(contiene spoilers)
Buen episodio de Grimm esta semana, con un caso de la semana interesante y con Rosalee y Monroe tomando más protagonismo (que ya era hora).
El caso de la semana se basa en los asesinatos cometidos por un extraño tipo de wesen, mitad león, mitad escorpión.
Todas las víctimas eran antiguos militares, que coincidieron en la misma unidad y trabajan en la misma compañía de seguridad privada. Además Todos ellos recibieron la visita de una antigua compañera del ejército, principal sospechosa de los asesinatos.
Sin embargo, durante la investigación se descubre que esta chica fue violada por todas las víctimas y otro soldado que aún queda vivo. Pero aunque la chica es un wesen, no es el tipo de wesen al que están buscando. Además, ella les dice que sólo quería que reconocieran lo que la hicieron, su intención no era matarlos. Entonces, Nick le pregunta si alguien más sabía lo que pasó esa noche. Ella le contesta que sólamente su oficial superior, pero es un hombre mayor con cáncer y está en el hospital.
Nick y Hank van a buscar al último miembro del grupo que violó a la chica que queda vivo. Este se está enfrentando con el oficial superior de la chica. Ambos son wesen tipo león-escorpión. Durante la confrontación nos enteramos de que el anciano mató a la primera víctima, pero la segunda víctima fue asesinada por su propio compañero cuando se enteró de que quería confesar lo que habían hecho.
Finalmente el anciano se deja acuchillar por el otro hombre justo cuando Nick y Hank entran en el lugar. Como le dice a Nick antes de morir, no podrán condenarle por lo que le hizo a la chica, pero si por matarle a él.
Mientras tanto, la madre de Rosalee se ha puesto en contacto con ella después de siete años y la ha invitado a cenar. La relación entre ellas es inexistente desde el funeral de su padre. Además también estará presente su hermana mayor Diada, con la que tampoco tiene buena relación. Rosalee le pide a Monroe que la acompañe.
Cuando llega el día de la cena, toda la escena es muy tensa y salen a relucir cuentas pendientes como que Rosalee no asistió al funeral de su padre. Su hermana y su madre piensan que lo hizo porque estaba colocada, pero la realidad es que Rosalee estaba en la cárcel y no se enteró de la muerte de su padre hasta después del funeral.
Rosalee les dice a su madre y a su hermana que no necesita que la hagan sentir culpable porque bastante culpable se siente ella ya.
Al final, Rosalee se reconcilia con su madre y su hermana y ésta amenaza a Monroe con matarle como haga sufrir a su hermana pequeña.
En otro orden de cosas, Adalind está empezando a hacer cosas raras (utilizar telequinesis, reventar bombillas) a causa de su embarazo. Esto se lo comenta a Renard el hombre al que ha encargado que siga a Adalind. Definitivamente ese niño no puede ser nada bueno.
El episodio ha estado bien. El caso de la semana ha sido bastante desagradable. La verdad es que era complicado empatizar con las víctiams.
Me ha gustado mucho toda la parte de Rosalee y su familia, con Monroe de apoyo. Siempre es bueno ver historias protagonizadas por ellos dos, aunque eche de menos a Monroe trabajando con Nick, aunque parece que Juliette y Hank están cubriendo ese puesto de momento.
LO MEJOR: Rosalee/Monroe
LO PEOR: Que Monroe no esté más involucrado en los casos de Nick
PUNTUACIÓN: 8.5/10
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