martes, 13 de mayo de 2014

EL MENTALISTA 6X21 BLACK HEARTS


(contiene spoilers)

Episodio bastante inquietante de El Mentalista esta semana.

Inquietante por el caso de la semana, centrado en la red de tráfico de órganos que descubrieron la semana pasada e inquietante por la extraña actitud de Jane ante la posibilidad de Lisbon marchándose a Washington con Pike.

No sólo Jane no hace ninguna mención al tema, sino que además involucra a Lisbon en uno de sus planes (bastante siniestro la verdad), obligándola a mentir por él un par de veces a Abbott. Considerando los problemas que tiene Lisbon con la falta de honestidad de Jane, si éste quiere que se quede en Austin con él, no parece el mejor modus operandi.

Pike no me ha gustado nada en este episodio y eso que hasta ahora me estaba cayendo bien.

Ha sido extremadamente agobiante. No te presiono pero te busco un trabajo en Washington estupendo por el que he tenido que pelear. Te pregunto si has tomado una decisión cada vez que te veo, pero por supuesto sin presión. Tómate el tiempo que quieras.

Y cuando finalmente le dice que si, le pide matrimonio sin venir a cuento, dejando a Lisbon totalmente pasmada. Eso si, sin presión. Pero, ya que estamos, ¿le has contado a Jane que te vas? Me ha agobiado hasta a mi.

Por cierto, Cho sigue siendo lo mejor de esta serie. Lo que le dice a Lisbon cuando ésta le comenta que le han ofrecido un trabajo a Washington ha sido extremadamente emotivo, siempre dicho de la forma escueta y sin darse importancia. Y el abrazo entre ellos ha sido precioso.

El episodio empieza con Abbott, Pike y Lisbon en videoconferencia con un agente muy respetado de la oficina de Washington, que ha oido hablar mucho de Lisbon y a la que ofrece un estupendo puesto de trabajo.

Lisbon le dice que lo pensará y le dará una respuesta. Cuando salen de la reunión Pike le pregunta si ya ha tomado una decisión, pero que no quiere presionarla (pues es justo lo contrario de lo que estás haciendo majo). Lisbon le dice que todavía no ha decidido nada.

En cuanto al caso de la semana, pues como comentaba antes, han continuado con la investigación de la red de tráfico de órganos.

Wiley va a hablar con Lisbon y Jane y les dice que ha encontrado algo. Cruzando referencias de la clínica donde encontraron a las chicas fallecidas ha aparecido el nombre de Michael Ridley (Titus Welliver), un hombre que también es propietario de una empresa de transportes. Empresa a la que pertenecía el camión que llevaba a las niñas secuestradas y que fue confiscado en un episodio anterior

Jane y Lisbon van a entrevistarle a su oficina y desde luego pinta de inocente no tiene (la audiciencia sabe que es el jefe de la trama porque ya le vimos en episodios anteriores dando órdenes a un secuaz para que hiciera desaparecer a las niñas).

Ridley dice que el hecho de que saliera su nombre es una coincidencia y que no ha puesto los pies en el complejo médico donde encontraron a las niñas muertas nunca.

Cuando Lisbon y Jane se van, Ridley llama a su hombre de confianza, Anthony para decirle lo que ha pasado y que se ocupe de los cabos sueltos.

Lisbon ve a Cho en la cafetería y va a hablar con él para comentarle que le han ofrecido un puesto de trabajo muy bueno en Washington. Cho se alegra por ella y le dice que es una gran oportunidad. Que ha sido un honor trabajar para ella y que si está donde está es gracias a ella porque estuvo a punto de renunciar el primer día que trabajaron juntos (debido a Rigsby según él, jejeje). Lisbon se emociona y abraza a Cho. Las cosas como son yo también me he emocionado.

Por otro lado, Fisher va a hablar con Abbott porque han descubierto la identidad de uno de los médicos que trabajan en la instalación médica donde han encontrado a las niñas.

Jane y Lisbon van de nuevo a ver a Ridley para preguntarle si conoce a dicho médico, algo que este niega.

Cuando Lisbon y Jane se van se confirma que Ridley, evidentemente estaba mintiendo, porque llama a Anthony para que haga desaparecer al médico.

Fisher y Cho están a punto de detener al médico cuando su coche explota (cortesía de Anthony) . Sin embargo, la explosión no mata al médico que termina siendo llevado a las oficinas del FBI.

Ya en las oficinas el hombre (que no para de beber), les explica cómo llevaba a cabo las operaciones para extraer los órganos de unas víctimas que simplemente estaban sedadas. Bastante escalofriante el relato, la verdad. Por esto comentaba lo inquietante que me ha resultado el episodio.

El médico implica a Ridley directamente pero le dice  al FBI que no conoce los nombres ni de socios ni de clientes de Ridley. Sólo recuerda que un día que fue a ver a Ridley vio a un hombre extranjero, concretamente nigeriano, con pinta de enfermo hablando con Ridley en su casa.

El FBI consigue identificar al hombre, pero a Ridley le da tiempo a avisarle para que desaparezca antes de que el FBI pueda hablar con él.

Por otro lado, Cho descubre que una de las compañías de Ridley está mandando barcos con destino a Colombia y con carga desconocida.

Cho sospecha que en esos barcos llevan a las niñas desaparecidas que faltan (entre ellas Amy, la hermana de Daniela, la primera chica que rescataron), pero no puede acceder al barco al menos que tenga una autorización de la embajada colombiana.

Por ello, Cho habla con el embajador para pedirle permiso para registrar el barco, pero el embajador dice que tardará un tiempo en conseguir la autorización. Esto hace que Cho le amenace, de forma no demasiado sutil. Aunque al final consigue su objetivo y el embajador le da la autorización.

Mientras tanto, Fisher va a la cárcel a hablar con el médico involucrado en las operaciones ilegales y se lo encuentra muerto. Se ha suicidado en la celda. Algo que no parece casual, sobre todo cuando los hermanos detenidos en el episodio anterior también han sido asesinados en la cárcel.

El FBI se ha quedado sin testigos contra Ridley y parece que este va a salir impune. Pero Jane no va a permitirlo, por lo que le pide a Lisbon que le ayude en uno de sus planes, en el que va a sacar su vena más sociopática y que no veíamos desde tiempos de John el Rojo.

Jane va a ver a Ridley a su casa y mientras toman una copa, le echa algo en la bebida que hace que Ridley se quede inconsciente.

Entonces, él y Lisbon lo llevan a la clínica donde encontraron a las víctimas, lo atan a una camilla y le hacen creer que matan a su colaborador Anthony (han replicado el tatuaje que el equipo sabe que éste tiene en el brazo para hacerle creer a Ridley que se trata de Anthony el hombre al que Lisbon y Jane están matando).

Una vez convencen a Ridley de que Anthony está muerto, proceden a amenazarle a él con matarle a menos que confiese, algo que éste, evidentemente, termina haciendo. Jane me ha dado muy mal rollo en esta escena.

Cuando Ridley y su abogado se quejan de que han empleado tortura para hacer confesar a su cliente, Jane lo niega.

Posteriormente volverá a negarlo, esta vez junto con Lisbon, que también lo niega, ante Abbott.

Abbott le pide a Jane que salga y le vuelve a preguntar a Lisbon si Jane dice la verdad. Abbott sabe que Jane es un mentiroso pero Lisbon es una agente honorable con un futuro muy prometedor. Lisbon vuelve a negarlo.

Cuando Lisbon sale de hablar con Abbott, se encuentra con un muy oportuno Pike, que vuelve a preguntarle otra vez si ha tomado una decisión (sin presiones, qué va).

Lisbon, un tanto molesta por haber tenido que volver a mentir por Jane, le termina diciendo a Pike que se irá a Washington con él.

No ha terminado Lisbon de hablar cuando Pike le pide que se case con él.

Lisbon se queda con la misma cara de ¿Pero qué me estás contando?  que yo y, le dice que se lo pensará.

Pike sigue cubriéndose de gloria cuando le pregunta a Lisbon si ya se lo ha dicho a Jane. Lisbon le dice que no y Pike le dice que la esperará abajo, suponiendo que va a hablar con Jane.

Lisbon se acerca al sofá de Jane donde éste está leyendo. Jane le pregunta si le ha mentido a Abbott y ella le dice que si, Entonces Jane le dice, "de vez en cuando hacemos un buen equipo". A lo que Lisbon contesta afirmativamente.

A Lisbon se la ve incómoda y Jane no está por la labor de ayudarla así que Lisbon termina yéndose con Pike sin decirle nada a Jane de que se va a ir a Washington.

Esta escena ha sido muy, muy rara y no se cómo interpretarla. Si Jane quisiera que Lisbon se quedara (como suponemos que quiere), aunque no quiere influir en su decisión, tendría que haberle dicho algo, no ese quedarse impasible sin hacer nada.

En fin, el episodio no ha estado mal, pero me ha gustado menos que los anteriores.

Toda la trama del caso de la semana me ha dejado muy mal cuerpo aunque uno siempre puede confiar en Titus Welliver para interpretar a personajes moralmente discutibles o directamente amorales.

El momento Cho-Lisbon ha sido mi favorito del episodio. Ojala viéramos más a Cho.

En este episodio también poquito de Abbott, Wiley (aunque ha colaborado ya que ha sido él el que ha simulado ser el secuaz de Riley mientras Lisbon y Jane torturaban psicológicamente a éste) y Fisher (que básicamente no prácticamente no ha salido nada y que lo más destacable que ha hecho ha sido llamar por teléfono interrumpiendo un momento de conversación entre Lisbon y Jane).

Por cierto, definitivamente me ha dejado de gustar Pike. Me ha parecido muy pesado y agobiante y se ha confirmado que los guionistas de El Mentalista, ven Bones y Castle porque parecen estar reciclando tramas de alguno de los intereses amorosos fallidos de estas series para crear el triángulo Pike/Lisbon/Jane.

Mira que en este tipo de series se empeñan en meter terceras personas para poner obstáculos a las parejas protagonistas y aumentar el angst y la tensión sexual no resuelta. Es que al final siempre terminan recurriendo al mismo escenario. Desde luego la falta de imaginación es alarmante.

Hablando de otras cosas, no se en qué narices está pensando Jane que no hace nada. Si quieres que se quede, díselo, sino, se va a terminar yendo con "pero yo no te presiono" Pike y Jane se lo va a tener bien merecido. Que Jane se cree que todo se va a solucionar porque si, sin que él tenga que mojarse como siempre y me da que en este caso no va a ser así.

A ver qué pasa en el episodio siguiente último de la temporada.

Por cierto, me he llevado un alegrón al enterarme de que por fin han renovado El Mentalista para una séptima temporada, algo en lo que muy poca gente creia. Asi que, pase lo que pase el domingo, tendremos más capítulos para que las cosas se solucionen.

LO MEJOR: El momento Cho/Lisbon

LO PEOR: Ver la vena sádica de Jane, que hacía tiempo que no sacaba a pasear

PUNTUACIÓN: 8/10

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