miércoles, 22 de abril de 2015

ALLI ABAJO 1X03 LA DE BEGOÑA CONTRA LA MACARENA


(contiene spoilers)

Muy buen episodio de Allí Abajo esta semana, con la parte vasca totalmente sembrada, la parte andaluza mejorando bastante (sólo el nivel de "bastez" de Carmina Barrios y las vecinas, el acento raro de Mariano Peña y lo insoportable que es el personaje del médico, siguen chirriando) y con un Iñaki al que cada vez se le quiere más.

En este episodio, vemos como Begoña y Sabino se presentan en Sevilla para ver qué es lo que realmente pasa con Maritxu. A pesar de los esfuerzos de Iñaki por evitarlo, Begoña se ha enterado de que su madre está en coma (gracias a la metedura de pata de Nekane) y llega a Sevilla como un ciclón, con su paciente (y encantador) marido, dispuesta a llevarse a su hermana de vuelta a San Sebastián.

Antes de enterarse de que Begoña y Sabino están en Sevilla, presenciamos los primeros momentos de la convivencia entre Iñaki y Carmen, a Iñaki conociendo a Luci y al resto de vecinas (pobre, no sabe la que le ha caído encima) y también vemos un momento que cambiará la vida de Iñaki sin duda, poner su primera lavadora.

Aunque como ésto último no lo tiene muy claro, llama a su amigo Peio que vive solo desde hace un montón de años y que él supone que es un experto en el noble arte de poner lavadoras. Sin embargo,  a Peio no le quedará más remedio que confesarle a Iñaki la triste realidad. No ha puesto una lavadora en su vida porque le sigue llevando la ropa a su madre para que se la lave y planche. Ante esto y como es lógico, Iñaki flipa un poco bastante, la verdad.

Eso si, Peio tiene los reflejos de preguntarle a una compañera de trabajo (Peio trabaja en un acuario) que le dice qué programa y a qué temperatura tiene que poner la lavadora para que se lo pueda decir a Iñaki. Toda la escena de Peio, Iñaki y la lavadora ha sido de lo mejor del episodio. Soy muy fan de Peio. Bueno, en realidad soy muy fan de toda la cuadrilla vasca que son de lo más grande de esta serie.

Pero como el pobre Iñaki parece que pone un circo y le crecen los enanos,  una vez solucionada su disyuntiva de lavado, su tía Bego le llama para decirle que está en Sevilla, que lo sabe todo y que más le vale que vaya rapidito al hospital. Al pobre Iñaki casi le da un soponcio y va corriendo, literalmente, al hospital, para encontrarse con su tía (que ya ha tenido su primer encontronazo con Carmen y bueno, siendo sinceros, con medio hospital), que evidentemente le echa la bronca por no haberles avisado.

Begoña enseguida propone la opción de trasladar a su hermana a San Sebastían, por mucho que le explican que es muy peligroso. Sin embargo, ella no es quien decide, sino que la última palabra la tiene su sobrino Iñaki, que el pobre no sabe muy bien qué hacer. Por un lado, entiende el riesgo que correría su madre en el traslado y que le han explicado repetidamente el doctor Almenara y Trini, pero por otro tiene pánico a llevarle la contraria a su tía.

Begoña no para de ponerle pegas a todo y como encuentra a su hermana muy pálida le pide a Iñaki el neceser de su madre para poder maquillarla un poco.

Iñaki le dice que no tiene en el hospital el neceser, que está en el "hotel". Begoña entonces le dice que vaya corriendo a por él y que de paso se lleve a su tío Sabino que más o menos es la hora a la que tiene que ir al servicio.

Esto a Iñaki no le hace ninguna gracia porque no le ha contado ni a su familia ni a sus amigos acerca del acuerdo al que ha llegado con Carmen. Por esto le cuenta a Sabino una verdad a medias. Que se está quedando en casa de un amigo suyo que es parrilero y que tiene un restaurante en Sevilla. Iñaki le pide a Sabino que no le cuente nada a nadie de esto. Algo con lo que Sabino no tiene problemas, porque Sabino es un amor de hombre.

Ya de vuelta en el hospital, Iñaki se encuentra con que Bego ha organizado el traslado sin contar con él.

Iñaki sigue sin estar convencido pero sigue sin tener el valor suficiente para llevarle la contraria a su tía, algo que Carmen le echa en cara. Según Carmen, la decisión es suya y no puede dejarse mangonear por su tía.

Por cierto, Begoña resulta bastante avasalladora pero es evidente que quiere muchísimo a su hermana (y también a su sobrino) y tiene una escena muy bonita con ella en el hospital en la que se lo dice, aunque no pueda oirla.

Mientras tanto, don Benjumea y Jose siguen con su contrabando de tabaco, pero cada vez estan más cerca de ser pillados in fraganti por Carmen. Por ello, don Benjumea tiene la idea de esconder su alijo en la habitación de Maritxu, algo de lo que Jose no está demasiado convencido. Pero don Benjumea termina convenciéndole.

Sin embargo, cuando entran en la habitación (aprovechando que Iñaki y Begoña están con el médico y Trini) para esconder el tabaco se encuentran allí con Sabino, por lo que intentan abortar el plan.

Pero Sabino, que es bastante más despierto de lo que nos habían hecho creer, enseguida se da cuenta de qué va la historia (por lo visto había estado muchos meses en un hospital ingresado y sabía lo que era que te quitaran el tabaco) y se ofrece a esconderles el tabaco. Definitivamente Sabino es un encanto de hombre y mucho más listo de lo que su mujer (y toda la audiencia) pensábamos.

En otro orden de cosas, el doctor pijo y cansino, o sea Rober, sigue con su empeño de reconquistar a Carmen a pesar de que ésta le dice repetidamente que va a ser que no.

Entonces idea un plan que consiste en sonsacar primero los turnos de enfermería a Dolores, después chantajear a Rafi para que le deje su copia de las llaves de casa de su hermana y finalmente presentarse allí y convencerla de que tiene que volver con él en la cama.

Pero como Dolores se ha dado cuenta de todo (Rober no es desde luego tan listo como él se cree que es) y Carmen le ha dicho que está hasta el gorro de Rober y sus intentos de reconquista, Dolores cambia el turno de Carmen para que no se encuentre con Rober.

Rober llega a casa de Carmen, se desnuda y se mete en su cama a esperarla. Sin embargo no es Carmen quien llega a la casa, sino Sabino al que Begoña ha mandado a que se eche una siesta.

Al oir abrirse la puerta y escuchar la televisión, Rober sale desnudo al salón y le da el susto de su vida al pobre Sabino. Rober se disculpa ante Sabino pero un malentendido hace que éste le tome por el novio de Iñaki.

Sabino sale corriendo de la casa totalmente traumatizado tanto por haber visto a Rober desnudo como por el secreto que cree haber descubierto de su sobrino.

De vuelta en San Sebastián, Peio convoca una reunión de urgencia de la cuadrilla para comentarles lo raro que ha encontrado a Iñaki por teléfono, que ha escuchado voces de mujeres y que si no se les ha pasado por la cabeza la idea de que Iñaki haya intentado matar a su madre, para cobrar la herencia y quedarse a vivir la vida loca con una sevillana. Antxon y Koldo básicamente le dicen a Peio que qué se ha fumado para tener semejantes ideas conspiroparanoicas.

Por cierto, que Koldo les dice al resto que se ha recibido un aviso en el hospital del traslado de un enfermo desde Sevilla y que se está oliendo que puede ser Maritxu, una idea que no le hace ninguna gracia  por lo peligroso que es.

Entonces Nekane interviene para preguntar si alguien le ha dicho a Iñaki que Begoña lo sabe todo. La cara de los tres es un poema al darse cuenta de que no, nadie le ha avisado.

Koldo llama a Iñaki y éste le dice que Begoña está allí y Koldo deduce que la promotora del traslado es ella. Traslado que él sigue desaconsejando.

Siguiendo en San Sebastián, la cuadrilla por fin se da cuenta de que a Nekane le gusta Iñaki (que ya era hora porque la chica discreta, discreta, lo que se dice discreta no es pero claro, los de la cuadrilla salvo Koldo no parecen demasiado espabilados las cosas como son).

De vuelta en Sevilla, ha llegado el momento del traslado de Maritxu e Iñaki sigue sin tenerlo claro y sin firmar el consentimiento.

Finalmente, unas palabras de Carmen harán que se arme de valor y le diga a su tía que es muy peligroso y que no va a mover a su madre, algo que Begoña acepta mucho mejor de lo que hubiéramos pensado.

Begoña le dice a Sabino que ellos si que se vuelven a San Sebastián esa tarde y que vaya a recoger sus cosas.

Antes de irse, Begoña tiene una sentida conversación con su sobrino en la que le dice que él es para ellos como un hijo y que si necesita cualquier cosa, ahí están.

También Sabino tiene una conversación con Iñaki, aunque ésta bastante más rara ya que básicamente los dos están hablando de cosas distintas sin darse cuenta.

El episodio me ha gustado mucho. Tengo que reconocer que no paré de reirme y esto me ha sorprendido bastante porque después del primer episodio no pensé que me lo pasaría tan bien viendo esta serie.

La parte vasca sigue siendo genial. Es que todos son geniales. Begoña y su manera de controlar a todo y a todos (aunque luego tenga su corazoncito), Sabino dándose cuenta de todo pero pasando de hacer nada porque le va mejor haciéndose el tonto, los distintos miembros de la cuadrilla con sus peculiaridades (Koldo el sensato, Antxon el bruto, Peio.. bueno Peio es Peio). La más sosita es Nekane y es evidente que eso está hecho aposta (eso si, con el comentario de, he decidido que vas a ser el padre de mis hijos también me reí mucho).

Y luego está Iñaki, que es un amor de hombre, al que se le coge más cariño a medida que pasan los episodios. Con lo poco que me llamó la atención en el primer episodio y a estas alturas es (de largo) mi personaje favorito de la serie. Jon Plazola está estupendo y está siendo un descubrimiento absoluto.

Es que las escenas entre los vascos están siendo una mina. La llamada entre Peio e Iñaki a cuenta de la lavadora, con las apariciones estelares de la compañera de trabajo de Peio y las vecinas cotillas de Carmen ha sido mi parte favorita del episodio junto con todas las escenas en las que ha aparecido Sabino.

También me han gustado mucho la escena final entre Begoña e Iñaki y la escena en la que le dice a su hermana que la quiere. Me han parecido bastante emotivas y han conseguido un contraste chulo con el tono jocoso general de la serie.

La parte andaluza también está mejorando sobre todo Dolores, Jose, Rafi y don Benjumea (si le quitas el chungo acento).

Sin embargo, todo lo relacionado con el médico pijo, Carmen y Trini me sigue chirriando muy mucho. Entiendo que el personaje de Rober está hecho para que se le tenga manía (y el actor lo hace tan bien que cada vez que aparece en pantalla quieres pegarle una colleja por imbécil), pero es que todas sus escenas y el triángulo amoroso con las dos chicas me dan una pereza tremenda y no me hacen ninguna gracia. Muy fan de Dolores estropeándole su plan maquiavélico para reconquistar a Carmen.

Otra cosa que no funciona en la trama andaluza es el nivel de bastez/barriobajerismo de las vecinas cotillas de Carmen encabezadas por Carmina Barrios. Es que además es completamente innecesario porque Carmina Barrios es graciosa sin necesidad de recurrir a las palabras soeces. Si quitamos unas cuantas expresiones demasiado vulgares para mi gusto, esta semana las vecinas cotillas si que me han hecho gracia.

LO MEJOR: Todos los personajes de la trama vasca, Iñaki

LO PEOR: El Médico, el triángulo amoroso que a nadie le interesa

PUNTUACIÓN: 9/10

2 comentarios:

  1. ¡hola puck!

    a mi el de esta semana no me ha gustado mucho. Más bien no me ha hecho tanta gracia como el segundo aunque ha tenido algunas cositas simpáticas.

    Sabino me tiene ganada para la causa. Ya me da igual que tenga diálogo(en este episodio sí ha tenido mucho diálogo y eso es raro porque con esa mujer, a ver quién es el guapo que habla).
    El amigo vasco del acuario independizado desde hace 20 años y llevándole la ropa a lavar a su madre está logradísimo.
    El médico de verdad, le daba un sartenazo, así con nocturnidad y alevosía, conscientemente, pensado y repensado. Que personaje más pelma. Me ha encantado como le ha frustrado el plan ¿Dolores? (aún no controlo bien los nombres).
    Las vecinas sevillanas no me llegan, me parecen unas verduleras de cuidado y demasiado exagerado. Me aburren.
    Iñaki para mi está siendo todo un descubrimiento, le he cogido cariño ya en estos 3 capítulos y ya se empieza a ver algo de química entre él y Carmen. Compartir casa va a dar mucho juego(o eso espero).

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    1. Hola Anxa!!,

      A mi el episodio de esta semana me ha hecho mucha gracia. Entre las cosas de Sabino y los amigos de la cuadrilla (lo de Peio es de traca) me lo he pasado pipa.

      Tienes razón en que lo de las vecinas no está muy logrado. Creo que esta semana me han gustado más porque en el anterior episodio me gustaron tan, pero tan poco que con una pequeña mejora la he notado mucho. Pero es cierto que son demasiado verduleras y su trama es como un pegote que no termina de pegar demasiado en la serie.

      Me ha encantado lo del sartenazo al médico, jejeje. Te apoyo totalmente, pero qué cansino que es el tío. Para mi es un completo expediente x lo que le ven a este hombre Trini y Carmen.

      Para mi también está siendo un descubrimiento Iñaki. Al principio me costó conectar con él pero ahora soy muy fan suya.

      La química entre los protagonistas cada vez se nota más. Seguro que en los próximos episodios, con ellos compartiendo casa, la cosa se va a empezar a poner interesante entre ellos.

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