EL MENTALISTA 6X22 BLUE BIRD

(contiene spoilers)

Muy buen episodio para terminar la temporada de El Mentalista (junto con los finales de Once Upon a Time y Person of Interest el final de temporada que más me ha gustado), confirmando lo que se estaba viendo en los últimos episodios, que los guionistas parecen por fin haber cogido el punto a los nuevos personajes y a la nueva ubicación y están empezando a darnos episodios y casos interesantes.

Aunque en el episodio de esta semana el caso ha sido lo de menos, ya que lo realmente importante era la trama personal y las relaciones entre los personajes.

Esto me hace alegrarme aún más de la renovación de la serie, ya que, aunque este episodio hubiera funcionado como un gran final de serie (cuando lo rodaron aún no sabían si les iban a renovar para una séptima temporada), ahora tengo muchas ganas de ver como se desarrolla la nueva relación Jane/Lisbon. Bueno de eso, y de seguir viendo a Abbott y a Cho, juntos y por separado.

Abbott se ha revelado como un gran personaje, algo a lo que ha ayudado lo buen actor que es Rockmond Dunbar y la estupenda química que tiene con los demás actores de la serie. Por fin un jefe que sabe llevar a Jane, ganándose su confianza y estableciendo una relación de respeto mutuo. Desde luego un decubrimiento.

Cho sigue siendo grande, a pesar de que me ha sorprendido que no se haya dado cuenta de lo que transpiraba entre Lisbon y Jane hasta que Abbott se lo ha hecho notar. Lo de tienen una  relación de hermanos se podía aplicar durante las tres primeras temporadas. A partir de la cuarta ya se veía que la cosa iba por otro lado.

Simon Baker y Robin Tunney son dos actores maravillosos y en este episodio han estado soberbios. Han conseguido que situaciones que eran clichés evidentes de comedias/películas románticas hayan parecido reales y hayan funcionado a las mil maravillas.

El episodio empieza con Jane y Cho yendo a la escena de un crimen. Cho comenta que parece muy contento a pesar de que Lisbon se va la semana siguiente a Washington. Jane le dice que no es cierto (Lisbon no se lo ha dicho), pero Cho le confirma que ya se han enviado los papeles del traslado y que en diez días se habrá ido.

A pesar de estar en la escena de un crimen, Jane no para de sacar el tema de Lisbon ante un desconcertado Cho. Pero como Jane es Jane puede al mismo tiempo preocuparse por el hecho de que Lisbon se va y no se lo ha dicho y resolver el crimen de turno.

Nos vamos a los títulos de crédito y un cartel nos anuncia "Algunos días más tarde" y si que son unos días porque Lisbon se está despidiendo de todo el mundo ya que se va al día siguiente.

Jane sigue enfadado porque se vaya a pesar de decirle que es una gran oportunidad laboral y Pike es un gran hombre y que se merece ser feliz. Aunque eso si, sigue enfadado porque Lisbon no se lo dijera personalmente y se tuviera que enterar por terceras personas. Lisbon intenta excusarse diciéndole que ya sabe que le hubiera sido muy difícil decírselo. A ver, Jane es como es, pero lo de Lisbon dejando que Jane se entere por terceras personas de que se va a vivir a otro estado es un gesto muy feo.

Abbott entonces entra en la oficina y reune a todo el equipo. El FBI ha recibido una carta escrita por el asesino de una mujer de la alta sociedad de Miami, que fue asesinada cinco años atrás y cuyo asesinato aún no sido resuelto. En la carta el asesino les dice que volverá a matar y adjunta un código un tanto extraño como pista.

Debido a la relevancia del caso y a la importancia de la fallecida, el FBI le ha pedido a Abbott que centre todos sus recursos en resolver el caso, por lo que todos los traslados se paralizan con efecto inmediato hasta que el caso se resuelva. Eso incluye el traslado de Lisbon (y todo empieza a oler un tanto mal, porque qué curioso que llegue la carta justo cuando Lisbon se va a ir, ¿No?).

Como la cosa, admitámoslo es rara, Abbott llama a su despacho a Jane para hablar con él y decirle que está raro y que si no hay ninguna cosa que tenga pendiente de hacer (no se, así a bote pronto se me ocurre por ejemplo el decirle a Lisbon que no se vaya de forma directa y explicarle los motivos por los que no quieres que se vaya). Jane dice que no. Abbott le mira con cara de "Jane estás haciendo el tonto" y ahí acaba la escena. A Abbott le ha faltado en esta escena, levantarse y pegarle dos collejas a Jane para que entre en razón. Eso si, ha conseguido reprimir el shipper que lleva dentro y se ha limitado a mirarle como si le hubieran salido dos cabezas. Si Abbott, todos estamos contigo. Jane está haciendo el tonto (bueno, lo lleva haciendo durante los últimos cinco capítulos más o menos).

Total, que Lisbon,Jane, Fisher y Cho van a Miami para interrogar a los sospechosos y Jane aprovecha para alquilar un coche descapotable con el que llevar a Lisbon y le saca el tema del traslado y Pike cada vez que puede (Jane está siendo cada vez menos sútil).

Después de interrogar al marido de la víctima, Jane se lleva a Lisbon a dar una vuelta por la playa y la anima a descifrar el código del mensaje (esto definitivamente me da peor espina).

Lisbon, ayudada por Jane termina por descifrarlo. El código se trata de un lugar (un hotel llamado "Buel Bird Inn" y una fecha (al día siguiente).

Jane llega a la conclusión que en ese hotel, ese día y a esa hora se va presentar el asesino por lo que tienen que alojarse allí.

Al llegar al hotel para hacer el check in, la recepcionista les dice que para cenar tienen que vestirse de etiqueta. Lisbon, apurada porque no tiene nada que ponerse comenta que entonces cenará en su cuarto. Pero Jane le dice que no se preocupe, que ya se les ocurrirá algo.

Por cierto, Jane también le dice a la recepcionista que si va cualquier persona al hotel y le da el nombre de la fallecida, les dirija a su habitación, pero sin dar su nombre.

Cuando Lisbon entra en la habitación, que por cierto es muy bonita, ve tres vestidos preciosos (uno blanco, uno verde y uno rosa) y llama a Jane al teléfono de la habitación para agradecerle el gesto, diciéndole que es demasiado. Jane le responde que siendo como es su último caso juntos nada es demasiado.

Tras colgar a Lisbon, vuelve a sonar el teléfono de la habitación y Jane se lleva una decepción cuando descubre que se trata de Cho. Abbott y el también han descifrado el código y han ido a ayudarles en la investigación. Por lo visto Abbott va en calidad de agente al cargo del equipo.

Cuando Jane se encuentra con ellos, Abbott lo primero que pregunta es si se puede cenar, para consternación de Jane. Parece que se le han estropeado los planes de cenar con Lisbon.

Una vez están los tres instalados en la mesa, Jane ve a Lisbon bajar llevando el vestido rosa (está muy guapa) y se le ilumina la cara. Pero, pronto se le van a torcer las cosas porque Lisbon hace una parada en la recepción para preguntar si se puede llevar un albornoz para su novio y es entonces cuando la recepcionista le dice a Lisbon que Jane reservó la habitación una semana antes, es decir, unos días antes de que se recibiera la carta.

Lisbon, enfadadísima por haber caído en los planes de Jane va a la mesa y le echa en cara de que el caso es un invento suyo para retrasar su viaje a Washington. Jane admite que él escribió la carta con el mensaje pero que espera encontrar al asesino de todas formas.

Esto enfada aún más a Lisbon que le tirá un vaso de agua a la cara y se va a su habitación diciendo que va a coger el primer vuelo con dirección a Washington.

Jane se levanta de la mesa diciendo que va a ir a hablar con ella, dejando a Cho y a Abbott en la mesa comiendo. Cho no entiende por qué se ha enfadado tanto Lisbon, que no se enfadó tanto cuando Jane enterró vivo a un hombre. Abbott le mira como si le hubiera crecido una segunda cabeza, preguntándole, ¿en serio que no lo sabes? Nuestro Cho sigue sin reaccionar y Abbott, harto de tanta tontería decide disfrutar de su cena.

Mientras tanto, Jane llega a la puerta de la habitación de Lisbon y llama. Quiere entrar y explicarle lo qué ha pasado. Lisbon no le deja y le pide que se marche. Jane le dice que lo ha hecho porque no quiere que se vaya. Entonces Lisbon, que comprensiblemente sigue muy enfadada, le dice que es un egoista, que sólo la utiliza para su conveniencia y que lleva usándola años y que lo único que hace es mentir y no sabe comportarse como un ser humano decente.

Lisbon tiene razón, claro está, pero esto deja hundido a Jane que por fin accede a la petición de Lisbon de irse y se va a su cuarto donde vacía medio mini bar.

Por otro lado, Abbott sigue intentando explicarle a un sorprendentemente espeso Cho lo que realmente pasa entre Lisbon y Jane. Cho no se lo cree porque siempre le ha visto como si fueran hermanos. Abbott le vuelve a mirar como si le hubiera crecido una cabeza adicional.

Los intercambios Cho/Abbott son geniales. Espero que la próxima temporada veamos más de ellos.

Mientras Jane se da a la bebida, Lisbon coge un taxi al aeropuerto y llama a Pike para decirle que acepta su proposición de matrimonio, aunque no le hace ni caso cuando el pobre PIke empieza a hablarle de los estupendo que va a ser todo.

No soy fan de PIke pero Lisbon está siendo muy cruel y egoista con el pobre muchacho. No puedes aceptar una petición de matrimonio porque estás enfadada con el hombre del que de verdad estás enamorada.

En fin, Jane sigue bebiendo cuando alguien se presenta en su puerta. Resultan ser los sospechosos del caso que están investigando.

Cuando los dos primeros entran, pistolas en mano, a Jane no le preocupa demasiado porque sabe que no son culpables. De hecho, Jane termina convenciéndoles para que beban con él.

Esto resulta ser una buena idea porque uno de los dos hombres, que resultó ser el amante de la víctima, empieza a hablar de ocasiones perdidas y arrepentirse de no haberse arriesgado con la víctima y que ahora es demasiado tarde. Vamos, justo lo que necesita Jane para decidirse a ir al aeropuerto para hablar con Lisbon.

Sin embargo, cuando va a salir por la puerta aparecen dos nuevas sospechosas, que esta vez resultan ser las asesinas, otra vez con pistolas, que no le dejan salir de la habitación.

Jane se las apaña para mandarle un mensaje a Abbott, que se presenta con Cho en la habitación, justo cuando los sospechosos se han disparado entre ellos, aunque sin que ninguno haya resultado herido de gravedad.

Antes de salir de la habitación, Jane le pide el coche oficial a Abbott para ir al aeropuerto. Abbott, que como se ha demostrado es totalmente fan de la pareja, le deja el coche sin problemas, mientras el y Cho arreglan el desastre que ha provocado Jane.

Jane llega al aeropuerto pero con la mala suerte de que el vuelo de Lisbon acaba de embarcar.

Esto no le importa a Jane, que tras colarse en la pista de despegue, trepar una valla, caer de muy mala manera torciéndose el pie en le proceso (esto por lo visto fue un accidente real de Simon Baker, que se torció el tobillo en esa escena), llega al avión completamente decidido a hablar con Lisbon.

Lisbon, totalmente abochornada por el numerito de Jane no sabe donde meterse. Sobre todo cuando Jane por fin le dice lo que siente de verdad (¡Aleluya, nunca pensé que vería este momento).

La verdad es que es cierto que ha olvidado como comportarse como un ser humano normal y que utiliza juegos, trucos y miente a la gente para evitar mostrar de verdad lo que realmente siente. La idea de dejar que alguien se acerque a él le aterra por razones obvias. Pero la verdad es que no puede imaginarse despertarse un día y saber que no la va a ver (sniff, primera lagrimilla asomando). La verdad es que la quiere.

Jane se siente aliviado de poder decir todo eso en voz alta (definitivamente este ha sido un momento catártico para el personaje). Todo eso le asusta, pero es la verdad.

Lisbon le dice que es demasiado tarde. Jane le dice que lo entiende pero que él necesitaba decírselo y que ella merecía saber la verdad (sniff, segunda lagrimilla asomando). Entonces aparecen los guardias de seguridad, que se llevan a Jane que sigue repitiendo que la quiere y que le hace feliz poder decírselo. Antes de salir del avión sigue repitiendo que quiere a esa mujer y que la cuiden.  Simon Baker lo ha bordado en esta escena. Robin Tunney también ha estado muy bien, pero lo de Simon Baker ha sido tremendo.

Lisbon se queda en el avión pensativa, llorosa y avergonzada. Pero la mujer que está sentada al lado suyo le dice que no se preocupe, que todas las mujeres del avión ahora mismo están verdes de la envidia.

Cambio de escena a mi idolo Abbott que dice a Fisher que cierre los flecos que quedan del caso, que tiene que ir a sacar a Jane del aeropuerto, que sigue allí detenido.

Hablando de Jane, le vemos que está todo compungido, con el pie en alto y vendado, con un guardia del aeropuerto que le mira bastante mal.

Al momento de salir el guardia de la habitación, se vuelve a abrir la puerta pero Jane ni levanta la cabeza. Sin embargo cuando lo hace, ve con sorpresa que es Lisbon que no se ha ido a Washington (¿En serio a estas alturas alguien creía que después del numerito de Jane se iba a ir?).

Lisbon le pregunta si lo que ha dicho antes va en serio y él, tras hacer algún chiste le dice que si. Que todo es verdad. Lisbon le dice que eso está bien porque ella siente lo mismo por él. A Jane evidentemente le cambia la cara.

Entonces, Jane le pregunta a Lisbon por Pike, a lo que ésta le responde que lo entenderá (esto no me ha gustado mucho, Lisbon ha resultado muy fría, pobre Pike).

Finalmente, Lisbon le pide a Jane que vuelva a repetirle lo que le dijo antes. Jane en lugar de volver a decirle que la quiere (En serio Lisbon, que lo ha repetido unas cuantas veces en medio de un avión de pasajeros, haciendo un ridículo importante en el proceso, para mi que iba en serio).

En lugar de decirle nada, Jane se levanta y la besa y aquí acaba el capítulo. Hasta enero para saber qué hacen a partir de aquí Jane y Lisbon.

Simplemente decir que ha sido muy bonito. El episodio ha estado muy bien porque ha equilibrado muy bien toda la parte del drama Lisbon/Jane con las partes cómicas del caso y las intervenciones estelares de Abbott y Cho.

Me ha recordado a los primeros capítulos de la serie. Ha sido como una vuelta a los orígenes (aunque sin Rigsby y Van Pelt, que ya podían estar en lugar de Fisher).

Este capítulo me ha hecho reconciliarme con Bruno Heller tras el fiasco del final de la saga de Red John. Puede que haya utilizado una gran cantidad de tópicos de película romántica, pero le ha quedado estupendamente.

Eso si, qué importante es contar con buenos actores, capaces de elevar el material que los escritores les dan.

En especial toda la escena del aeropuerto/declaración en el avión, un escena típica y tópica en toda regla, que en manos de peores actores hubiera quedado ridícula y que se ha convertido en una de las mejores escenas de la serie gracias al maravilloso trabajo de Simon Baker, sobre todo en la escena dentro del avión (con voz rota y lágrimas incluidas). ¡Qué gran actor es Simon Baker y qué pena que no le utilicen todo lo bien que deberían en la serie!

Tengo que reconocer que ha conseguido emocionarme, ya que me ha parecido un momento absolutamente catártico para Jane, que por fin se ha quitado la careta y ha decidido dejar de esconderse detrás de su personaje de charlatán de feria y comportarse como una persona real con emociones reales. Ha sido este "desnudarse" emocionalmente y no sus trucos y tretas típicas lo que ha conseguido que Lisbon cambiara de opinión.

Una de las cosas que más me ha gustado de la confesión de Jane, es que lo ha hecho porque creía que debía saberlo y no como una forma de retenerla a su lado (y teniendo en cuenta el egoismo supino de Jane casi siempre, este ha sido un paso muy importante en su crecimiento como personaje). Cuando Lisbon le dice a Jane que es demasiado tarde, éste lo acepta sin hacer nada más que volver a repetirle que la quiere. El momento en que los guardias de seguridad le sacan del avión mientras él grita que quiere a la mujer del asiento 12B y que cuiden de ella ha sido muy emocionante.

Eso si, comprendo que Lisbon se encuentre totalmente avergonzada por el numerito de Jane, pero, como le dice la mujer sentada a su lado, no es necesario que se preocupe porque todas las mujeres de ese avión están verdes de la envidia (y no me extraña, Jane cuando pone empeño, es muy difícil de resistir).

La posición de Lisbon es bastante compresible, lleva muchos años con Jane y no está dispuesta a seguir cediendo y seguir esperando a menos que Jane decida dejarse de tonterías y hablar de forma adulta y real. Es cierto que se ha comportado de una forma un tanto egoista con Pike (que me ha terminado dando pena porque no ha sido más que una víctima colateral de la falta de comunicación entre Lisbon y Jane), pero realmente necesitaba dar un cambio a su vida de alguna manera, ya que llevaba demasiados años en una especie de limbo emocional, esperando a que Jane reaccionara y no podía seguir así.

El final ha sido divertido, bonito y romántico. Un episodio que me ha dejado un estupendo sabor de boca y que me hubiera parecido un maravilloso colofón a una de mis series favoritas.

Ahora sólo pido que en la séptima temporada no lo estropéen con obstáculos absurdos y situaciones rocambolescas para crear drama (Castle Bones, os estoy mirando a vosotros). Si sólo les dan 13 episodios (como parece que va a ser, aunque todavía no está confirmado), que los utilicen para desarrollar la relación de forma adulta y si puede terminar con una boda real y en condiciones (Castle aquí te miro a ti), mejor que mejor. Bueno y sobre todo que nos den más Abbott y más Cho.

LO MEJOR: Simon Baker, Robin Tunney

LO PEOR: Que Cho siendo Cho no se hubiera dado cuenta de nada

PUNTUACIÓN: 9.75/10