jueves, 12 de febrero de 2015

LA ISLA MÍNIMA



Vi "La Isla Mínima" allá por octubre, al poco tiempo de estrenarla, en un cine razonablemente lleno para ser la sesión de las cuatro de la tarde, pero fui dejando y dejando el hacer un comentario sobre ella y ahora, después de que ha arrasado en los Goya, me he decido por fin a hacerlo.

Reconozco que fui a verla porque un par de amigos me la recomendaron. Por esa época andaba un tanto desconectada de los festivales de cine y no sabía que había recibido un par de premios en el Festival de San Sebastian (Mejor Actor Protagonista para Javier Gutierrez y Mejor Fotografía).

Dirigida por Alberto Rodríguez (Grupo 7, 7 Vírgenes), la película tiene lugar en la España de 1980 y se centra en la investigación de la desaparición de unas niñas en las marismas del Guadalquivir. Allí llegan dos detectives de Madrid, Juan (Javier Gutierrez) y Pedro (Raúl Arévalo), caídos en desgracia por diferentes razones.

Pedro, el más joven de los dos y con ideas avanzadas y renovadoras, por haberle llevado la contraria a sus superiores y Juan por la mala reputación ganada por sus actuaciones durante la época franquista. Ninguno de los dos está especialmente contento ni de que les hayan asignado el caso ni de que les toque trabajar juntos, ya que no pueden ser más contrapuestos.

Sin embargo, a medida que transcurre la investigación, aprenderán a trabajar juntos para intentar resolver un caso que se les complica por momentos ya que la trama se vuelve más y más turbia a medida que transcurre la película.

La isla mínima es una muy buena película (a la pila de premios que ha ganado me remito), pero no es solo eso.

Es una película que te engancha, te introduce en la atmósfera agobiante que crea, te mantiene en tensión hasta el último momento y al final te deja con casi tantos interrogantes como con los que empieza.

Además, con ella se demuestra que el cine español, cuando se lo propone, puede ser tan bueno como los americanos realizando thrillers policíacos. De hecho, a esta película se la ha comparado hasta la saciedad con True Detective (a pesar de que la película estaba ya rodada cuando la serie se estrenó), con la que comparte bastantes cosas y a la que no tiene nada que envidiar.

La fotografía y dirección son excepcionales. Esos maravillosos planos aéreos de las marismas del Guadalquivir, las escenas de persecuciones (tanto en coche como a pie) o los momentos en los que los protagonistas van en barca son impresionantes. Además, tiene un guión bastante sólido, aunque tenga pequeñas lagunas en momentos puntuales (como abrir tramas que parece que van a ser importantes y que terminan quedándose en nada o directamente son abandonadas sin ningún tipo de explicación).

En otro orden de cosas, a estas alturas, sigo sin entender cómo a la Academia no se le ocurrió mandar esta película a los Oscar, es que era la opción natural y lógica. Pero lo peor es que ni siquiera la preseleccionaron y si lo hicieron con "El Niño", que estando bien, no le llega ni a la suela del zapato. Misterios de la vida.

Por otro lado, el trabajo de los actores es  espectacular, destacando un soberbio Javier Gutierrez (que se ha llevado todos los premios de interpretación habidos y por haber por su trabajo), con el que me he llevado una tremenda sorpresa, aunque es de justicia reconocer que su personaje es el mejor perfilado y con más matices de la película. Un auténtico regalito de personaje.

Debo ser uno de los pocos españoles que no ve Águila Roja. Por supuesto que he visto trozos sueltos que, curiosamente siempre han coincidido con escenas en las que Satur (el personaje que interpreta Gutierrez en la serie) está agobiado por algo que ha hecho Aguila Roja o está persiguiendo a Aguila Roja para que no cometa una estupidez. Además, no había visto ningún otro de los trabajos de Gutierrez. Pero si que tenía referencias de que era un actor que principalmente hacía comedia.Por ello, me ha resultado realmente impactante verle sacar adelante con tanta brillantez un personaje tan duro, sobrio y ambiguo como el que interpreta.

Raúl Arévalo también está estupendo (y super mega contenido, vamos que el muchacho casi no mueve un músculo faccial en toda la película. Menudo trabajo de contención), pero eso ya me lo esperaba. Después de todo es uno de los mejores actores y, sobre todo, más versátiles de este país y siempre está bien en todo lo que hace (ya sean comedias, dramas, thrillers, dramedys, series de televisión cómicas o serias..). Vamos que lo mismo vale para un roto que para un descosido, aunque a mi personalmente me guste más en comedia (sólo hay que ver algún capítulo de "Con el culo al aire" o "Primos" para comprobar la gracia que tiene). De todas formas, y aún estando tan bien como siempre, su personaje habría agradecido algo más de trasfondo ya que resulta bastante menos interesante que el de Gutierrez. Y parto de la base de que a mi Raúl Arévalo me encanta y es junto con Javier Cámara y Carmelo Gómez mi actor español favorito (y uno de los grandes alicientes que me hicieron ir a ver la película), pero aquí me gustó más Javier Gutierrez.

Antonio de la Torre está también muy bien en su pequeño papel, pero vamos que a de la Torre le pasa como a Arévalo, hace de todo y siempre bien (y cumple con la tradición de aparecer en todas las películas españolas del mundo mundial. Es que, en serio, entre las películas en las que salen él y Raúl Arévalo podíamos hacer un listado de las mejores películas españolas de los últimos 10 años. Creo que El Niño es una de las pocas películas en las que no sale ninguno de los dos, pero en cambio salen Luis Tosar y Eduard Fernández, otros dos que salen en todos lados). A ver si le dan más papeles protagonistas porque lo merece. Además, ya es hora de que la academia se estire y le de de una vez ese segundo Goya que lleva años persiguiendo.

Nerea Barros también me gustó, aunque me parece sobreactuada en determinados momentos. Todo lo contrario que Jesús Castro, "El Niño". A ver, el chico es poco expresivo, pero hay que reconocer que  papeles como el que tiene en esta película o el de "El Niño" le sientan como un guante (papeles de duro en los que no tiene que mostrar emociones). Eso si, que agradezca que Gutierrez y Arévalo estaban contenidos en esta película porque si éstos dos hubieran rebajado el nivel de contención, habría destacado mucho más su inexpresividad.

Como defecto le pondría que quizá el final podría haber quedado mejor resuelto y más claro (aunque escuchando entrevistas de su director era precisamente ese final ambiguo que no pone a todo el mundo de acuerdo lo que él buscaba con la forma de terminar la película), que en determinados momentos el guión no tenga muy claro por donde tirar y mejor definición de algunos de los personajes (Antonio de la Torre está un poquito desaprovechado ya que su personaje podía haber dado más juego, el personaje de Raúl Arévalo queda un tanto plano al lado del de Javier Gutiérrez).

En resumen, película muy, muy recomendable, que demuestra que cuando queremos, podemos hacer películas tan buenas e interesantes como las de los americanos y que nuestros directores y actores son extraordinarios y que muchas veces no los valoramos lo suficiente.

Creo que con ocasión de Los Goya la han reestrenado en los cines y ésta es de las que merece ser vista en pantalla grande para apreciar bien los paisajes y su espléndida fotografía, así que si se tiene oportunidad, yo iría a verla al cine, merece mucho la pena.

LO MEJOR: Javier Gutiérrez y Raúl Arévalo, la fotografía, dirección y guión, el ambiente opresivo de la película

LO PEOR: Antonio de la Torre está desaprovechado, el personaje de Raúl Arévalo podía haberse desarrollado mejor, un final poco claro, en algunos momentos se abren tramas que parece que van a ser importantes y terminan quedándose en nada

PUNTUACIÓN: 9.5/10 

Os dejo el trailer, que es uno de los mejores que he visto últimamente de cualquier película.


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