martes, 15 de marzo de 2016

EL MINISTERIO DEL TIEMPO 2X05 UN VIRUS DE OTRO TIEMPO


(contiene spoilers)

Buen episodio de "El Ministerio del Tiempo" esta semana, aunque tengo que reconocer que se me ha hecho un pelín pesado y no me ha gustado tanto como otros, aunque me han encantado la idea de la cuarentena, las puyas a los políticos, a las farmaceúticas, a la OMS y también los flashbacks.

El episodio empieza con Irene en la Barcelona de 1918 ayudando a una mujer gitana (que es Elena Furiase aunque no se la ve muy bien porque todo está muy oscuro) en un parto. Irene no sabe muy bien lo que está haciendo pero el médico que va con ella no puede acercarse a la mujer debido a las costumbres gitanas (la mujer que acompaña a Elena Furiase en el parto está a punto de atizar al médico por intentar acercarse).

Irene lo está pasando fatal porque además de la dificultad del parto no parece encontrarse muy bien y no para de toser. Finalmente, la mujer dará a luz a una niña llamada Carmen (Carmen Amaya la famosa bailaora) pero enseguida nos daremos cuenta que lo de Irene pinta mal.

Y tan mal que pinta porque se ha contagiado de gripe española, una enfermedad que mató a muchos millones de personas después de la Primera Guerra Mundial (más o menos el 20 por ciento de todos los que se infectaron).

Vargas, el médico que la acompañaba, la deja en 1918 porque no quiere arriesgarse a que la enfermedad (que está erradicada en la actualidad) pueda ser llevada hasta nuestros días y contagiar a más gente.

Sin embargo Susana Torres, demostrando una falta de profesionalidad bastante alarmante al dejar que sus sentimientos por Irene influyeran en su decisión, decide hacer caso omiso de las recomendaciones de Vargas (que por lo visto es una eminencia que salvó a un rey  de morir en uno de los atentados que sufrió) y traerse a Irene a la actualidad.

Y claro, se lía muy, muy parda, porque en una trama que recuerda bastante al contagio del ébola en un hospital de Madrid hace unos años, uno de los enfermeros se contagia al quitarse el traje de seguridad. En el caso del ébola nadie más se contagió pero en la serie caen unos cuantos entre ellos Velázquez, Alonso y Germán el conserje.

Lo bueno es que enseguida se dan cuenta de que el enfermero se ha contagiado e instauran una cuarentena en el Ministerio que sella todas las puertas  y evita que Pacino, Alonso y Amelia vayan a la misión que Torres les había encomendado y que consistía en localizar una partida de pescaíto frito en mal estado en la Sevilla de 1991.

Y vale, suena un tanto ridículo (y las pintas de nuestros protas ya ni te cuento) pero todo tiene su explicación ya que si hubiera habido intoxicaciones por esta causa, el éxito de la Exposición Universal de 1992 hubiera podido estar en entredicho.

Aunque, al menos Alonso, Pacino y Amelia se evitan el quedar atrapados durante los cuarenta días que dura la cuarentena en la Sevilla de 1991. Algo que por otro lado no habría sido tan malo ya que otros no han tenido tanta suerte. Por ejemplo Mariano y Pepe dos funcionarios que estaban restaurando las pinturas de Altamira se quedan atrapados en el Paleolítico superior (pasando todo el frío que ello implica). Eso si, esto les permite empezar lo que parece una bonita historia de amor según el recuerdo que hemos visto que han dejado en la cueva (Mariano loves Pepe).

Al declararse la cuarentena vemos cómo Susana manda reunir a todos los funcionarios presentes en ese momento en el ministerio en el claustro para informarles de lo que está pasando (ellos todavía no saben nada de una cuarentena e incluso un iluso piensa que van a anunciar que les devuelven la paga extra) y allí empiezan a aparecer los primeros contagiados.

Velázquez cae desplomado y Germán y Alonso no parecen estar mucho mejor aunque no llegan a desmayarse. Todos ellos son llevados a la enfermería donde están Irene y el enfermero y la verdad es que la situación parece bastante crítica.

No tienen ni medios ni personal suficiente. De hecho, Angustias se ofrece voluntaria para atender a los enfermos (aunque el hecho de que no se contagie sólo llevando una mascarilla es un poco de aquella manera. Venga va, aceptamos pulpo como animal de compañía).

A todas estas, Ernesto está enfadado no, lo siguiente, afirmando que él no reconoce más autoridad que la de Salvador, pasándole información a éste bajo cuerda y despotricando contra los políticos incompetentes siempre que tiene ocasión. De paso nos enteramos como nota informativa que Ernesto sobrevivió a tres epidemias de peste (vamos que si eso no lo mató, una gripe no va a poder con él o por lo menos eso cree cuando se encuentra a María Pita, recien reclutada y también contagiada y se la lleva él mismo a la enfermería desestimando la preocupación de Pacino y Amelia sobre que él también pueda contagiarse).

Pero pasarle información al Boss (porque Salvador sigue siendo el jefe diga la Torres lo que quiera) tiene sus ventajas, como que Salvador llame a su viejo amigo Gregorio Marañón para que se ponga en contacto con Ernesto (y de paso con Amelia y Pacino que están con él) para darles información de primera mano acerca de la epidemia y de su experiencia con ella (Marañón participó en el equipo que se creó para luchar contra ella).

Sin embargo Marañón no puede darles buenas noticias. Lucharon muy duro para intentar erradicar la epidemia pero no fueron capaces de hacerlo. Simplemente, de repente desapareció sin más. Aunque él cree recordar que una farmaceútica alemana siguio con las investigaciones.

En otro orden de cosas, en un momento dado y aprovechando que se ha quedado sólo en la enfermería con los enfermos, vemos a Vargas extraer sangre a uno de ellos y guardarse el vial en el bolsillo de la bata. Alonso en su delirio se asusta  al pensar que les van a sangrar pero Vargas le manda callar enseguida antes de que nadie pueda oirle. Definitivamente todo esto es un poco raro.

Y más raro que resultará cuando Vargas se enfade muchísimo al chocarse con Amelia y ver cómo se le rompe el vial dentro de la bata (y éste tampoco se contagia a pesar de que Alonso y compañía se contagiaron en la cafetería. Segundo aceptemos pulpo como animal de compañía). A pesar de que Vargas lo intenta camuflar como un bolígrafo perdiendo tinta, Pacino se ha dado cuenta de que algo pasa (porque a estas alturas ya sabemos que Pacino es muyyyyyyyyyy listo).

Pacino va a hablar con Ernesto para exponerle sus sospechas (vamos, que el médico va a vender la cepa del virus a una farmaceútica) y esto unido a la vehemencia de Vargas por pedir nuevos antivirales y a que el nombre de la empresa farmaceútica que los va a suministrar coindida con el apellido de la mujer que Marañón les dijo que siguió con las investigaciones sobre la enfermedad, hace que Ernesto hable con Vargas para exponerle lo que creen que ha hecho.

Vargas lo admitirá todo. Su objetivo era que si se producía una expansión de la enfermedad fuera del Ministerio, hubiera sido posible preparar una cura. Si además, él podía sacar tajada de esto, mejor que mejor. Como Vargas le dice a Ernesto, él cobra un sueldo bajo y se está jugando la vida y cuando se jubile cobrará una pensión baja. Mientras tanto, Susana Torres gana un sueldazo, con coche y secretaria y cuando se jubile le quedará la máxima pensión y todo y eso sin ni siquiera saber quién es Maria Pita (y dirige un ministerio relacionado con la Historia).

Pero como sabemos, y Vargas también, Ernesto es inflexible en cuanto a romper las reglas por lo que a Vargas le espera una bonita celda en el castillo de Loarre, aunque a Vargas no parece importarle, entre otras cosas porque le ha descubierto alguien a quien admira y respeta y no una petarda como la Torres.

De todas formas, más adelante veremos cómo Ernesto se salta por primera vez sus reglas y en lugar de mandarle a Loarre, permite a Vargas irse a la Córdoba del siglo XII para trabajar con Maimonides (uno de sus ídolos).

Total, que una vez confirmado el hecho de que el virus ha salido fuera del ministerio, Ernesto hace que Pacino y Amelia se salten la cuarentena (esto también es un poquito de aquella manera porque si hubieran estado infectados se habría podido liar muy gorda) para que vayan a los laboratorios donde la farmaceútica guarda las cepas del virus y las destruyan.

Una vez en los laboratorios, Amelia, que se ha dedicado a leer como una loca por internet acerca del virus antes de ir a la misión (como no podía ser de otra manera), le cuenta a Pacino que para destruir el virus lo único que tienen que hacer es sacarlo de la nevera en la que lo guardan (y allí ven que hay como seis o siete viales. Desde luego, Vargas no ha perdido el tiempo), subir la calefacción y dejar al virus expuesto a altas temperuras.

Vamos, que no hace falta que Pacino destruya nada que era claramente lo que quería hacer (Pacino es muy listo y avispado pero también es casi igual de bruto que Alonso). Por cierto, que el aumento de la calefacción provoca que Pacino empiece a perder capas de ropa, algo que a Amelia le da bastante vergüenza en un principio pero que luego empieza a apreciar (muy fan de Pacino en camiseta de tirantes blanca. Ya podían Olivares y compañía hacerle un homenaje de verdad a La Jungla de Cristal y ponernos a Pacino de esta guisa durante un capítulo entero. Amelia seguro que lo agradecía, y nosotros también, las cosas como son).

Total, que una vez el virus ha sido destruido y Pacino y Amelia salen de los laboratorios, tenemos un momento que se llevaba viendo venir desde hace un par de capítulos y sobre todo después de toda la escena de la calefacción y es que Pacino se viene arriba espoleado por su victoria en los laboratorios y una luminosidad propicia y besa a Amelia, que pasada la sorpresa inicial, le termina arreando un bofetón bastante curioso (me ha hecho daño hasta a mi de como ha sonado), aunque una vez que el beso ha terminado (nota destacable).

Por otro lado, vemos que después de que el enfermero contagiado fallezca,  los antivirales que le ha proporcionado a Vargas la compañía farmaceútica hacen su efecto y los enfermos empiezan poco a poco a mejorar.

Antes, cuando se encontraban realmente mal (a Germán incluso le tienen que hacer una traqueotomía), los guionistas nos han dado un momento Lost muy interesante y es que los distintos personajes más o menos conocido han tenido flashbacks de su vida.

De esta forma, nos muestran la difícil relación que tuvo Velázquez con su maestro Pacheco (con el que entró de aprendiz a los 12 años), ultra exigente con él y que le llegó a hacer dudar de si de verdad valía para ser pintor.  Velázquez le tenía tanto miedo a Pacheco que incluso se presentó a sus espaldas a un concurso de pintura que otorgaba la entrada en la corte. Pero para horror de Velázquez, Pacheco resultó ser uno de los jueces y cuando Velázquez ya daba el concurso por perdido se llevó una grata sorpresa no sólo al ser elegido sino al serlo gracias a la insistencia de su maestro.

También descubrimos el inicio de la relación entre Blanca y Alonso. Ambos eran amigos y compañeros de juegos de niños en Sevilla pero Blanca se tuvo que ir con su familia de la ciudad debido a la escasez de trabajo para su padre. Años más tarde, Blanca volvería a Sevilla para vivir con una prima en el barrio de San Marcos y en el camino se encontraría a Alonso, ya convertido en Alonso, reanudando su relación.

Irene también tiene su flashback, en el que vemos cómo la convenció Susana para que se aliara con ella en su plan para cambiar el Ministerio.

Sin embargo, mi flashback favorito fue el de Germán, con su padre en el hospital escuchando un partido del Atlético de Madrid, en concreto el que podría darles el ascenso a Primera División otra vez.

El padre de Germán piensa que él no va a volver a ver al Atlético jugar en Primera División, digan lo que digan los médicos y por eso quiere aprovechar para decirle a su hijo que le quiere, algo que no ha hecho tan a menudo como le hubiera gustado ya que a los hombres de su generación les educaron para no mostrar sus emociones. Por ello, le dice a su hijo, que no pierda oportunidad de decírselo a sus hijos siempre que pueda, porque no sabe cuando no podrá hacerlo. Es por esto, que ya en el presente, Germán le pide a Angustias un teléfono. Quiere seguir el consejo de su padre por si no vuelve a ver a su hijo. Sin embargo Angustias, con todo el dolor de su corazón, no puede cumplir con su petición ya que están prohibidas las comunicaciones con gente fuera del ministerio.  Este flashback me ha emocionado muchísimo y reconozco que incluso hizo que se me saltaran las lágrimas.

Finalmente, destruido el virus y con los enfermos experimentando una clara mejoría,  nos ponen un cartel que indica que han pasado 38 días y vemos como todo el mundo ya se ha recuperado y los funcionarios que estaban de misión pueden por fin volver (incluidos Mariano y Pepe que descubrimos que los pobres no se han congelado en Altamira).

Ernesto vuelve a quedar con Salvador en el parque (en serio, a Salvador le falta darle de comer a las palomas) para informarle de que todo vuelve a la normalidad e Irene y Susana tienen un momento juntas en el que se ve con bastante claridad que Susana está más interesada en Irene que viceversa (desde luego Irene es pelín rancia y eso que la que parecía que sería la borde de la relación sería Susana..).

El episodio me ha gustado en general, aunque es verdad que no entraría en mi lista de episodios favoritos.

Ha tenido grandes momentos, mucha crítica y una idea de partida muy buena (desde luego a original no le gana nadie a esta serie, bueno ni a eso, ni a arriesgarse a probar todo tipo de géneros).

También me ha gustado que hayan tratado un tema que quizá no sea demasiado conocido por la gente de hoy en día como es la epidemia de gripe española que mató a tantísima gente después de la Primera Guerra Mundial.

Que nos explicaran qué fue lo que pasó, por qué se la llamaba gripe española (muy sorprendida de que se le diera ese nombre porque fuéramos el único pais que informó sobre ello) y que sacaran a colación la participación del doctor Marañón en el equipo de investigación que luchaba para erradicar la epidemia (algo de lo que no tenía ni idea).

Sin embargo, me ha faltado algo para terminar de romper. Creo que el reducir la cuarentena al Ministerio y que se viera a tan pocos infectados le ha quitado sensación de peligro, de urgencia a la epidemia. Vamos, que quizá se podría haber desarrollado mejor porque el concepto de partido era muy bueno.

Por otro lado, lo que más me ha gustado del episodio han sido los flashbacks, pero además de largo. Bonito homenaje a Lost.

Me ha encantado que los guionistas se tomaran el tiempo de ir dándonos información sobre el pasado no sólo de personajes principales como Alonso (preciosa toda su historia de amor con Blanca. Para lo poco que ha salido Blanca, me creo mucho más esta historia que la de Julián/Maite) sino de secundarios como Velázquez (muy interesante sus problemas con su maestro y que fuera éste el que hizo que le eligieran para la Corte) o Germán (mi flashback favorito sin lugar a dudas. Emotivo no, lo siguiente. Vamos, que termiée con la lagrimilla).

Los flashbacks también han servido para mostrarnos que, definitivamente, Susana Torres quiere de verdad a Irene, algo que por otra parte ya había demostrado al empeñarse en traerla al Ministerio infectada provocando la epidemia. De hecho, creo que es evidente que Susana quiere más a Irene que ésta a Susana.

Pienso que la ineptitud de Torres (porque por mucho enchufe de alta tensión que tenga lo de provocar una epidemia tiene que ser castigado de alguna manera o por lo menos hacer que sus jefes pierdan algo de confianza en ella) va a traernos de vuelta a Salvador más pronto que tarde (o por lo menos eso espero y cruzo los dedos para que esto pase). Además, que no veo a Salvador conformándose (entre otras cosas porque se aburre tela) y ya se las apañará de una forma u otra para recuperar su puesto.

En cuanto al Pacino/Amelia, la verdad es que se estaba viendo venir teniendo en cuenta que habían empezado a darnos pequeñas dósis de tensión sexual no resuelta entre ellos desde hace un par de capítulos y está claro que Pacino le hace tilín Amelia.

Que a Amelia le guste Pacino no lo tengo yo tan claro aunque creo que ha empezado a ver la luz después de ver a Pacino sin camisa.

Muy bonita la escena del beso (muy conseguido el juego de luces)  y pedazo de bofetón que se ha llevado el bueno de Pacino, pero eso si, cuando el beso ya había terminado (que no es lista la niña ni nada).

Yo sinceramente prefiero a Amelia con Pacino que con Julián. Por lo menos Pacino no arrastra traumas amorosos y parece que realmente le gusta Amelia. Amelia no seas tonta y hazle caso al guapérrimo y molón Pacino que Julián sólo piensa en Maite.

Por cierto, para no variar, sigo sin querer que vuelva Julián y me va a causar un trauma cuando perdamos a Pacino. Con lo bien que encaja Pacino con el resto de personajes (ahora también puede sumar a Ernesto a esa lista), le voy a echar muchísimo de menos cuando se vaya, sobre todo como Julián vuelva igual de triste y cansino que siempre.

MEJORES FRASES/MOMENTOS
  • Pacino sugieriéndole a Alonso que el agua, y la ducha,  son sus amigas (¡Aprende Rick! Esa es la conversación que tienes que tener con Daryl) y Alonso aduciendo para su falta de higiene que es que el agua abre los poros y atrae a las enfermedades (¿Alonso hablando de poros? Creo que alguien debería racionarle la televisión a este hombre).
  • Amelia dándose cuenta de que Alonso se había perfumado (lo de Alonso debía cantar la traviata) y que no le habían dicho que olía mal para no incomodarle (que considerada).
  • La misión "Requisar pescaito frito en mal estado" y las pintas de Alonso, Amelia y Pacino para ir a la Sevilla de 1991.
  • Alonso diciéndole a Pacino que le gusta más el fornicio que a Lope de Vega después de que Pacino le pida, otra vez, que llegue tarde a casa porque tiene planes (Pacino latin lover).
  • El flashback de Germán con su padre en el hospital
  • Los flashbacks de Alonso y Blanca demostrando que una historia de amor perdido no tiene por qué ser un trauma (si Julián te estoy mirando a ti)
  • Pacino pillando al vuelo que el médico se traía algo turbio entre manos (si es que otra cosa no pero listo, Pacino lo es un rato).
  • Susana Torres diciendo que no hay que ir a Harvard para ponerse un traje de esos (una frase que resume la estupidez suprema de la mayoría de nuestros políticos).
  • Susana Torres no sabiendo quién es María Pita y Ernesto y Vargas a punto del colapso por ello (¿Lo de poner frente a un Ministerio encargado de velar por la historia a alguien que no sabe historia da puntos o algo? )
  • Ernesto clavando la historia de España: sólo ascienden los más inútiles (Qué pena da escuchar algunas verdades).
  • La Altamira Love Story. Muy fan del Mariano loves Pepe
  • Pacino perdiendo ropa. Que le voy a hacer, una es humana y Hugo Silva está muy tremendo, ¿dónde hay que firmar para que se vuelva a quedar a lo John Mclaine en la Jungla de Cristal?.
  • El momento beso/bofetón entre Pacino y Amelia. Me declaro #teamPacino a muerte. Amelia, pasa de Julián que Pacino es más divertido, mola más y no está traumatizado por la muerte de su mujer.
  • Las apariciones de Gregorio Marañón y María Pita y que nos hayan contado parte de su historia.
  • María Pita explicando cómo se prepara el pulpo de manera correcta. Clases de cocina by "El Ministerio del Tiempo"
  • Que para Ernesto el único jefe al que debe obediencia y lealtad sea Salvador y que le pase información  de estrangis para mantenerle informado.
  • Los encuentros entre Ernesto y Salvador en el parque. A Salvador le faltaba ponerse a dar de comer a las palomas para demostrar lo aburrido que está de no hacer nada. ¡¡Salvador vuelve!!
  • La justificación de Vargas a su intento de sacar tajada a la crísis. Tristemente, toda su argumentación resulta ser la cruda realidad.
  • Ernesto saltándose las reglas para evitar que a Vargas le manden al castillo de Loarre
LO MEJOR: Los flashbacks de todos los personajes, especialmente los de Germán y Alonso

LO PEOR: Episodio un tanto lento y que no ha terminado de transmitir la situación de crísis

PUNTUACIÓN: 9/10

Y las audiencias parece que se estabilizan. No es que sean especialmente altas pero no están mal, son super constantes y de media considerablemente más altas que las de la temporada pasada, algo muy, muy positivo, la verdad.

6 comentarios:

  1. Hola, puck

    Este capítulo es uno de los que menos me han gustado, he echado de menos una misión de la patrulla.
    susana ha tenido su primera gran metedura de pata, intuyo que habrá más, ya que Salvador tiene que volver a su puesto, sí o sí.
    No me ha cuadrado la escena en la que Amelia y Pacino salen saltándose la cuarentena, no es lógico,. Pero cuando se besaron tuve la impresión de que Amelia iba a mirar la foto donde está con Julián y su hija y que ¡¡¡sorpresa!!!iba a aparecer Pacino en la foto en lugar de Julián, jajaja, como si se hubiera cambiado el pasado de algún modo.

    Me gustaron mucho los flash de recuerdos y también la justificación de Alonso sobre su falta de higiene, jaja, eso de que si los poros se abren pueden entrar enfermedades... pues tiene razón, cuando se lavó y "perfumó" es cuando se le abrieron los poros y pilló la gripe española, jaja.

    También me encanta Ernesto, qué gran personaje, con su fidelidad hacia Salvador. Pacino sigue siendo también de lo mejor de la serie, espero que se quede durante mucho tiempo.

    Saludos y gracias por el tiempo que dedicas a estos estupendos resúmenes-críticas de cada capítulo.

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    1. Hola Silvia,

      A mi tampoco es de los capítulos que más me ha gustado. Lo de tener a los personajes todo el tiempo en el Ministerio salvo al final cuando Amelia y Pacino van a los laboratorios, no ha ayudado. Estoy contigo en que faltaba una misión.

      Yo no creo que Susana dure mucho en el cargo. Es evidente que Salvador va a volver. Lo que no se es que tendrá que hacer para que la echen si una epidemia no lo ha conseguido.

      Yo lo comentaba en mi crítica, lo de Pacino y Amelia saltándose la cuarentena me ha parecido fatal. Querían destruir el virus para que no se extendiera y para ello sacan de la cuarentena a dos posibles infectados que podrían extenderlo más que un virus en un congelador. Yo tampoco lo he entendido.

      Yo todavía tengo la esperanza de que sea Pacino y no Julián el padre de la hija de Amelia. Que además aunque Hugo Silva se vaya de la serie en un par de capítulos puede seguir saliendo de vez en cuando tanto para ayudar en misiones como para estar con Amelia.

      No me resigno a perder a Pacino. Como dices, es de lo mejor de la serie. Qué gran acierto de personaje.

      Los flashbacks fueron mi parte favorita y todo lo relacionado con Alonso mola siempre, es que es genial.

      Me declaro fan total de Ernesto. Lo de mi único jefe es Salvador feu muy grande.

      Como siempre, gracias a ti por leerlos.

      Un saludo

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  2. ¡Hola puck!

    No ha sido el capítulo que más me haya gustado, quizás demasiado claustrofóbico para mi gusto, pero aún así me encanta que jueguen con los géneros, este ha sido casi un procedimental.

    Tengo que decir que a Mar Saura la veo bastante decente en su papel, he leído que es muy mala como actriz, tampoco la he visto tan mala, no es una gran actriz pero se ha defendido más o menos en su papel. A cuadros me he quedado cuando hemos visto que realmente quiere a Irene, creía que era una estrategia para sacarle información.

    Lo que más me ha gustado del capítulos es los zascas que le han arreado a los políticos, a la crisis del Ébola, a la OMS, a las farmacéuticas, realmente cuando lo ves en la televisión te das cuenta de que nos manipulan de una forma asquerosa. Y lo que da más rabia es la frase de Ernesto de los inútiles. Es triste hasta oirlo pero una gran verdad.

    Ya estoy llorando la marcha de Pacino (le quedarán 2 capítulos), cómo me gusta este personaje y le veo mucha química con Amelia (nunca se la he visto con Julián, para mi es una relación metida con calzador). El beso ha sido de lo mejorcito del episodio con todo el preludio anterior con Pacino quitándose la ropa y Amelia mirando de reojo. Se veía venir pero ha estado muy lograda la escena. Aparte que Amelia si quisiera podría haber parado el beso, le da tiempo de sobras, iban a cámara lenta pero no, no es lista ni nada. El bofetón nos dolió a todos y fue un momento muy cómico, es que le arrea una tremenda. Ha estado muy bien.

    Me han gustado mucho los de Altarmira. Lo que más me gusta de la serie son esas historias secundarias que te dan ganas de saber más.

    He alucinado un poco conque le pusieran a la gripe española ese nombre porque fuimos los únicos transparentes y hablamos de la enfermedad. Para una vez que tenemos transparencia de las autoridades y va y nos encasquetan la enfermedad. Y lo de Marañón, impresionantes los contactos del Ministerio.
    Me ganaron también con lo de María Pita. Fan de Ernesto a punto del infarto cuando Susana no sabe quién es María Pita.

    La audiencia se está manteniendo en una regularidad bastante interesante. Creo que la renovación está casi asegurada, salvo que los mandamases de la cadena se hagan el harakiri. Les está dando un prestigio que hace mucho que han perdido y que les está costando mucho recuperar (cosa que entiendo, cualquiera se fía de los telediarios y tertulias de TVE, que poca imparcialidad).

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    1. ¡Hola Anxa!

      El capítulo tampoco ha sido de mis favoritos pero coincido contigo en que me encanta que en esta serie arriesguen y vayan probando géneros nuevos.

      Yo también he leido muchas críticas hacia Mar Saura y a mi tampoco me parece que lo haga tan mal. Es evidente que no es la mejor actriz de la serie pero yo creo que cumple con su papel. Quizá es cierto que en este episodio salió demasiado y se echó de menos a Salvador, pero era su capítulo y tampoco la vi mal.

      Cuenta a otra sorprendida con que Susana realmente a Irene, yo pensaba que era todo una mentira para engatusarla y que la ayudara en sus planes.

      Lo mejor del capítulo han sido los flashbacks y las puyas que han estado lanzando a diestro y siniestro (lo de no hay que ir a Harvard para ponerse un traje fue directa a la yugular). Es que creo que no se han dejado a nadie en el tintero a quien atizar y a mi me ha encantado.

      Aunque lo que más pena y más coraje da es que tienen toda la razón y como dices oirlo aún fastidia más.

      Me uno a tus lloros por la pérdida de Pacino. Es que no se puede ser más genial. Yo espero que en vista de la gran acojida que ha tenido, si hay próxima temporada (que yo creo que si), vuelva a aparecer.

      Yo también veo más a Amelia con Pacino que con Julián. Tienen más química y es todo más natural. El beso seguido de bofetada moló un montón y estoy contigo en que Amelia podría haberse apartado cuando hubiera querido pero no lo hizo y esperó a que el beso terminara para pegarle el bofetón (que por cierto, pedazo de torta que le da).

      Mariano y Pepe forever.

      A mi una de las cosas que me encantan de esta serie es que se aprenden cosas nuevas. Me ha gustado mucho enterarme del motivo por el que la llamaron gripe española (manda narices que para una vez que practicamos la transparencia acaban nombrando a una epidemia en nuestro honor) y también que el doctor Marañón formó parte del equipo que estuvo trabajando para investigarla.

      Y lo de María Pita ha sido todo muy grande (el mosqueo de Ernesto, lo del pulpo).

      Yo también creo que la renovarán. No es solo que haya subido un par de puntos de media con respecto a la temporada pasada sino lo que dices, que es super regular. Lleva dos semanas seguidas sacando prácticamente las mismas audiencias y salvo hace dos semanas, que bajó un poco, se ha mantenido muy, muy bien.

      Además, ahora mismo a televisión española solo le quedan sus series para que le de un poco de prestigio, sobre todo esta, porque del resto de la programación (en especial todo lo relacionado con la información) casi que mejor no hablar..

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  3. Veo una laguna en el capítulo del que parece que nadie se ha percatado. Si están casi 40 días aislados en el ministerio sin poder cruzar ni ni una puerta, ¿no es raro para la familia de Amelia estar tanto tiempo desaparecida?

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    1. Totalmente de acuerdo contigo. No nos han dado ningún tipo de explicación de cómo se las ha apañado Amelia para explicarles a sus padres por qué ha tenido que pasar cuarenta días fuera de casa y eso en su época tenía que ser muy difícil de tratar.

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