(contiene spoilers)
Buen episodio de Castle, aunque un tanto atípico, ya que Castle y en menor medida Beckett tienen muy poca participación. Se centra en Ryan y Espósito, principalmente en Ryan ya que Jenny está a punto de tener el bebé.
El episodio empieza con Jenny llamando por teléfono a Beckett porque no consigue hablar con Ryan. Castle y ella están escuchando los dos la conversación en el manos libres mientras detrás de ellos se ve un incendio y a los bomberos intentando sofocar el fuego. Beckett le dice a Jenny que algo ha pasado... y aparece el cartel de "Doce horas antes".
El caso de la semana se centra en un pirómano, que ha prendido fuego a un edificio y dentro de ese edificio se encuentra un cadáver carbonizado. La identidad de la víctima se corresponde con un investigador del servicio de bomberos que andaba tras la pista de un pirómano que había quemado unos cuantos edificios en un periodo corto de tiempo.
Investigando las notas de la víctima encuentran una serie de edificios que el investigador había marcado como susceptibles de ser objetivo del pirómano. Ryan y Espósito empiezan a visitarlos con tan mala suerte de que entran dentro de uno, que es precisamente el elegido por el pirómano como siguiente objetivo, quedando atrapados dentro, después de una fuerte explosión.
Mientras tanto Castle y Beckett investigan un video del incendio que ha aparecido en internet y por el que concluyen que el que ha grabado el video es el mismo pirómano.
La web donde ha aparecido el video es una página especializada en incendios llevada por un antiguo pirómano, que les dice que no sabe quién les ha enviado el video, pero que les ha enviado unos cuantos (estos coinciden con los otros edificios quemados por el pirómano).
Por su lado, Ryan y Espósito han sobrevivido a la explosión y se encuentran atrapados dentro del edificio.
Mientras Castle y Beckett entrevistan al dueño de la página web, reciben el aviso del incendio cuya dirección Castle recuerda como una a las que habían ido Ryan y Esposito.
Una vez Castle y Beckett llegan al edificio en llamas, volvemos al momento del inicio, cuando Beckett recibe la llamada de Jenny, que una vez se entera de lo que le ha pasado a su marido se presenta en el lugar del incendio a pesar de estar de parto.
Ryan y Esposito por su parte consiguen hacer un apaño con un teléfono que encuentran en el edificio para poder comunicarse con Beckett y confirmarle que de momento siguen vivos pero que como no los saquen de allí pronto no durarán mucho.
Ryan consigue hablar con Jenny (que está de parto con Lainey en una ambulancia) y más o menos despedirse eligiendo los nombres de su futuro hijo/a (todavía no saben si es niño o niña y no han elegido el nombre como le comenta Ryan al principio del episodio a Castle y Beckett). Los nombres elegidos son Javier (como Espósito) si es niño y Grace si es niña.
Finalmente, Ryan y Espósito consiguen ser rescatados por los bomberos y al salir Ryan conoce a su hija Grace.
En cuanto al pirómano-asesino, se trataba de uno de los investigadores del departamento de incendios, ya que Castle y Beckett se dan cuenta de el pirómano siempre se queda en las escenas de los incendios para grabar sus "obras" y le descubren grabando con una cámara de vídeo.
El episodio ha estado bien, aunque como comentaba ha sido un poco raro y aunque me encantan Ryan y Espósito (probablemente mi pareja favorita de personajes secundarios de todos los procedural que sigo), se ha echado de menos a Castle y Beckett.
Toda la parte del bebé ha sido muy emotiva, aunque el caso de la semana no me ha entusiasmado mucho.
LO MEJOR: Ryan y Espósito
LO PEOR: Muy poco de Castle y Beckett y caso no muy apasionante
PUNTUACIÓN: 7.5/10
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