jueves, 25 de diciembre de 2014

THE BLACKLIST - TEMPORADA 2 (capitulos 1 - 8)


(contiene spoilers)

No es un secreto que The Blacklist no es especial santo de mi devoción y en esta segunda temporada no ha cambiado demasiado mi opinión acerca de la serie, aunque es verdad que ha tenido momentos positivos como el cierre de la trama de Berlin de una forma bastante limpia,  la aparente conclusión de la trama de Tom, el aumento de protagonismo de Ayam o la incorporación de la agente del Mosad Samar Navabi al equipo.

Sus puntos fuertes siguen siendo básicamente los mismos: James Spader es muy bueno, algunos de los casos son muy interesantes y el tono general de la serie es muy oscuro haciendo que sea bastante diferente a la mayoría de los procedural que ahora mismo se emiten en EEUU.

Pero los puntos débiles no han mejorado demasiado: Megan Boone sigue siendo malísima (aunque al menos esta temporada parece que es más competente como agente y le han quitado un poco el halo de estupidez que en la anterior temporada le había dado el no  darse cuenta de que Tom era un agente infiltrado), los personajes secundarios están poco definidos, a Red le pasa como al Hanibal del equipo A, todos los planes siempre le salen bien y la serie sería la nada si no estuviera James Spader.

Además tienen cierta tendencia de utilizar bastante mal a los estupendos actores invitados a los que suelen contratar. El personaje de Mary Louise Parker que al principio prometía dar juego se ha quedado en nada y a Alan Alda le han despachado antes de que pudiera hacer algo realmente importante. Quizá al que mejor hayan llevado es al Berlin de Peter Stormare, que ha salido lo justo y le han matado en el momento oportuno.

Realmente creo que los guionistas saben cuáles son los problemas de la serie y los están intentando arreglar (por lo menos los que se pueden arreglar porque que Megan Boone sea la sosería personificada poco arreglo tiene), pero esos arreglos no terminan de cuajar.

Por ejemplo el intento de darle algo más de profundidad a Ressler con la adicción a los calmantes se ha quedado en  un quiero y no puedo y Cooper sigue siendo un personaje de cartón piedra a pesar de que están intentando humanizarlo. Y los dos actores son buenos y hacen lo que pueden con lo que les dan los guionistas pero es complicado mejorar algo tan pobre.

La decisión de terminar por fin con la trama de Tom también ha sido acertada, pero la  trama en si misma no ha tenido demasiado sentido porque con lo absolutamente incompetente que es Elisabeth aún no me cabe en la cabeza que pudiera atrapar a Tom. Eso si, que al final se vea cómo Tom también trabajaba para Red me ha soprendido bastante. No me lo esperaba para nada.

En cuanto a la trama de Berlín, me ha gustado, aunque otra vez vuelva a ser un tanto absurdo su desenlace. O sea que la hija de Berlín se hace pasar por muerta y los socios de Alan Alda le echan la culpa a Red de haberla matado, cuando habían sido ellos los que habían organizado todo el asunto, porque les convenía. Que ni Berlin ni Red sepan nada de esto cuando se supone que son dos de las personas que más información manejan en el mundillo es cuanto menos raro.

Eso si, que fuera la hija de Berlin la mujer a la que Red estuviera buscando sigue dejando la puerta abierta a que Elisabeth sea hija de Red, aunque viendo que su ex-mujer no ha reconocido a Lizzy cuando la ha visto, quizá sea hija de Red con otra mujer y entonces Red tendría dos hijas por ahí perdidas (creo que sería demasiado culebrónico pero no lo descarto) en lugar de una.

Lo de la bomba en el cuerpo de Alan Alda ha sido de las cosas más desagradables que ha hecho esta serie y mira que ha hecho cosas desagradables.

En fin, a ver si consiguen los guionistas dar por fin con la tecla y en lo que queda de temporada consiguen solucionar algunos de los problemas evidentes que tiene la serie.

LO MEJOR: James Spader

LO PEOR: Megan Boone, el poco desarrollo de los personajes secundarios

PUNTUACIÓN: 7/10

No hay comentarios:

Publicar un comentario