a la rusa, Paulova y que el notario de don Benjumea (que el pobre se ofrece a ayudarles, más majo don Benjumea a pesar de su acento raruno), cambie las escrituras.

Encontrar a Paulova es relativamente sencillo ya que la secretaria de Leandro les da su dirección. Sin embargo, lo del cambio de las escrituras termina siendo un poco más complicado de lo que en un principio se pensaba (vamos, lo normal en esta serie) ya que Paulova, que en principio no tiene problemas en hacer el cambio, le pide un favor a Iñaki al que éste no puede negarse.

Resulta que Paulova tiene cuatro hijos a los que quiere traerse a España, algo que sería mucho más fácil si tuviera papeles. La casualidad ha hecho que el funcionario que está revisando su petición se ponga en contacto con ella esa mañana y claro, si está casada con un español, todo resultaría más fácil. Es por esto que Paulova le pide a Iñaki que aplacen lo del cambio de las escrituras hasta el día siguiente después de la visita del funcionario.

Cuando Iñaki le explica a Carmen lo que pasa, ella también se apuntará a ayudar a Paulova, aunque eso si, intentando que ni Antonio ni Maritxu se enteren de todo el asunto. Pero claro, éstos se terminarán enterando y la escena de la visita del funcionario al piso de Carmen, resulta ser la risa. Con Antonio y Maritxu haciéndose pasar por los padres de Iñaki y Carmen espiando desde la ventana de Luci primero y desde la cocina del piso después.

Pero como les toca el funcionario más empanado que debe haber en Sevilla, el hombre se lo cree todo (y hay que estar muy, muy en la parra para créerselo) y le dice a Paulova que le van a conceder los papeles.

Finalmente, esta trama termina con Iñaki dejando de estar legalmente con Paulova y con don Benjumea diciéndoles a Carmen e Iñaki que les va a prestar su cortijo para celebrar su boda, aunque claro, aquí tenemos otro problema, porque el cortijo en cuestión no está ni en Cádiz ni en San Sebastián. Lios varios en 3, 2, 1..

En otro orden de cosas, Trini está un poco de los nervios porque Elena no ha firmado todavía el contrato para trabajar de forma permanente en el bar de Iñaki, a pesar de que éste se lo ha ofrecido porque está muy contento con ella.

Trini va a hablar con Elena y ésta le dice que se está aburriendo como una ostra, que no va a firmar el contrato y que se va a ir a vivir a una comuna hippy en Cadiz.

Esto horroriza a Trini, que recluta a Jozé para que la ayude a convencer a Elena para que acepte el trabajo que le ofrece Iñaki. Según Trini, se ha dado cuenta de que Jozé y Elena pasan mucho tiempo juntos y como Jozé es una persona que está intentando progresar en la vida estudiando y trabajando al mismo tiempo, quiere que le explique a Elena lo que eso le está aportando a él para convencer a su hermana de que por fin siente la cabeza.

El problema es que, como siempre, a Jozé las cosas le saldrán regular y después de acompañar a Elena a una de sus manifestaciones/reivindicaciones, vuelve a la clínica colocado (de hecho se pasa medio episodio teniendo alucinacines), algo de lo que se da cuenta Trini cuando Jozé intenta besarla. Esto, unido a que Jozé no ha tenido ningún éxito en hacer cambiar de opinión a Elena, hace que Trini le despida.

Cuando gracias a Rafi (que es el bocazas oficial de la serie y más cuando no está su mujer presente) Elena se entera de que Trini ha despedido a Jozé, va a hablar con su hermana para pedirle explicaciones.

Trini le cuenta a su hermana que le ha despedido por ir drogado al trabajo y por no cumplir con lo que ella le había ordenado que hiciera, que enseguida Elena deducirá que era intentar convencerla para que se quedara.

Elena le dice a Trini que Jozé ni siquiera fumó y que se puso así por el humo de la gente que estaba fumando alrededor suyo. Además, Jozé realmente intentó hacer lo que Trini le había dicho que hiciera y le estuvo contando las bondades de tener un trabajo estable unas cuantas veces.

Esto hace que Trini se arrepienta un poco pero aprovecha la coyuntura para chantajear un poco a su hermana diciéndole que ella le devolverá su trabajo a Jozé si Elena acepta la oferta de Iñaki.

Lógicamente Elena terminará aceptando y la tomará con Jozé que el pobre no sabe lo que ha hecho para que Elena le tenga tanta manía.


Por otro lado, en San Sebastián, Bego sigue convencida de que Sabino tiene una aventura y le encarga a los de la cuadrilla (primero a Antxón y Peio y más tarde a Koldo, al que en este episodio vemos un rato por San Sebastián), que averigüen todo lo que puedan sobre el asunto.

Pero claro, la cuadrilla es la cuadrilla y terminan malinterpretando a Sabino y de verdad se creen que tiene una aventura. En serio, ¿cómo alguien se puede creer que el adorable Sabino podría engañar a su Bego?

La cosa se torcerá aún más cuando Maritxu vuelva de Sevilla, Sabino le de el colgante que le regaló don Benjumea y Bego se lo vea puesto. La verdad es que esto tiene muy mala pinta...

El episodio me ha gustado mucho. Me he reído un montón con prácticamente todo el mundo y hasta el padre de Carmen no me ha molestado tanto como otros días. El efecto Maritxu ha sido muy beneficioso para él.

De hecho, el tandem Antonio/Maritxu ha funcionado sorprendentemente bien y no me importaría volver a verlo pronto (eso si, a Antonio solo que lo dejen descansar).

Además, la trama sevillana ha empezado a equipararse con la trama vasca (que también hay que reconocer que desde que la cuadrilla está, nunca mejor dicho, en cuadro, ha perdido un poco) en cuanto a risas y eso hace que la serie esté bastante más equilibrada.

Iñaki y Carmen han estado monísimos juntos y por separado. Hay que ver lo adorable que es Iñaki y lo que gana el personaje de Carmen cuando disminuye grados de intensidad y se muestra más accesible.

A Rober y a Rafi tendrían que hacerles un monumento. Es que cada vez que abren la boca uno se parte de risa. A Dolores también la podríamos incluir en este grupo.

Las caras de Rober y las frases que suelta cada dos por tres no pueden ser más geniales. Qué gran villano desastroso tiene esta serie en él.

Por cierto, muy fan de que Isabel haya salido tan poco en el episodio. Además lo poco que ha salido tampoco me ha disgustado. Isabel es uno de esos personajes que funciona.

Espero que el malentendido entre Bego y Sabino se resuelva pronto porque no me gusta nada verlos así. Con lo monos que son, cuando están bien.

Como único punto negativo del episodio tengo que decir que lo de Jozé y Elena no lo veo. Entre otras cosas porque no le encuentro la gracia a Elena como personaje en ningún sitio. Además, no la veo ninguna química con Jozé. Eso si, Trini ha vuelto a demostrar que es una gran pseudovillana y que merecería tener más protagonismo porque Noemí Ruiz borda su personaje.

Por otro lado, don Benjumea sigue siendo un amor de hombre y me ha parecido precioso el detalle de ofrecerles su cortijo a Iñaki y Carmen para que se casen allí.

LO MEJOR: Lo divertido que ha sido todo

LO PEOR: La trama de Jozé y Elena me sobra bastante

PUNTUACIÓN: 9.5/10

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