(contiene spoilers)
Muy buen episodio de Elementary esta semana, tanto la parte relacionada con el caso de la semana como la centrada en la relación entre Sherlock y el detective Bell (al que por fin tenemos de vuelta en el equipo y al que se echaba mucho de menos).
El episodio empieza con Sherlock y Joan trabajando en un caso con el nuevo detective que el capitán Gregson les ha asignado tras el traslado del detective Bell al departamento de vigilancia terrorista. Ambos se encuentran incómodos con el nuevo detective y van a quejarse al capitán Gregson, que lo único que les dice es que prácticamente ningún otro detective quiere trabajar con ellos así que no les queda más remedio que aguantarse.
Por otro lado Bell se encuentra muy agusto trabajando en el departamento de vigilancia donde es tratado con mucha consideración por su nuevo jefe, el comisionado Da Silva. Además, tiene su primer caso fuera de la oficina. Tiene que ir a registrar una planta de fertilizantes donde han avisado que han percibido algún tipo de actividad sospechosa. Cuando Bell y su nueva compañera llegan a la fábrica se encuentran a un hombre decapitado y escondido en un barril. Esto obliga a Bell a llamar al capitán Gregson para que su departamento se ocupe del homicidio.
Por supuesto Sherlock se incorpora a la investigación y se ve que realmente tiene ganas de trabajar con Bell, aunque a éste no parece que le haga mucha gracia. De hecho, Sherlock se ofrece al comisionado Da Silva para trabajar en su unidad y repartir su tiempo entre la unidad de vigilancia y la del capitán Gregson.
A lo largo de la investigación se descubre que la víctima era el hijo del capo de una familia mafiosa que está en guerra con otra familia mafiosa. La víctima había desaparecido hacía unos años (después de asesinar a un miembro de la otra familia), pero por lo visto alguien había interceptado los correos electrónicos que la víctima mandaba a su padre y le había localizado y asesinado.
A Sherlock hay algo que no le cuadra en el caso, pero él y y Joan siguen investigando de la forma tradicional. Esta investigación les lleva hasta uno de los asesinos de la familia rival a la de la víctima, cuyo modus operandi era igual al utilizado en este caso. Sin embargo, una vez hablan con él y éste no les dice nada de interés, ven como el supuesto asesino muere al hacer explosión una bomba que alguien ha colocado debajo de su coche. Es fácil de suponer que esta bomba ha sido colocada por la familia a la que pertenecía la víctima.
Sin embargo a Sherlock le siguen sin encajar las piezas, sospecha que hay alguien de la policía implicado pero no sabe ni el motivo ni quién es y termina dando con una empresa que en realidad funciona como tapadera de la agencia de seguridad nacional. Después de entrevistarse con el director de esta empresa en un par de ocasiones, en la última de las entrevistas le terminan diciendo que la persona que buscan es el comisionado Da Silva y que está relacionado con el soplo que avisó a su unidad de que algo raro pasaba en la fábrica de fertilizantes.
Sherlock y Joan van a contarle sus sospechas a Bell, que en principio no las cree y que sigue teniendo mucha ira reprimida contra Sherlock por todo el asunto del tiroteo. En la mejor escena del episodio, Sherlock le intenta hacer ver que acepta que no quiera ser amigo suyo, pero que no desperdicie su talento en la unidad de vigilancia sólo porque esté enfadado con él.
A pesar de lo que les ha dicho, Bell le hace un comentario al comisionado sobre el aviso de la fábrica de fertilizantes y aunque parece que en un principio se queda convencido de su respuesta, en realidad no es así y una vez el comisionado sale de su despacho, Bell entra y se lleva una carpeta con evidencia contra él.
En realidad, el comisionado lleva años protegiendo a una de las familias mafiosas ya que él pertenecía a dicha familia y su objetivo era infiltrarse en la policía. Sin embargo, a lo largo de los años había cambiado de opinión y cuando vio que existía una posiblidad de que se eligiera a otra persona de esa familia para un cargo de responsabilidad, decidió acabar definitivamente con ellos. Primero informando de dónde se encontraba el hijo del capo de la familia para que lo mataran y posteriormente dando el soplo de donde se encontraba el cuerpo para que estallara una guerra entre ambas familias.
Pero esto era suficiente, por lo que planeaba matar él mismo a su antiguo jefe. Sin embargo, Bell y el capitán Gregson evitan este asesinato, deteniendo al comisionado antes de que matara al mafioso.
Al final del episodio Bell vuelve a la unidad del capitán Gregson.
El episodio ha estado muy bien, el caso de la semana ha sido muy interesante (uno de los puntos fuertes de esta serie es que rara vez te imaginas qué ocurre en el caso o quién es el asesino antes de que lo descubran) y ha tenido muy buenos momentos de carga emocional. Hacía bastantes capítulos que no empatizaba tanto con Sherlock (la empatía de este Sherlock es lo que le diferencia de otros). En los múltimos episodios ha estado demasiado robótico.
Muy buenas todas las interacciones Bell/Sherlock, sobre todo la de la confrontación. Parece mentira lo que se ha echado de menos a Bell cuando no ha estado involucrado con Sherlock y Joan en los casos.
Muy bien Jonny Lee Miller como siempre.
LO MEJOR: Michael Hall, la relación Bell/Sherlock, el caso de la semana
LO PEOR: Poco del capitán Gregson
PUNTUACIÓN: 9/10
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