jueves, 5 de mayo de 2016

HAWAII FIVE O 6X22 I'IKE KE AO (FOR THE WORLD TO KNOW)



(contiene spoilers)

Buen episodio de Hawaii Five O, con un caso de la semana interesante (y menos obvio que en otras ocasiones) y con una trama secundaria bastante curiosa.

El caso de la semana se centra en el secuestro de una joven universitaria mientras estaba cuidando al bebé de una pareja.

Una amiga de la chica (que se llama Addison) les dice que Addison había conocido a un chico por internet con el que habia estado intercambiando mensajes durante un tiempo hasta que de repente la correspondencia había cesado.

Investigando el correo de Addison, Jerry descubre que las fotos del chico con el que Addison había estado escribiéndose pertenecían a otra persona pero tampoco les podía dar más información porque la cuenta de correo en cuestión estaba super encriptada y era imposible acceder a ella.

Es entonces cuando el equipo recurre a un viejo conocido, el hacker/creador de videojuegos multimillonario Adam "Toast" Charles (Martin Starr, el enormérrimo Guilfoyle de Silicon Valley).

Gracias a Toast llegarán hasta el hombre que se había estado escribiendo con Addison, un padre de familia de mediana edad, al que pronto descartan como autor del secuestro.

Sin embargo, el equipo seguirá necesitando de la ayuda de Toast porque el verdadero secuestrador resulta ser un hombre que había pasado 18 meses en la cárcel (y que acababa de salir) por hackear el correo de un bufete de abogados y publicar en internet toda la información comprometida que encontró.

Al salir de la cárcel, el hombre había cambiado sus métodos para obtener justicia: buscaba gente que había cometido algún crimen del que habían salido impunes, los secuestraba y hacía que se suicidaran debido al peso de la culpa que acarreaban y también porque les hacía grabar un video en el que confesaban sus crímenes y posteriormente lo subía a la red, arruinando su reputación.

Sin embargo con Addison (que había atropellado y matado a un peatón cinco años atrás y que había salido absuelta en el juicio tras mentir en su declaración), no sólo no consigue que se suicide sino que se le rebela lo suficiente para darle tiempo al equipo para llegar hasta ellos. Eso si, el vídeo de su confesión ya está en internet con lo que es de esperar que Addison se haya salvado del secuestrador pero tenga que rendir cuentas a la justicia.

En otro orden de cosas, Kamekona se ha comprado un barco y después de pedirle a Steve que actúe de padrino en su bautismo, se hace a la mar con su primo y con Max. Pero como ni Kamekona ni su primo son lo que se dice buenos navegantes, primero terminarán a la deriva y posteriormente destrozarán la vela del barco, lo que les obligará a coger el bote salvavidas para salir de allí.

Los tres terminarán en una playa, que ellos creen desierta, haciéndose confesiones como por ejemplo que Max eligió ser forense debido a que la gente pensaba que era demasiado raro para tratar con pacientes vivos.

Finalmente, nuestro trío se dará cuenta de que no están en una playa desierta sino en un resort turístico gracias a que se encuentran con una pareja de turistas que les toma por aborígenes de la isla, con lo que su aventura de naúfragos termina relativamente pronto.

El episodio me ha gustado bastante, tanto el caso, como la trama secundaria de Kamekona, su primo y Max en el barco.

El caso de la semana me ha parecido muy interesante y original. No he visto venir para nada ni las motivaciones del secuestrador ni que no fuera él el que matara a sus víctimas sino que hiciera que ellas mismas se quitaran la vida. Además, ha estado mejor hilado que de costumbre y el equipo se ha currado bastante la investigación.

Me ha encantado volver a ver a Toast (que es un personaje muy molón), aunque parece que Martin Starr está un tanto encasillado en intepretar a genios informáticos (al menos Toast es bastante más majo que el antisocial de Guilfoyle).

Por cierto, a Jerry cada episodio que pasa, los guionistas le utilizan mejor. Muy fan de que le introduzcan en los casos en base a sus capacidades.

En cuanto a la trama secundaria, hay que admitir que Max y Kamekona son personajes a los que se agradece que den protagonismo (señores guionistas a ver si os dais cuenta de que preferimos verles a ellos antes de ver al insoportable Gabriel) y todo lo relacionado con el barco ha estado muy gracioso.

Además, este episodio también ha servido para que nos enteremos por qué Max eligió patología forense como especialidad y la verdad es que me ha dado penita que lo hiciera porque la gente pensaba que era demasiado raro.

Por cierto, muy fan de que en este episodio ni haya salido el cansino de Gabriel y ni tan siquiera le hayan mencionado. Así si, guionistas, así si.

LO MEJOR: Caso original y bien llevado

LO PEOR: Que Kono y Chin hayan tenido tan poco protagonismo

PUNTUACIÓN: 7/10

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