(contiene spoilers)
Buen episodio de Elementary, con un caso bastante similar a uno de The Blacklist.
El episodio empieza con una mujer yendo a ver a Joan para contratar sus servicios para que encuentre a su hermana Jessica, desaparecida cinco años antes. La mujer es consciente de que lo más probable es que su hermana esté muerta pero necesita saberlo con seguridad.
En el caso estuvo involucrado incluso el FBI ya que en el apartamento de su hermana encontraron un rastro de olor a nueces que había aparecido en las casas de otras personas desaparecidas. Todas estas desapariciones eran atribuidas a un asesino en serie al que nunca consiguieron atrapar.
Mientras Joan está tomando café y revisando el caso aparece Kitty en la cafetería. Sherlock la envía porque está aburrido y quiere participar en cualquier investigación que esté llevando a cabo Joan.
Joan, Kitty y Sherlock van a ver al agente del FBI que llevó el caso de Jessica, pero no les resulta de gran ayuda.
Revisando los objetos personales de Jessica, Sherlock se da cuenta de que en su llavero hay tres llaves. Esto les lleva a averiguar que Jessica mantenía una aventura con un abogado casado que vivía en el piso de arriba.
Kitty y Joan se cuelan en casa del abogado y éste les dice que él no mató a Jessica (tiene coartada) y se ofrece a ayudar en todo lo que sea posible.
Este abogado estaba especializado en llevar casos de gente poco recomendable, especialmente mafiosos y asesinos.
En realidad el abogado mató indirectamente a Jessica ya que Sherlock, Joan y Kitty descubren que Jessica quería llevarle a la policía una prueba que permitiría condenar a uno de los clientes de su amante. Este se lo había contado a su cliente, que había ordenado que la mataran.
Este hombre que ya está cumpliendo cadena perpetua por otros delitos, se lo confiesa a Sherlock y Joan a cambio de mejorar sus condiciones en la prisión.
Sin embargo, el tema del olor a nueces sigue intrigando a Sherlock, que hace un interesante descubrimiento. El olor a nueces no se debe a un asesino en serie sino a un hombre especializado en limpiar escenas de crímenes.
Cuando alguien se encuentra con un muerto encima, pone un anuncio en la internet oscura y el hombre responde. El disolvente que utiliza para disolver los cuerpos tiene un olor a nueces, de ahí el olor en las diferentes escenas. Las víctimas morían en sus casas y el hombre las disolvía allí mismo.
Sherlock finge haber asesinado a Kitty y pone un anuncio en la internet oscura para intentar conseguir sacar a la luz al "limpiador" pero sólamente consigue ser detenido en una redada. Aunque tras la intervención del capitán y sobretodo la prueba evidente de que Kitty seguía vivía, fue puesto en libertad.
Finalmente, tras investigar a personas especializadas en limpieza de escenas del crimen para la policía, Sherlock y Joan encuentra al limpiador, pero éste se niega a confesar nada por miedo a las represalias que pudiera sufrir de sus clientes.
Sin embargo, para no correr riesgos, el hombre que había encargado el asesinato de Jessica, encargó también la desaparición del "limpiador", encargándole la tarea al conserje del edificio en el que vivía el limpiador y que también actuaba como ayudante de éste por orden del hombre que había encargado el asesinato de Jessica.
En otro orden de cosas, Joan y Andrew no llevan demasiado bien la relación a distancia. Esto coincide con la reparición en la vida de Joan de un antiguo novio (que incluso la pidió que se casara con él) que le pide ayuda en un problema que tiene.
Este hombre malinterpreta las intenciones de Joan y le pide salir.
Esto hace que Sherlock le diga a Joan que es una terrorista del amor y otra sarta de palabras igualmente cariñosas que a Joan le sientan fatal (lógicamente). Además le hace saber que cada vez que una relación se complica, en lugar de arreglarlo sale corriendo en la otra dirección.
Al día siguiente, Sherlock le clarifica a Joan que no dijo esto con intención de recriminárselo. Más bien al contrario. Lo hizo para que siguiera sus instintos y no se viera obligada a mantener una relación convencional con Andrew porque eso era lo que se suponía que la sociedad pretendía que hiciera. Durante esta conversación, Sherlock arregla un poco la metedura de pata del día anterior dedicándole a Joan una serie de piropos bastante logrados.
Sin embargo, Joan no le hará caso a Sherlock y terminará intentando arreglar su relación con Andrew.
El episodio ha estado interesante. Me han gustado las distintas combinaciones de Sherlock/Joan, Sherlock/Kitty, Joan/Kitty, Sherlock/Joan/Kitty.Algo bueno que tiene Kitty es que funciona igual de bien con Sherlock que con Joan.
Eso si, es una pena que la serie no consiga integrar más en las historias al capitán Gregson y al detective Bell.
El caso me ha gustado, aunque el asunto del limpiador de escenas del crimen ya lo han tratado otras veces en más procedural por lo no me ha resultado demasiado sorprendente. No soy muy fan de The Blacklist pero ese episodio en concreto me gustó bastante más que este.
Todo lo relacionado con la vida amorosa de Joan me aburre sobremanera, aunque puede que tenga que ver con que Joan en si misma me aburre mucho y esta temporada no me está gustando nada el personaje.
Otra cosa que me ha gustado del episodio es volver a ver a la señora Hudson.
LO MEJOR: buen caso, buenas escenas entre Sherlock, Kitty y Joan
LO PEOR: la vida amorosa de Joan es igual de aburrida que ella
PUNTUACIÓN: 7/10
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