CASTLE 8X17 DEATH WISH

(contiene spoilers)

Muy buen episodio de Castle esta semana, muy del estilo de los de las primeras temporadas: ligero, entretenido y con un Castle convencido de la existencia de genios como los de las películas en el mundo (algo que, reconozcámoslo, le pega mucho mucho).

El caso de la semana se centra en el asesinato de un hombre llamado Lars, del que se sospecha que se dedicaba a pasar objetos antiguos de contrabando desde Turquía, trabajo que había aceptado para pagar la deuda que mantenía con su ex-novio, al que se consideró, en un primer momento, como el principal sospechoso de su asesinato.

Por cierto, el método que el asesino utilizó para matar a Lars fue bastante siniestro, ya que le decapitó con una cimitarra después de haberle torturado.

Sin embargo, una vez confirmado que el ex novio tenía coartada para el momento del crímen, el equipo deberá cambiar la línea de investigación, que pasará a centrarse en gente poco recomendable del mercado negro de antigüedades cuando el equipo descubre que lo que Lars había encontrado en Turquía era la tumba del Rey Salomón.

A todas estas, Castle está convencido de que a Lars le mataron porque en la tumba encontró una lámpara con genio incorporado y el asesino quería hacerse con él. Teoría que afianza cuando cada dos por tres se encuentra a una mujer rubia que siempre aparece en el momento justo para ayudarle cuando está en problemas.

Aunque claro, lógicamente la mujer rubia no resulta ser un genio sino una "solucionadora de problemas" contratada por la persona que encargó el trabajo a Lars (un filántropo millonario que quería preservar los objetos de la tumba del Rey Salomón de las guerras de la zona) para ayudar a éste a llevar los objetos a Estados Unidos desde las sombras.

Finalmente, la asesina, tanto de Lars como de uno de sus contactos, resultará ser una profesora universitaria muy prestigiosa, que llevaba quince años intentando encontrar la tumba del Rey Salomón y a la que le había sentado muy mal descubrir que alguien como Lars la hubiera encontrado, cuando éste le fue a consultar por su descubrimiento.

En otro orden de cosas, Ryan se pasa medio episodio protestando de los antojos y los cambios de humor de Jenny en la recta final de su embarazo. Vamos que el pobre está deseando que nazca su hijo para que el humor de Jenny mejore o por lo menos pueda no dormir por un motivo real (que su hijo llore) y no porque Jenny le despierta para que se solidarice con ella cuando no puede dormir.

Sin embargo, se llevará un buen susto cuando, una vez que Jenny se pone de parto, éste se complica más de la cuenta.

Por suerte, la cosa acabará bien ya y el episodio terminará con Ryan informando a Castle, Beckett, Espósito y Lainey (que habían acudido corriendo al hospital al enterarse de las dificultades del parto), de que su segundo hijo ha nacido y que tanto la madre como el bebé se encuentran en perfectas condiciones. Además, Espósito se llevará una alegría cuando Ryan le informe de que el segundo nombre del bebé será Javier, en honor a su compañero.

El episodio, al igual que el de la semana pasada, me ha gustado mucho porque me ha recordado a los episodios que hicieron que me enamorara de esta serie.

Misterio entretenido y con un asesino bastante sorprendente, Castle haciendo de las suyas (verle completamente convencido de la existencia de los genios y contárselo a todo aquel que quisiera oirle, no ha tenido precio) y Castle y Beckett interaccionando bastante y mostrando afecto el uno por el otro (muy fan de la escena en la que Martha les interrumpe en plena acción).

Eso si, Alexis me ha resultado tan cargante como siempre. Hay que ver lo repelente que ha terminado siendo cuando ha crecido.

Episodios como éste hacen que me reafirme en mi teoría de que esta serie funciona mejor en un tono ligero que cuando se ponen intensos y les da por tratar teorías de la conspiración varias.

Supongo que en breve volverán con el tema de Locksat aunque personalmente esa perspectiva me causa bastante pereza.

LO MEJOR: El tono del episodio, reminiscente de las primeras temporadas

LO PEOR: Poca cosa. Quizá he echado de menos que Lainey apareciera más

PUNTUACIÓN: 9.5/10